- (Focus Area) Health
- Author: Michael Hsu
Líderes y jóvenes del programa 4-H en un taller para certificarse como instructores de MyPI
El programa nacional MyPI (Iniciativa para la Preparación) de Extensión de la Universidad de Mississippi, incluyó, por primera vez a nivel nacional, a jóvenes en la capacitación para la certificación de instructores adultos en la preparación para emergencias. Estos jóvenes son de California y pertenecen al Programa 4-H
Según expertos, la preparación de civiles, incluyendo a jóvenes, para responder durante emergencias causadas especialmente por desastres naturales, tiene el potencial de agilizar las tareas de rescate y salvar vidas.
El programa nacional MyPI se asoció con el Programa de Desarrollo Juvenil 4-H de California el pasado mes de octubre para entrenar al primer grupo estatal de instructores, quienes se encargarán de capacitar a su vez a jóvenes estudiantes en los próximos meses.
El esfuerzo por capacitar a los jóvenes sobre preparación para emergencias continúa creciendo y es algo que se está estableciendo en California.
Con el norte de California como catalizador, los organizadores planean expandir el programa a todo el estado, según manifestó Nate Caeton, asesor del programa 4-H para los condados de Shasta, Tehama y Trinity.
“Si te fijas en las investigaciones, todos se ven afectados por los desastres, pero los jóvenes aún más, por varias razones – ya sea porque no entienden completamente lo que sucede o no tienen la misma experiencia o capacidades como los adultos”, indicó Caeton, quien es el administrador de MyPI en California. “Pero esto da un gran salto para abordarlo”.
California es el vigésimo octavo programa estatal/territorial que se asocia con el equipo nacional de MyPI para capacitar instructores –y el primero en permitir la participación de jóvenes en el taller para instructores de tres días.
De los once participantes afiliados a 4-H que completaron el entrenamiento de octubre en Red Bluff, cinco son adolescentes. El taller, dirigido por los instructores de MyPI nacional, incluyó el contenido del Equipo Comunitario de Respuesta en Emergencias (CERT, por sus siglas en inglés), creado por la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias, conocida como FEMA – el cual abarca las operaciones médicas, seguridad en incendios, búsquedas y rescates de bajo nivel, psicología durante desastres y más.
“Al final del día 1, los instructores ya comentaban sobre el nivel de madurez de los adolescentes que asistieron”, dijo Caeton. “Han llevado a cabo este entrenamiento durante mucho tiempo y quedaron definitivamente impresionados– eso habla mucho de nuestros jóvenes”.
Bodie, un estudiante de noveno grado del condado de Shasta, mencionó que el taller de MyPI en California le ofreció una nueva perspectiva del papel y responsabilidades que juega su padre como jefe de batallón de CAL FIRE.
“Fue una clase genial, una experiencia genial”, agregó Bodie, quien participó en la capacitación junto con sus dos hermanos. “Fue un curso de 30 horas – muy largo realmente, pero muy divertido; hubo mucho aprendizaje práctico”.
Katy Zulliger, la madre de Bodie, también obtuvo la certificación como instructora durante el taller. Ella señaló que, en la ciudad de Redding y las comunidades de toda la región, todavía se vive de manera considerable el trauma causado por los devastadores incendios del 2018 – conocidos como Carr y Camp. Zulliger dijo que el educar y preparar al público – incluyendo a los jóvenes – será algo crucial para poder enfrentar futuros retos.
“Hay mucho que puede suceder por aquí – desde terremotos, incendios, inundaciones y deslaves y la lista continua…hasta, si vives en el I-5, la potencial volcadura y derrame de camiones cisterna”, explicó. “Es inteligente que los chicos aprendan a pensar con originalidad”.
Bodie señaló que el taller lo ha hecho más consciente de sus entornos y planes potenciales de contingencia.
“Cuando voy al pueblo, en realidad pienso sobre los que pudiera pasar en diferentes escenarios – por ejemplo, posiblemente un terremoto o una situación con un tirador activo – y me pregunto, ‘¿Qué harías? ¿Como responderías?'”, expresó Bodie, quien está pensando en cursar una carrera de socorrista.
Los jóvenes tienen una voz y una función en impulsar la resiliencia
Las habilidades y conocimientos obtenidos en el programa MyPI pueden preparar a los jóvenes para convertirse en líderes entre sus compañeros y toda la comunidad, cuando lleguen las emergencias.
“Los chicos pueden realmente usar esto y comprometerse – en lugar de solo ver o grabar videos”, manifestó Zulliger, un voluntario de 4-H que ha servido como líder de club en el programa 4-H de Palo Cedro. “Tienen una voz y pueden usarla positivamente”.
Sus hijos – y los otros dos adolescentes que completaron el taller – ayudarán a los instructores adultos a organizar e impartir un curso de MyPI de 10 a 12 semanas para jóvenes en sus comunidades. Como parte del programa, tentativamente programado para iniciar en el norte de California durante el verano del 2024, los jóvenes participantes tienen como requisito trabajar con sus familias en la creación de un plan de comunicación en caso de emergencias, armar un equipo para desastres y trabajar con otros seis hogares para realizar preparaciones similares.
“Eso los hace sentirse responsables de su propia preparación, la de su familia y de todos aquellos cercanos a ellos”, explicó Caeton.
De acuerdo con Caeton, al aliarse con escuelas, los clubes 4-H y grupos comunitarios se han puesto la meta de impartir el programa a 125 jóvenes en los cinco condados del norte de California para el 2025 – antes de extender la participación a todo el estado.
“Espero que nos propaguemos como flores silvestres, porque es algo que definitivamente se necesita”, agregó Zulliger said.
Adaptado al español por Leticia Irigoyen del artículo en inglés. Editado para su publicación por Diana Cervantes
A recent Spring 2024 issue of the California Bountiful magazine, features Nutrition Policy Institute's collaborative research with Impact Justice and ChangeLab Solutions on their Farm to Corrections California project. The article titled, “Program benefits inmates, small farms and local economies,” by Linda DuBois highlights the initiative created from the project, “Harvest of the Month.” This initiative supports local agriculture and nutrition promotion, individual well-being, and equitable access to fresh, diverse food options within the California Department of Corrections and Rehabilitation state prisons. Learn more about the program in this news story.
- Author: Michael Hsu
Suzanne Rauzon desarrolló técnicas que ayudan a identificar programas públicos efectivos
Cuando Suzanne Rauzon y May Wang cursaban la maestría en salud publica en la Universidad de California en Berkeley durante la década de 1980, Wang supo desde entonces que su compañera contaba con una brillantez única para aportar a este campo.
“¿Si tenías que votar por la persona que tiene mayores posibilidades de triunfar? Esa persona era Suzanne”, manifestó May Wang, profesora de ciencias de la salud comunitaria de la Facultad Fielding de Salud Pública de UCLA. “Suzanne iba siempre adelante de todos nosotros; era tan visionaria y con un pensamiento progresista y creo que todos – para ser honesta – nos sorprendíamos de ello”.
Décadas después, cuando Rauzon se preparaba para jubilarse el pasado mes de enero, la directora de salud comunitaria del Instituto de Políticas sobre Nutrición (NPI, por sus siglas en inglés), ya había cumplido con esa promesa excepcional. Sus muchas contribuciones han ayudado a las comunidades a identificar los programas más efectivos para beneficio de la salud pública.
Lorrene Ritchie, directora del NPI (un instituto de la División de Agricultura y Recursos Naturales de UC), señaló que Rauzon ha jugado un papel fundamental en transformar los resultados de las investigaciones en acciones comunitarias y cambios políticos. Agregó que, Rauzon ha aportado una extraordinaria combinación de visión estratégica para la dirección general de estudios sobre nutrición e inteligencia táctica para anticipar las necesidades de quienes financian los proyectos y las comunidades.
“Pocas personas pueden aportar ambas habilidades – completar eficientemente las tareas diarias y ser a la vez y pensar a gran escala”, dijo Ritchie. “Ha sido tan instrumental en contribuir al impacto del NPI”.
Un conjunto único de destrezas para afrontar retos complejos
Parte de lo que hace a Rauzon única en su campo es su extensa experiencia en el sector privado. Después de obtener su grado de maestría, Rauzon desarrolló una iniciativa integral para el bienestar de los empleados en el sitio de trabajo en una compañía de telecomunicaciones– un nuevo conjunto de programas que lideraron el sector en la década de los 1990.
“Suzanne fue, es y siempre ha sido muy visionaria”, expresó Wang.
Sin embargo, después de pasar varios años en el sector corporativo, en el 2001 Rauzon aprovechó la oportunidad de regresar al mundo académico (y reunirse de nuevo con Wang) en el Centro para Peso y Salud de UC Berkeley's, un precursor del NPI. Al trabajar con la co directora del centro, Patricia Crawford, Rauzon indicó que, el proyecto para investigar los efectos de las bebidas azucaradas en la salud, fue “perfecto” para ella.
Preocupados por la creciente tasa de obesidad infantil, los investigadores estudiaron las diferencias significativas en los resultados sobre salud entre los estudiantes de preparatoria que limitaban el acceso a bebidas como las gaseosas, comparados con escuelas que no tenían esta restricción.
“Ese campo en general – tratar de limitar bebidas endulzadas con azúcar – empezó con un enfoque en escuelas y se expandió a otros ambientes (como los campus universitarios) al paso de los años y ha continuado enfocándose en la salud pública”, mencionó Rauzon, “hasta trabajar ahora para limitar el acceso a bebidas azucaradas en otras instituciones públicas”.
La gestión de cambio y la capacidad de comunicación de Rauzon también fueron cruciales al estudiar la revolucionaria Iniciativa de Almuerzos Escolares en el Distrito Escolar Unificado de Berkeley – una colaboración con la Fundación Chez Panisse de la chef Alice Waters y el Centro de Alfabetización Ecológica para hacer partícipes a los jóvenes en el cultivo y preparación de alimentos. Asignadas a la evaluación de la eficiencia del programa, Wang y Rauzon se dieron cuenta que había que alterar su mentalidad y métodos al trabajar con colaboradores que respondían a circunstancias a menudo cambiantes.
La perspectiva transectorial, los conocimientos prácticos y las habilidades interpersonales para cultivar relaciones positivas con personal y educadores del distrito de Rauzon, fueron algo instrumental en poder llevar a cabo estudios con mayor rigor posible en entornos reales como las escuelas.
“La mayoría de los investigadores, para ser honestos, siguen esforzándose por hacer eso con las comunidades”, mencionó Wang. “Es una tarea increíblemente retadora porque las comunidades harán lo que desean hacer – y lo que necesitan hacer – para responder a las necesidades de la gente”.
Wang, quien ahora capacita a académicos en investigaciones de participación comunitaria, dijo que el paradigma "de base" ha sido moldeado por el pensamiento de Rauzon. “Muchas de las ideas que tengo ahora llegaron por el trabajo conjunto en la Iniciativa de los Almuerzos Escolares”, expresó Wang.
Un legado de nuevos métodos y de mentoría jóvenes profesionales
Uno de los proyectos más largos -y complejos- de Rauzon ha sido la evaluación de las intervenciones sanitarias de la comunidad en todo el país, incluyendo una variedad de iniciativas de Kaiser Permanente para promover la alimentación saludable y actividad física.
“Lo verdaderamente interesante de ese trabajo fue que tratamos de entender los efectos combinados de realizar muchas cosas diferentes que están relacionadas – ver el efecto general que puede tener en la comunidad”, dijo Rauzon, destacando que las intervenciones oscilaron desde clases de nutrición hasta cambios en las políticas para mejorar la seguridad para que las personas pudieran estacionar el coche y montar en bicicleta.
Wang indicó que algunos de sus hallazgos, particularmente en uno de los estudios en el condado de Los Ángeles, sugiere que los programas efectivos son los de intervenciones en la primera infancia (incluyendo un énfasis en la lactancia materna), las visitas de enfermeras y trabajadoras sociales a hogares vulnerables y la colaboración con minoristas para hacer que los alimentos saludables sean más accesibles.
En el proceso, los investigadores ayudaron a crear nuevas herramientas de investigación – incluyendo enfoques con “mapeos de sistemas” interdisciplinarios en los cuales los científicos informáticos disciernen los vínculos entre varios programas y sus efectos y el altamente influenciable concepto del “índice de dosis de intervención comunitaria” que puede usarse para evaluar múltiples estrategias de intervención dentro de la comunidad.
Además, las contribuciones de Rauzon en la investigación y evaluación, Ritchie también destacó su papel como supervisora y mentora de estudiantes y personal del NPI e investigadores durante sus más de veinte años con UC – papel del cual Rauzon se siente más orgullosa.
“Aunque contribuí a la salud comunitaria en intervenciones efectivas y cómo medirlas”, manifestó Rauzon, “yo diría que personalmente la parte más gratificante del trabajo que he llevado a cabo durante las últimas dos décadas es ver el crecimiento, desarrollo y progreso de las personas que han trabajado para mí las cuales realmente han despegado en sus propias carreras – eso para mí ha sido inmensamente satisfactorio”.
Como investigadora emérita, Rauzon continuará apoyando a los profesionales del NPI y su investigación y agregó que siente muy entusiasmada de embarcarse en una nueva colaboración – con su esposo, un geógrafo – para mitigar el impacto del cambio climático en los humanos y la salud del medio ambiente en todo el mundo.
Las personas interesadas en apoyar el legado de Rauzon y el continuo trabajo en salud y nutrición y pueden hacer una donación al fondo de becas del NPI el cual proporciona a los estudiantes de grupos subrepresentados la oportunidad de trabajar en investigaciones del NPI y recibir la orientación de investigadores de este instituto.
Adaptado al español por Leticia Irigoyen del artículo en inglés. Editado para su publicación por Diana Cervantes
Over 38,000 participants in the federal Special Supplemental Nutrition Program for Women, Infants and Children, commonly known as WIC, completed a satisfaction survey in summer of 2023. Conducted across 21 participating WIC state agencies in all US Department of Agriculture administrative regions, the survey showed high satisfaction with the WIC program and that participants feel respected, valued and included by WIC staff. The hybrid WIC services introduced during the pandemic were successful, with two-in-three using in-person services, over half using remote services and nearly all finding it is easy to schedule appointments. The top reasons for WIC participation were the fruits and vegetables in the WIC food package followed by other foods and the education and support from WIC staff. Participants expressed interest in using WIC benefits at farmers markets and requested expanded fruit and vegetable options in states that don't authorize canned or frozen options. The survey illuminated challenges participants experience when shopping for WIC foods, reasons for not buying all their WIC foods, and their desire for expanded shopping options. Results align with the recently finalized WIC food package changes. Findings are available in the report “2023 WIC Multi-State Participant Satisfaction Survey” published online on April 9, 2024. The project was conducted by Lorrene Ritchie, Danielle Lee, Celeste Felix, Ken Hecht and Hannah Thompson from the Nutrition Policy Institute, Loan Kim, Theresa Tran, Claire Burton and Amanda Kiang from Pepperdine University and Georgia Machel from the National WIC Association. The project was funded by the National WIC Association through a grant from the Robert Wood Johnson Foundation.
- Author: Brianna Aguayo Villalon
- Editor: Marisa M Tsai
- Editor: Wendi Gosliner
US safety net programs provide aid to low-income households through cash and in-kind assistance, such as food and healthcare benefits. Using data from the Assessing California Communities' Experiences with Safety Net Supports ACCESS,study researchers examined patterns of multi-program take-up, that is participation conditioned on eligibility in California. Sociodemographic factors associated with multi-program take-up were also identified. Among the four safety net programs examined (i.e., Earned Income Tax Credit or EITC, the Supplemental Nutrition Assistance Program or SNAP, the Special Supplemental Nutrition Program for Women, Infants, and Children or WIC, and Medicaid), NPI researchers found relatively low multi-program take-up of SNAP and WIC. Meanwhile, the take-up of Medicaid was high, both as an individual program and among those participating in other programs. Sociodemographic factors, including Income, age, and primary language spoken were associated with multi-program take-up. To improve multi-program participation, study researchers recommend streamlining application processes to reduce administrative burden, data sharing among safety-net programs, and targeted recruitment of under-enrolled subgroups. Increasing multi-program take-up of safety net programs among California families can contribute to improved health equity and address key social determinants of health. This study was conducted by NPI researchers Marisa Tsai and Wendi Gosliner, Joseph Yeb with Tufts University School of Medicine, Kaitlyn Jackson and Rita Hamad with Harvard School of Public Health, and Lia Fernald with the University of California Berkeley, School of Public Health.