- Author: Norma De la Vega
TULARE (UC) – En un esfuerzo por lograr que todas las personas tengan acceso a una alimentación saludable, un grupo de expertos en nutrición explora una nueva avenida.
Especialistas de Extensión Cooperativa de la Universidad analizan la posibilidad de impulsar un nuevo programa que ayudaría a hacer más accesibles frutas y verduras frescas a mujeres embarazadas y niños menores de cinco años, a la vez que impulsaría la apertura de nuevos mercados a productores locales.
“Es importante para Extensión Cooperativa ayudar a las familias a estar tan saludables como sea posible, al tiempo que ayudamos a los granjeros locales a ser económicamente viables; y estos dos propósitos pueden realizarse al mismo tiempo”, subraya Cathi Lamp, especialista en nutrición y bienestar familiar y quien es parte del grupo que lleva a cabo la investigación.
De la granja a las tiendas WIC es un programa piloto que tiene el propósito de crear comunidades más saludables y prósperas vinculando a los granjeros locales con las tiendas pequeñas del programa WIC (Women, Infants and Children) para abastecer de frutas y verduras esas tiendas.
WIC es un programa federal suplementario de nutrición que brinda orientación, información y subsidios alimenticios a mujeres embarazadas, madres con bebés y niños hasta los cinco años de edad para que coman bien y permanezcan sanos.
“Hacer más accesibles las frutas y verduras que se producen localmente a sus propias comunidades tiene beneficios para todos: ayuda a los agricultores a continuar produciendo; ayuda al medio ambiente porque no se necesita transportar las frutas y verduras a grandes distancia, y por lo tanto es menos el impacto sobre el medio ambiente y la calidad del aire; y ayuda a los consumidores porque tienen un mayor acceso a alimentos frescos y de buena calidad”, enfatiza Lamp.
Los expertos en nutrición promueven que personas de todas las edades consuman suficientes frutas y verduras puesto que proveen vitaminas, minerales, fibra y nutrientes necesarios para mantener la salud. Sin embargo, uno de los retos que han encontrado, especialmente entre las familias de bajos recursos, es que muchos de ellos viven en comunidades aisladas con poco acceso a alimentos saludables.
“Por lo menos en el condado de Tulare hay muchos sitios donde miles de familias residen en comunidades donde no hay supermercados que ofrezcan frutas y verduras. Si hay tiendas pequeñas donde se pueden comprar otros productos que no son saludables como sodas y bebidas alcohólicas”, subraya la experta.
Una investigación realizada por Lamp y un grupo de especialistas de Extensión Cooperativa, bajo la dirección de Lucia Kaiser, nutricionista en el Departamento de Nutrición en UC Davis, sugiere que establecer una relación entre los productores locales de frutas y verduras y los distribuidores de estos alimentos a las tiendas WIC aportaría un impacto muy positivo para todos los residentes de esas comunidades ya que todo mundo puede comprar alimentos en las pequeñas tiendas WIC.
California tiene el programa WIC más amplio a nivel nacional; cuenta con 82 agencias que benefician a casi un millón y medio de personas. Son familias de bajos recursos que con frecuencia no tienen auto y viven en comunidades rurales, aisladas y sin los servicios de los supermercados.
Para determinar si las familias inscritas en el programa WIC estaban interesadas en adquirir productos cultivados localmente y los factores que influyen en su decisión de compra, los expertos encuestaron, en inglés y español, a trescientas mujeres participantes en el programa WIC en los condados de Riverside, Alameda y Tulare.
La encuesta analizó prácticas de compra, necesidades de entrenamiento en nutrición, tipo de alimentos preferidos, calidad y precio de los productos frescos accesibles en sus comunidades, y productos a los que no tienen acceso y quisieran obtener.
En base a los resultados de la encuesta se elaboró una lista de 19 alimentos básicos que los encuestados desean obtener en sus comunidades. “La encuesta nos ayudó a saber qué tipo de alimentos frescos son los más deseados; por ejemplo en el condado de Tulare, los participantes de WIC quieren sandía, fresa, brócoli, melón, uva, tomate, elote y lechuga entre otros”, enfatizo Lamp.
En una segunda etapa de trabajo, los investigadores se reunieron con productores locales y representantes de las tiendas WIC para comenzar a explorar las oportunidades de abrir este nuevo mercado, al tiempo que se empezó a diseminar entre la población hojas de información práctica y sencilla sobre cómo preparar y servir esas frutas y verduras para que les gusten a los niños.
Lamp explica que para mantener una alimentación saludable, además de tener acceso a frutas y verduras, se requiere aprender el manejo adecuado de los alimentos. “Tenemos una oficina en cada condado donde la gente puede recibir educación de nutrición. Nosotros preparamos platillos que contienen frutas y verduras de manera que las personas puedan probar ahí mismo la comida, y si les gusta, se les da la receta para que lo preparen en casa. Es importante porque mucha gente no tiene experiencia en la preparación de alimentos frescos. Por lo tanto, somos un recurso valioso para la comunidad porque además proveemos la información de una manera que muestra nuestro compromiso con las diferentes culturas”, subraya Lamp.
En el 2006, el Instituto de Medicina de los Estados Unidos publicó sus recomendaciones para cambiar el paquete alimenticio del programa WIC para incluir frutas y verduras. En el 2009 el gobierno de California implementó el cambio y empezó a distribuir, a cada persona inscrita en el programa, vales o cupones por valor de 6 a 10 dólares para comprar frutas y verduras. Este ha sido un cambio importante, pues antes del 2009 el único producto fresco que era posible comprar en las tiendas WIC eran zanahorias.
“Creo que el programa WIC dio un paso muy bueno cuando se comenzó a incluir los alimentos frescos en sus paquetes porque esto significa que las familias pueden comprar algunas frutas y verduras cada mes. Cuando no se tiene acceso a alimentos saludables, como las frutas y verduras, las familias enfrentan inseguridad alimentaria. Por ejemplo, en esta época del año cuando hay poco trabajo y por lo tanto poco ingreso, las familias compran alimentos que los ayudan a sentirse satisfechos como son arroz, frijoles y tortillas de maíz; son alimentos saludables pero no es suficiente porque no proporcionan todos los nutrientes necesarios”, precisa Lamp.
El grupo de expertos de Extensión Cooperativa de la UC ha estado trabajando para dar sus recomendaciones a nivel nacional por lo que los beneficios de este programa piloto podrían extenderse a todo el país.
Si desea leer más sobre este tema, visite el sitio de la revista California Agriculture, y busque el artículo en inglés, “UC Cooperative Explores a farm-to-WIC program” en el ejemplar de enero-marzo del 2012, edición 66, volumen 1.
También puede leer el Blog de Alimentos y el Food Blog (en inglés).