- Author: Pamela Kan-Rice
Un mejor acceso a la atención médica y a los programas de redes de seguridad ayudaría a este grupo de trabajadores esenciales.
La pandemia del CORONAVIRUS-19 cambió literalmente nuestra forma de vida. Paralizó por días toda actividad comercial, industrial, educativa y recreativa. Dejando solo a un reducido número de trabajadores realizando una serie de tareas consideradas esenciales. Entre estos trabajadores se incluyó a los trabajadores agrícolas para poder determinar la realidad del estado de salud de estos trabajadores esenciales es importante más datos. Un nuevo estudio publicado por científicos de la Universidad de California va más allá de los problemas de salud relacionados con el trabajo, como el calor y la exposición a pesticidas, a la salud general de las personas que ayudan a plantar, nutrir y cosechar alimentos en California.
"Los hallazgos del estudio confirman la alta carga de enfermedades crónicas en una fuerza laboral que se considera esencial pero que carece de acceso adecuado a la atención médica y a los programas de redes de seguridad", dijo Susana Matias, autora principal y especialista en Extensión Cooperativa de la UC en el Departamento de Ciencias de la Nutrición y Toxicología de UC Berkeley. "Esta es una preocupación porque California necesita una fuerza laboral saludable de trabajadores agrícolas. Estos trabajadores son clave para poner comida en nuestras mesas y deben ser protegidos y apoyados como cualquier otro trabajador de California".
Después de leer el estudio, una defensora de las trabajadoras agrícolas dijo que ve oportunidades para mejorar la salud de los trabajadores agrícolas al mejorar sus condiciones de trabajo mediante la promulgación de políticas que rigen los permisos de trabajo; cuidado de niños; manejo de plagas; prestaciones de desempleo; el acceso a alimentos sanos y asequibles; y viviendas seguras y asequibles.
Para ver una perspectiva más amplia de la salud de los trabajadores agrícolas, Matías analizó datos de tres estudios realizados por Marc Schenker, médico y profesor emérito de UC Davis. Los estudios de Schenker examinaron la salud general de los trabajadores agrícolas, las lesiones ocupacionales y las causas importantes de enfermedades y enfermedades. Las causas o los llamados "determinantes sociales" de la enfermedad incluyen bajos ingresos, inseguridad alimentaria, estatus migratorio indocumentado y malas condiciones de vivienda.
"Esos determinantes sociales son particularmente negativos e impactan los resultados de la enfermedad en la población de trabajadores agrícolas", dijo Schenker. "Con demasiada frecuencia, los trabajadores agrícolas no tienen los beneficios de otras poblaciones trabajadoras, incluida la atención médica adecuada. Se espera que el reconocimiento de esta situación pueda conducir a abordar estas deficiencias y a mejorar la salud de los trabajadores agrícolas".
Irene de Barraicua, directora de operaciones y comunicaciones de Líderes Campesinas, dijo que el estudio se relaciona con gran parte del trabajo que realiza su organización para abogar por las trabajadoras agrícolas.
"El artículo y los estudios enfatizan los hallazgos que exigen salarios más altos, mejores condiciones de trabajo, más derechos de los trabajadores y acceso a la atención médica", dijo de Barraicua. "A partir de estos hallazgos, también podemos deducir que la salud de los trabajadores agrícolas se ve afectada por diversos factores de estrés relacionados con la pobreza, las condiciones de trabajo insoportables e inseguras, y la falta o el costoso cuidado de los niños, por nombrar algunos".
Matías encontró que las trabajadoras agrícolas tenían un mayor riesgo de obesidad y una circunferencia de cintura más grande, mientras que los trabajadores agrícolas masculinos tenían un mayor riesgo de presión arterial alta y colesterol total alto.
"Estas diferencias en los riesgos crónicos para la salud entre hombres y mujeres trabajadores agrícolas sugieren que las respuestas clínicas y de salud pública podrían necesitar ser específicas del sexo", dijo Matias, quien también es codirector asociado de la facultad en el Instituto de Alimentos de Berkeley.
Los estudios se realizaron con trabajadores agrícolas en Mendota, Oxnard y Watsonville. A Matías le gustaría ampliar el alcance para evaluar la salud de los trabajadores agrícolas en todo el estado.
"El artículo 'La carga de enfermedades crónicas entre los trabajadores agrícolas latinos en California' claramente pone en primer plano 'brechas' sociodemográficas y socioeconómicas muy importantes únicas para los trabajadores agrícolas, un segmento esencial de nuestra población y fuerza laboral", dijo de Barraicua de Líderes Campesinas.
"Necesitamos promulgar políticas que faciliten el acceso a la atención médica, incluidos los servicios de salud mental; clínicas rurales y móviles gratuitas de fácil acceso; servicios de telesalud, esencialmente cobertura de salud sin restricciones para todos", dijo de Baracuaca y agregó que se necesitan trabajadores de salud comunitarios de confianza que conozcan la cultura de los trabajadores agrícolas y hablen su idioma.
También señaló la creciente población de trabajadores agrícolas indígenas mexicanos y enfrentan mayores desafíos relacionados con el acceso al idioma, la educación limitada y el estatus migratorio.
El artículo, co-escrito por Matias, Schenker, la investigadora postdoctoral de UC Berkeley Caitlin French y el estudiante Alexander Gomez-Lara, se publica en Frontiers in Public Health.
Adaptado al español por Ricardo Vela del artículo en inglés
/span>- Author: Ricardo Vela
La obesidad infantil ha alcanzado cifras alarmantes en Estados Unidos, poniendo a miles de menores de edad en riesgo de sufrir enfermedades crónicas. Afortunadamente, las autoridades médicas y gubernamentales han tomado conciencia de esta situación e iniciado una serie de medidas preventivas en varios frentes de acción.
Septiembre es el Mes Nacional para la Prevención de la Obesidad Infantil y una buena oportunidad para recordarle al público que la prevención empieza en casa y se puede lograr de manera fácil y divertida.
La clave, según expertos de la Universidad de California, está en la alimentación y la actividad física. Ellos saben que no es fácil cambiar los hábitos alimenticios de una familia, ni incrementar la actividad física de un día para otro. Programas como EFNEP (Expanded Food and Nutrition Education Program) cuentan con la asesoría de expertos de UC para impartir clases sobre nutrición a padres y estudiantes. Varios estudios han reportado cambios en la alimentación de las familias que participan en estos cursos.
“La falta de un cambio es algo peligroso. Los Estados Unidos, junto con México, poseen las tasas de obesidad más altas en el mundo industrializado. Con estas tasas de obesidad infantil extraordinariamente altas, nos encontramos en el camino hacia índices de enfermedades crónicas que se incrementan como nunca antes, incluyendo no solo la diabetes, sino también enfermedades del corazón y algunos cánceres, lo cual incrementa los costos por atención médica y reduce la productividad”, expresó Pat Crawford, directora principal de investigación del Instituto de Políticas sobre Nutrición de la División de Agricultura y Recursos Naturales de UC.
La incidencia de obesidad infantil ha aumentado el número de casos de diabetes tipo 2 entre niños. Las autoridades médicas advierten que si no se controla la diabetes, esta enfermedad puede resultar en problemas renales, ceguera, enfermedades cardiovasculares y amputaciones.
Por si fuera poco, los latinos, al igual que otros grupos de minorías étnicas, tienen un riesgo mucho más alto de desarrollar diabetes, una causa principal de muertes.
Proteja a sus niños de esta enfermedad:
- En vez de que pasen mucho tiempo sentados frente al televisor o divirtiéndose con juegos en la computadora, anímelos a que salgan a jugar. La actividad física es la mejor forma de evitar el sobrepeso y los ayuda en su desarrollo físico y mental.
- Hasta donde le sea posible, aproveche cualquier oportunidad para compartir con ellos este tipo de actividades. Así les da un buen ejemplo que ellos seguramente seguirán por el resto de sus vidas.
- Vea. que coman menos grasas y azúcar, sobre todo, menos “comida chatarra” como hamburguesas, papas fritas y bebidas gaseosas. Estos alimentos contribuyen al sobrepeso.
- Acostúmbrelos a comer alimentos y bocadillos sanos, especialmente más frutas y verduras, y a horarios regulares.
- Algo muy importante, vea que sus niños reciban exámenes médicos con regularidad. Es la mejor forma de detectar cualquier enfermedad y comenzar un tratamiento oportuno para prevenirlas.
- Author: Pamela Kan-Rice. Adaptado al español por Leticia Irigoyen.
Las estudiantes de postgrado de la UC Berkeley Kristal Caballero, Elsbeth Sites y Sonya Zhu son las becarias de la GFI y trabajarán con académicos y personal de ANR para abordar el tema de cómo alimentar de manera sustentable y nutritiva a una población mundial que en el 2025 alcanzará los ocho mil millones de personas.
Las becarias de la GFI son parte de un grupo de 50 estudiantes y graduados de la UC que trabajan en proyectos relacionados con los alimentos en los 10 campus de la UC, la oficina del presidente de la UC, el Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley y la UC ANR.
Las becarias de la GFI se reúnen en conferencias, viajes de estudios y eventos para hacer contactos. La primavera pasada, UC ANR llevó a cabo el recorrido de becarios por el delta de los ríos Sacramento-San Joaquín para aprender más sobre la relación entre alimentos, agricultura y medioambiente.
Las becarias de la GFI 2017-18:
Kristal Caballero, de San José, es estudiante de postgrado de la Facultad de Salud Pública de la UC Berkeley. Con su trabajo en el equipo de Comunicaciones Estratégicas de UC ANR, Caballero se enfocará en esfuerzos de divulgación de información y educación para educar al público sobre nutrición, seguridad alimentaria, programas federales de alimentos, desperdicio de alimentos, obesidad infantil y temas relacionados. Caballero utilizará una variedad de herramientas de comunicación para publicar los resultados de la investigación del Instituto de Políticas sobre Nutrición sobre temas relacionados con la nutrición y alimentos y para informar a los legisladores.
Sonya Zhu, de Iowa City, Iowa, es estudiante de postgrado de la Facultad de Políticas Públicas Goldman, de la UC Berkeley. Zhu conducirá un segundo análisis del estudio Comunidades Saludables en el Instituto de Políticas sobre Nutrición, un estudio observacional de más de cinco mil niños de entre cuatro y 15 años que fueron reclutados en 130 comunidades de todo EUA entre el 2013 y 2015. Ella examinará el efecto que tiene la inseguridad alimentaria en el hogar en la conducta dietética y actividad física.
- Author: Norma De la Vega
Casi una de cada cuatro mujeres, a nivel nacional, es obesa antes de embarazarse, lo que aumenta el riesgo de complicaciones para la salud del bebé y la madre. Además, desde 1980 la tasa de obesidad infantil en niños de 2 a 19 años se ha triplicado y los latinos y afroamericanos son los más afectados.
Estas estadísticas se dieron a conocer en la Novena Conferencia Bienal sobre Obesidad Infantil efectuada en la ciudad de San Diego en donde asistieron alrededor de 2 mil personas. Expertos de todo el país se enfocaron en analizar cómo las desigualdades sociales y la falta de oportunidades para llevar una vida sana crean resultados negativos y muy costosos como la obesidad, un problema de salud que puede prevenirse; sin embargo, las estadísticas son alarmantes según el estudio StateofObesity.org
English Summary: |
- Una de cada 16 mujeres embarazadas en el país tenía o desarrolló diabetes durante el embarazo, conocida como diabetes gestacional.
- Más de 15 millones de niños viven en hogares en inseguridad alimentaria, es decir no tienen acceso a los alimentos nutritivos.
- 70% los niños afroamericanos, 66% de indios nativos, 64% por ciento latinos y 34% anglosajones, menores de 3 años de edad viven en familias de bajos ingresos.
- Los niños que crecen en familias de bajos ingresos y barrios están en mayor riesgo de obesidad y problemas de salud relacionados.
El sobrepeso es un problema de salud preocupante porque aumenta el riesgo de varias enfermedades como diabetes, hipertensión, problemas del corazón y cáncer. Además, los niños obesos enfrentan más problemas en el aprendizaje porque faltan más a la escuela.
Lorrene Ritchie, directora del Instituto de Políticas de Nutrición de la División de Agricultura y Recursos Naturales de la Universidad de California, sostiene que, si bien el sobrepeso es una responsabilidad personal, pues cada uno decide, cada día, qué comer y qué hacer para mantener una vida activa; también, es un hecho que hay factores sociales que impactan en la salud. El lugar de residencia es determinante porque no todas las personas tienen las mismas oportunidades de llevar una vida saludable.
Haga "clic" aquí para leer el guion.
“Hay preocupación porque el acceso a la nutrición, la actividad física y las oportunidades de tener una alimentación saludable no son iguales para todos, sostuvo Ritchie. “En otras palabras, hay personas, en ciertas comunidades, cuyo acceso a los alimentos saludables no está allí en su localidad. Tienen que viajar millas y millas para obtener frutas y verduras y para obtener el tipo de alimentos que quieren comer”.
En la conferencia se enfatizó que la obesidad está profundamente ligada la pobreza y millones de niños en el país no tienen acceso a los alimentos saludables. Viven en comunidades en donde no hay suficientes supermercados con precios accesibles para frutas y verduras, en cambio abundan comercios que ofrecen comida rápida con alimentos altos en azúcar, sal y grasa.
Los expertos de UCANR resaltaron la necesidad de trabajar en las comunidades y con la participación de líderes comunitarios.
Javier Morales, director ejecutivo de Praxis Project, una organización nacional que lucha por la justicia en la salud, sostuvo que la obesidad es un problema de salud complejo y es también resultado de los múltiples retos que enfrentan millones de familias en el país. “En muchas comunidades pobres y rurales no tienen agua limpia para beber y ese problema puede causar obesidad, no hay parques seguros en donde practicar actividad física y eso puede causar un problema de obesidad”.
Morales, añadió que los programas de salud no están llegando a todas las comunidades de manera equitativa. “Lo que estoy haciendo en esta conferencia es tratar de demostrar que hay mucho más trabajo que hacer para mejorar la salud de nuestras comunidades y que los modos tradicionales de la salud pública no necesariamente funcionan en nuestro caso, nosotros necesitamos trabajar juntos para mejorar la salud.”
La prioridad para los expertos de nutrición de UCANR es encontrar, a través de la investigación y el trabajo conjunto con las comunidades, opciones prácticas para crear comunidades saludables, en donde los alimentos nutritivos sean la opción más barata y accesible. Y hay avances importantes, por ejemplo, en las escuelas ya se ofrecen más frutas y verduras y se han eliminado las sodas y otras bebidas dulces.
Pero aún más allá, los expertos subrayan que los padres pueden hacer mucho para ayudar a sus hijos. “Yo creo que lo más importante es que nosotros creemos un ambiente saludable para nuestros niños y se debe empezar desde el inicio de su vida primero con lactancia materna y después acostumbrando al niño a las comidas saludables y hay mucha comida tradicional latina que es saludable y aceptable para los niños,” sostiene Gail Woodward-López, directora del Instituto de Políticas de Nutrición de la División de Agricultura y Recursos Naturales de UC.
Para más información sobre este y otros temas visite UC ANR en español.
Una iniciativa para mejorar sistemas alimentarios sustentables y competitivos es parte de la Visión Estratégica 2025 (Strategic Vision 2025) de la División de Agricultura y Recursos Naturales de la UC.
/table>- Author: Alberto Hauffen