- Author: Mike Hsu
El invierno húmedo y El Niño crean condiciones favorables para una infección con el patógeno Phytophthora aéreo
Ante los pronósticos de lluvias torrenciales en California, expertos de Extensión Cooperativa de la Universidad de California (UCCE, por sus siglas en inglés) alertan a los productores de almendras sobre la posible presencia del patógeno Phytophthora aéreo, que se reproduce en condiciones húmedas y puede causar un daño severo a sus huertos.
El Phytophthora, un microorganismo infeccioso del suelo, apodado “moldes de agua” por su dependencia al agua, típicamente causa que la raíz y corona en la base de los árboles se pudran. Pero algunos Phytophthora aéreos pueden viajar hacia arriba e infectar partes más altas de los árboles. Una especie –Phytophthora syringae- está llamando especial atención debido al brote sin precedentes en el pasado invierno, estimulado por los ríos atmosféricos que azotaron a California.
“Fue encontrado interestatalmente -lo que significa que en cada condado productor de almendras- y con incidencia en huertos de entre 10 y 75 por ciento de árboles infectados, manifestó Florent Trouillas, especialista en patología de frutas y nueces de UCCE. Trouillas es además patólogo de plantas de UC Davis y su laboratorio está basado en el Centro Kearny de Investigación Agrícola y Extensión en Parlier.
Trouillas y sus colegas, Alejandro Hernández, estudiante de postgrado en UC Davis y Jim Adaskaveg, profesor de patología en plantas de UC Riverside, recientemente publicaron un detallado artículo en línea, describiendo el patógeno, el cual puede infectar una variedad de cosechas, pero en California impacta principalmente a los almendros.
Aunque no mata el árbol completo, la enfermedad seca las ramas, lo cual requiere mucho trabajo adicional y más gastos para los productores de almendra. En el 2022, las almendras fueron el cuarto producto más valorado en el estado, con ventas de hasta 3,520 millones de dólares.
Durante el brote de Phytophthora aérea del año pasado, los investigadores también observaron un nuevo y preocupante fenómeno: el P. syringae, históricamente conocido por atacar los cortes causados por podas, estaba directamente infectando los retoños nuevos en los almendros, sin heridas presentes.
“En realidad, esta fue la primera vez que observamos evidencia dispersada de infección en ramitas nuevas”, mencionó Trouillas.
Aunque generalmente raro, los brotes de P. syringae han sido tradicionalmente asociados con años húmedos de El Niño, de acuerdo con Trouillas –y las recientes y persistentes lluvias a lo largo del estado debe tener a los agricultores en alto grado de alerta.
Podar durante clima seco, monitorear y mitigar si es necesario
Mientras los agricultores tienden a podar durante temporada baja de invierno, deben estar alertas sobre los pronósticos del tiempo y buscar ventanas de 10 a 14 días de clima seco para llevar a cabo esas tareas, ya sea en la formación de árboles jóvenes o dando mantenimiento a los ya establecidos.
“Si los agricultores fueran a podar durante época de lluvias –antes o inmediatamente después- esto incrementa la posibilidad de infección ya que este patógeno se esparce guiado por el agua”, explicó Trouillas.
Los investigadores especulan que el P. syringae, normalmente se encuentra en el suelo, se transporta a las partes altas del árbol mediante fuertes vientos y lluvias torrenciales. Alternativamente, los procesos de cosechas como la sacudida y barrida, también producen movimientos de aire que pueden esparcir los microorganismos a las copas de los árboles, donde permanecen en espera de condiciones húmedas favorables. Los patógenos entonces atacan las heridas o las ramas tiernas, produciendo los característicos cancros y gomas.
Los patrones y colores de las bolas de goma son clave para el diagnóstico de la infección de este particular Phytophthora aéreo. Empezando alrededor de la época de floración (mediados de febrero), los agricultores deben monitorear los cortes causados por la poda, brotes y ramas jóvenes en los árboles, especialmente en la parte de la corona, buscando señales de la enfermedad.
La singular coloración de las bolas de goma - desde dorado y ámbar y purpureo obscuro a rojo brillante (ver fotos) – son clave para diagnosticar una infección de esta particular P. syringae. Pero se les urge a los agricultores a contactar al asesor local de Extensión Cooperativa para su confirmación.
“Es muy importante para los agricultores que cuando vean goma, no asuman que es phytophthora aérea, pues existen muchas otras enfermedades que pueden producir goma en los árboles”, expresó Touillas.
Si el diagnóstico es confirmado, el agricultor podrá aplicar un compuesto que puede mitigar la infección. El informe reciente de patólogos describe varios tratamientos opcionales curativos, así como medidas preventivas que reducen la cantidad del patógeno en el suelo y por tanto la posibilidad de infección.
Para más información sobre la historia y biología del patógeno, así como varias opciones para el manejo de la enfermedad, lea el artículo de Sacramento Valley Orchard. Fuente:https://www.sacvalleyorchards.com/almonds/trunk-soil-diseases/aerial-phytophthora-outbreaks-in-wet-years.
Adaptado al español por Leticia Irigoyen del artículo en inglés. Editado para su publicación por Diana Cervantes