- Author: Pamela S Kan-Rice
Las lecciones del programa 4-H sobre disciplina, respeto y siempre estar preparada fueron la base de su éxito en los deportes y su carrera
A solo semanas de haber ganado la medalla de plata en tiro en las Olimpiadas de Verano en París, Francia, la sargento de personal del Ejército de Estados Unidos, Sagen Maddalena regresó a su ciudad natal, donde nació su interés por el deporte siendo miembro del programa 4-H. Groveland, ubicado en la entrada del Parque Nacional Yosemite en el condado de Tuolumne, la recibió con una gran bienvenida el pasado 21 de septiembre, cuando fungió como gran mariscal del Desfile 49 Gold Rush que se realiza en esta ciudad.
“Tengan un sueño, piensen en el futuro, pero actúen de acuerdo”, aconsejó la dos veces competidora olímpica a los niños cuando visitó las escuelas locales. “Yo tenía el sueño de ir a las Olimpiadas. Continué trabajando en ello y se hizo realidad”.
A una temprana edad, la tiradora comenzó a centrarse en los detalles para obtener una ventaja competitiva. Una voluntaria de 4-H recordó a Maddalena, una adolescente, rechazando una bebida gaseosa porque le preocupaba que pudiera afectar su rendimiento en el tiro.
Cuando se le preguntó sobre este recuerdo, Maddalena contestó que le parecía cierto porque las bebidas azucaradas pueden incrementar los latidos del corazón, reducir la concentración, constancia y precisión del tirador. Le gusta pensar sobre las condiciones, incluyendo el viento y la luz y ganar.
De un pequeño poblado al pódium de las medallas
Maddalena reflexionó en su camino desde cuando participó en 4-H de California en el condado de de Tuolumne – en un pueblo con una población de 540 personas – a la universidad, una carrera exitosa en el Ejército y el pódium de las medallas en la Olimpiadas. El Programa de Desarrollo Juvenil es impartido por Extensión Cooperativa de UC.
Aunque no recuerda que edad tenía, ocho o nueve años, cuando se unió al club de 4-H los Groveland Highlanders, la nativa del condado de Tuolumne recuerda vívidamente la variedad de actividades que allí había.
“Yo era de este alto”, dijo, gesticulando con la mano, “y preparaba pasteles en la clase de repostería. Recuerdo a mi instructora la líder de 4-H, la señorita [Carol] Willmon. Teníamos nuestras reuniones aquí en Groveland y yo aprendí mucho sobre finanzas, sobre cómo llevar un registro de tu ganado, cuánto los alimentas, cuál dinero entra y cuál dinero sale”.
“Yo y los borregos no éramos muy buenas amigos”, indicó la sargento. “Me encantan las cabras; las cabras y cerdos estaban bien. Y también la pase bien con los caballos, espectáculo y [estilos de equitación] inglesa y occidental con caballos. Estaba en todas partes con 4-H, pero verdaderamente me enseñaron a cuidar de mis animales”.
Pero fue el programa de tiro de 4-H el que le cambió su vida.
La seguridad en el uso de armas de fuego fue algo clave en las primeras experiencias de tiro
“Empecé con tiro en 4-H”, manifestó Maddalena, explicando que sus padres la animaron a inscribirse en el programa de tiro a los 13 años. “Querían que aprendiera sobre la seguridad en el uso de armas y poder manejar un arma si alguna vez tenía contacto con alguna. Así fue como empecé a través de 4-H. Pero con el programa de (las pistolas).22, simplemente me enganché, me encantó. Y había cierta competencia en ello. Aprendí a usar un arma de fuego de manera segura y luego competí y de allí se disparó todo”.
A partir de allí, Maddalena se unió a un equipo juvenil y llegó hasta la Universidad de Alaska en Fairbanks, en donde compitió en los Campeonatos de Rifle de la Asociación Nacional Atlética Colegial. “Eso realmente abrió las puertas a entonces a la posibilidad de ir a las Olimpiadas representando a mi país en nivel mundial”, indicó la joven.
Para perfeccionar sus habilidades de tiro y servir a su país, Maddalena ingresó al Ejército. Calificó para el equipo olímpico de Estados Unidos en el 2020, compitiendo en Japón durante la pandemia y de nuevo en el 2024. En Paris, terminó en segundo lugar en la competencia femenina de rifle de 50 metros en tres posiciones.
“4-H me preparó para el ejército enseñándome disciplina”, dijo. “Y me enseñó a cuidar de mi equipo o el ganado que tenía. Así que me enseñó esas lecciones de vida. Disciplina, respeto y a estar preparada es realmente lo que 4-H trajo a mi vida. Siendo una niña, obtener esas bases era muy importante antes de seguir adelante y luego decidí enlistarme en el Ejército.
Y luego todo cerró el círculo porque en el Ejército todo es sobre disciplina respeto y estar preparado”.
La jugadora olímpica capacita a soldados en la unidad de tiradores del Ejército
En el 49er Day, los jóvenes y miembros de la comunidad tuvieron la oportunidad de obtener algunos consejos sobre tiro de la medallista de plata, quien portaba su uniforme del Ejército. Para aquellos que aspiran a destacar en los deportes de tiro, Maddalena, quien entrena a otros soldados en tiro, les da este consejo: “Conoce lo que está detrás de tu objetivo, respeta tu equipo, cuida el gatillo y siempre ten control de tu arma de fuego”.
Maddalena, quien lleva en el ejército cinco años, continúa sirviendo como tiradora e instructora en la unidad de tiro del Ejército de Estados Unidos.
El secreto del éxito, de acuerdo con Maddalena, es trabajar continuamente para lograr una meta.
“Ten ese sueño y ese deseo”, manifestó. “Pero tienes que ponerlos en acción. Tienes que trabajar por ellos. Esfuérzate para hacer realidad esos sueños”.
Maddalena, quien tiene su base en Fort Moore en Georgia, continúa perfeccionando sus habilidades y aspira a competir por el oro en las Olimpiadas de Verano del 2028 en Los Ángeles.
“Estoy agradecida por la oportunidad que 4-H me brindó en este pequeño pueblo para permitirme participar en el programa de 4-H; realmente me ayudó a crecer”, dijo Maddalena. “Y estoy muy agradecida por ello”.
Adaptado al español por Leticia Irigoyen del artículo en inglés. Editado para su publicación por Diana Cervantes