- Author: Mike Hsu
Estudio concluye que el clima impacta en todo el estado de California y genera preocupación sobre el suministro de agua
Mientras los administradores de los sistemas de agua de todo el estado de California idean estrategias para asegurar su abastecimiento, con frecuencia se enfrentan a grandes obstáculos al tratar de implementar dichas medidas, como la falta de interés o voluntad para actuar por parte de las comunidades.
“Una de las cosas que hemos descubierto es que aun cuando los administradores de los sistemas de agua y los responsables de tomar decisiones estén realmente preocupados por el cambio climático y la escasez del agua, muchas de las estrategias con las que cuentan en realidad requieren del apoyo de los residentes”, senaló Kristin Dobbin, especialista de Extensión Cooperativa que se enfoca en la planificación y política para la justicia en el agua.
Debido a que es esencial contar con el apoyo popular para realizar muchas adaptaciones relacionadas con el agua – desde cambiar la estructura de tarifas a la aprobación de bonos para una nueva infraestructura – Dobbin y sus colegas recientemente publicaron un reporte en el que profundizan en las experiencias y preocupaciones de los residentes en torno al cambio climático y el abastecimiento de agua en sus hogares.
A través de una parte enfocada en el agua potable, de la encuesta administrada por la Universidad del Estado de California, Sacramento y becarios de la red de investigación Household Water Insecurity Experiences tuvieron la oportunidad de consultar a los californianos sobre cómo se ha visto reflejada la crisis climática en sus grifos. Los investigadores, buscaban, especialmente, analizar las percepciones de los participantes sobre los futuros riesgos climáticos en la seguridad del agua.
“Siendo un grupo que estudia el acceso al agua potable en California, con frecuencia observamos a nivel del sistema y de la comunidad”, manifestó Dobbin, quien tiene su base en el Departamento de Ciencias Políticas y Administración del Medio Ambiente de UC Berkeley. “Así que, fue muy emocionante sumergirnos a nivel del hogar y entender qué es lo que pasa a un nivel más individual”.
El impacto del clima se ve ‘por todo el estado'
La encuesta estatal, conducida durante la primavera del 2021, produjo 704 respuestas por parte de los panelistas, representando cada región censal en el estado y casi cada condado. Más de una tercera parte (34 por ciento) de los participantes dijo que su suministro de agua se ha visto afectado debido a algún evento climático extremo en los últimos cinco años. Debido al momento en que se realizó la encuesta, como era de esperarse, la sequía fue un impacto más frecuentemente mencionado. Pero más importante, es que este impacto climático fue algo que se sintió en todo el estado de California.
“Existe una inclinación a asumir que la sequía y otros impactos son un asunto geográficamente delimitado, pero lo que realmente vemos es que ese no es el caso”, indicó Dobbin. “Estos impactos suceden en todo el estado, hasta la frontera con Oregón”.
En general, un 85 por ciento de los participantes reportaron estar preocupados sobre la confiabilidad a largo plazo de su suministro de agua. Fundamentalmente, el estudio también indicó que los residentes estaban hacienda la conexión entre el impacto climático y los riesgos a la futura seguridad del agua.
“Entre más impactos reportaron, más preocupados se sentían sobre el abastecimiento y confiabilidad en el futuro”, expresó la coautora del estudio Amanda Fencl, científica principal climatóloga de Union of Concerned Scientists.
Las sequias y olas de calor, en particular, parecen, en su mayoría incrementar las preocupaciones de los residentes, sobre el abastecimiento de agua. Dobbin sugirió que si se enmarcara la necesidad de estrategias de adaptación a la seguridad del agua en torno a esos fenómenos meteorológicos podría ser especialmente útil para obtener el apoyo de la comunidad.
Conocer el nivel de preocupación en la comunidad – y entender la mejor forma de transmitir la urgencia de medidas de adaptación climáticas – podría ser una ventaja para los administradores locales que buscan ganarse el apoyo del público para proyectos hídricos más costosos. Tales proyectos podrían incluir medidas auto suficientes para reducir la dependencia en el agua importada de otras partes del estado.
“Eso pudiera alentar a algunos administrados del agua a confiar más en el cambio climático y eventos extremos como formas de motivar a los contribuyentes a que se sumen a estas decisiones de inversión más grandes”, dijo Fencl.
El estudio resalta la necesidad de una mayor investigación
Aunque las inundaciones casi no fueron reportadas como un impacto climático en los resultados de la encuesta del 2021, Dobbin manifestó que es muy posible que las respuestas serían muy diferentes hoy en día, después de que los ríos atmosféricos inundaron el estado durante el invierno pasado. Las crecidas pueden dañar las plantas de tratamiento de agua – y las tormentas interrumpir el servicio eléctrico en los pozos privados y el tratamiento de agua en sistemas más grandes, así como las instalaciones de distribución.
De hecho, en la encuesta del 2021, los apagones debido a las políticas de prevención de incendios forestales de las compañías de servicios fueron uno de los impactos climáticos más frecuentemente mencionados en la categoría “otro”, destacando para los investigadores la necesidad de considerar y planear para la interconectividad del agua y los sistemas de electricidad.
“A la gente se le olvida la interacción entre una red eléctrica confiable y la habilidad de llevar el agua a su casa y la habilidad de los sistemas hídricos para bombear y tratar el agua”, explicó Fencl. “Cuando pensamos en la respuesta a un desastre y la preparación contra un desastre, necesitamos ser un poco más holísticos”.
Los investigadores también apuntaron a las diferencias significativas en las experiencias en torno a los impactos climáticos entre los diferentes géneros y demografías raciales, en las que los participantes latinos, asiáticos americanos, isleños del Pacífico y de la comunidad LGBTQ+ reportaron mayores tasas de impactos. Dada la relativamente pequeña muestra, Fencl indicó que se necesitan encuestas más grandes – y más inclusivas – para poder obtener una imagen más clara de esos impactos desproporcionados.
Aun así, Dobbin agregó que su estudio sirve como recordatorio para los académicos, administradores del agua y legisladores para que vuelvan a poner en el centro a los miembros de la comunidad, con toda su diversidad, como participantes claves en el esfuerzo por impulsar estrategias de adaptación al clima más eficaces y sustentables.
“Una de las conclusiones del reporte es que no podemos olvidar el papel del público en esta conversación – y no podemos ignorar al público”, agregó Dobbin. “La cuestión es que la mayoría de las adaptaciones que tenemos disponibles requieren de cierto nivel de participación residencial”.
Además de Dobbin y Fencl, los autores del estudio, publicado en el diario Climatic Change, incluyen a Gregory Pierce, del Centro Luskin de UCLA para la Innovación; Melissa Beresford, de la Universidad Estatal en San José; Silvia González, del Latino Policy and Politics Institute (Instituto de Política Latina y Políticas de UCLA) y Wendy Jepson, de la Universidad Texas A&M.
Adaptado al español por Leticia Irigoyen del artículo en inglés
Editado para su publicación por Ricardo Vela
- Author: Kelly Hong
- Editor: Mishelle Costa
- Editor: Rosa I Vargas
- Editor: Shannon A Klisc
De manera colectiva, los distritos unidos de preparatoria de Santa María-Bonita y Santa María, sirven a 25,600 estudiantes que califican para comidas gratuitas o a precio reducido. Si bien las escuelas ofrecen comidas nutritivas a los estudiantes, en particular, los adolescentes compran comidas rápidas durante horas que no son de comida como después de clases. Las comidas rápidas son fuertemente dirigidas a la juventud que vive en barrios de bajos ingresos y son típicamente comidas altas en calorías que contienen azúcares agregadas, grasas saturadas y sodio. Más aun, 52.1 por ciento de los jóvenes en el condado de Santa Bárbara reportaron consumir comida rápida dos o más veces por semana. Los estudios indican que los niños y adolescentes que aprenden a cocinar a edad temprana son más inclinados a adoptar prácticas alimenticias saludables que continuarán durante la edad adulta. Comer una dieta saludable y ejercitarse regularmente puede reducir el riesgo de enfermedades relacionadas a una mala alimentación y control de peso como hipertensión, enfermedades del corazón e infartos.
Al final de cada sesión, se les pidió a los jóvenes completar el Teacher Tasting Tool (Herramienta de desgustación para el Maestro), que mide la disponibilidad de los participantes para consumir una comida particular de nuevo. Después de probar una pizza en una tortilla de harina de trigo integral, ocho (80%) de cada 10 encuestados reportaron estar dispuestos a comerla de nuevo. Asimismo, después de una sesión por separado donde los participantes probaron una ensalada de fruta elaborada con jícama, 15 (83 por ciento) de los 18 encuestados, reportaron que estaban dispuestos a comerla de nuevo y a pedirla en casa.
Al final de la serie de clases, los jóvenes completaron la encuesta cualitativa abierta “What Did You Learn” (“Que Aprendiste”), que pregunta sobre cambios en conocimiento y conductas. Diez jóvenes respondieron la encuesta y respecto a la pregunta referente al aprendizaje, el tema de mejoramiento en el manejo y seguridad en el manejo de cuchillos fue reportada con más frecuencia, seguida por reportes relacionados al incremento de conocimiento sobre nutrición y aumento del conocimiento sobre la preparación de comida saludable. Cuando se les preguntó sobre una cosa que harían diferente debido a estas clases, los estudiantes respondieron con el tema de comodidad al usar un cuchillo y preparar comida nutritiva. Cuando los jóvenes se sienten seguros con sus habilidades culinarias y de nutrición, es mas probable que tomen decisiones alimenticias mas saludables. En general, los participantes obtuvieron valiosas habilidades de vida en el arte culinario, manejo seguro de alimentos y nutrición que motivan a hacer elecciones saludables para reducir el riesgo de enfermedades relacionadas con su dieta alimenticia que apoyan los esfuerzos de ANR's para promover personas y comunidades saludables.
“Realmente me gustaron los bocados de avena, así que los preparé en casa para que mi familia los probara”. - estudiante de preparatoria.
Adaptado al español por Leticia Irigoyen del artículo en inglés
Editado para su publicación por Ricardo Vela
- Author: Amy Quinton, UC Davis
Un estudio revela que la cifra fue menor durante las citas virtuales
Mientras que las tasas de desempleo se incrementaron durante la pandemia del COVID-19, millones más de estadounidenses experimentaron inseguridad alimentaria porque carecieron de un acceso consistente a alimentos. Las organizaciones nacionales de salud recomiendan a los proveedores de atención primaria a detectar la inseguridad alimentaria entre sus pacientes, ya que, no contar con suficientes alimentos, puede llevar a enfermedades crónicas.
Las investigaciones de la Universidad de California en Davis muestran que solo un 7 por ciento de los proveedores de atención primaria preguntaron a sus pacientes sobre inseguridad alimentaria. Si la cita médica era de manera virtual o teléfono, solo un 3 por ciento preguntóó a sus pacientes sobre su acceso a alimentos. El American Journal of Preventive Medicine (Diario Americano de Medicina Preventiva) publicó los resultados de la investigación.
“Estas tasas son sorprendentes y parecen relativamente pequeñas en comparación con lo que parece como una creciente concienciación sobre seguridad alimentaria durante la pandemia”, indicó la autora Cassandra Nguyen, profesora asistente del Departamento de Nutrición de Extensión Cooperativa de UC Davis.
La experta señaló que los resultados pueden ser un indicativo de que los proveedores de servicios de salud dieron prioridad a las respuestas de emergencia ante el COVID-19. El estudio mostró que una vez que las personas tuvieron acceso a las vacunas contra el COVID-19, las preguntas sobre seguridad alimentaria se incrementaron a un 10 por ciento.
Barreras a las preguntas por tele medicina
Las preguntas sobre inseguridad alimentaria durante las citas por telemedicina se mantuvieron bajas aun después de que las vacunas estuvieron disponibles. Nguyen manifestó que eso puede sugerir que las citas por telemedicina tienen barreras únicas.
“Una de esas barreras podríaó ser la preocupación sobre privacidad y si el paciente se encuentra solo o se siente cómodo discutiendo una experiencia potencialmente estigmatizante como la de inseguridad alimentaria. Esto puede disuadir a un proveedor de cuidado primario a preguntar sobre el tema”, agregó Nguyen.
Preguntar puede ser tambien más difícil si los pacientes no están familiarizados con la tecnología necesaria o si hay interrupciones tecnológicas durante las citas de telemedicina. Nguyen dijo que se necesitan más estudios sobre las barreras potenciales ante la creciente popularidad de las citas por telemedicina desde la pandemia.
La investigación examinó récords de salud teleelectrónicos e información clínica de una red nacional de más de 400 centros de salud comunitarios en 16 estados. Se examinaron Encuentros entre el 11 de marzo del 2020 y el 31 de diciembre del 2021. Durante el examen, que típicamente incluye a un proveedor de atención primaria, se le pide al paciente responder si una o las dos siguientes declaraciones son con frecuencia ciertas o algunas veces ciertas:
- Durante los pasados 12 meses nos preocupamos de que nuestra comida se acabara antes de tener dinero para comprar más.
- Durante los pasados 12 meses la comida que compramos no nos duró y no tuvimos dinero para comprar más.
Entre los coautores se encuentran Rachel Gold de OCHIN Inc. y el Centro Kaiser Permanente Northwest para la Investigación sobre la Salud; Alaa Mohammad, Dedra Buchwald y Clemma Muller de la Universidad del Estado de Washington; Molly Krancari, Megan Hoopes y Suzanne Morrissey de OCHIN Inc.
Tambien apoyaron la investigacion el National Center for Advancing Translational Sciences of the National Institutes of Health (Centro Nacional para el Avance de las Ciencias Traslacionales de los Institutos Nacionales de Salud) y el National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases (El Instituto Nacional de la Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales).
Adaptado al español por Leticia Irigoyen del artículo en inglés
Editado para su publicación por Ricardo Vela
- Author: Saoimanu Sope
El programa REC ha llegado a más de 168 mil personas gracias al amplio apoyo comunitario
Las expresiones de “oohs” y “aahs” se escuchan por todo el salón de clases cuando Stacey Amparano directora del programa Farm Smart, en el Centro de Investigación y Extensión del Desierto de Holtville, arranca una mazorca de maíz, la sostiene en el aire y comienza a quitar las hojas hasta mostrar un grano amarillo brillante.
“¡Es maíz!” grita uno de los miembros de la audiencia. Amparano enseña a un grupo de estudiantes de kínder como desgranar una mazorca y les explica sus múltiples usos.
Farm Smart, es un programa que enseña, a través de actividades prácticas, a niños y familias enteras la importancia de la agricultura. En el Valle Imperial y áreas circunvecinas más de 168 mil personas han participado desde 2001. Es parte del programa comunitario del Desert Research and Extension Center– uno de nueve centros establecidos por la División de Agricultura y Recursos Naturales de la Universidad de California, UCANR.
Enclavado en la esquina sureste del estado, el Valle Imperial alberga más de 500 mil acres de tierras agrícolas con más de 65 cultivos. El sitio ideal para enseñar a los jóvenes la importancia agrícola y las contribuciones del Valle para California, los Estados Unidos y el mundo.
“Farm Smart es un recordatorio para los niños de que provienen de un lugar que alimenta a la mayor parte del país durante todo el año. Es algo para sentirse orgulloso”, dijo Amparano.
Aunque los niños podrían noentender bien, por ahora, la misión tan importante que cumple Farm Smart, la comunidad que sí lo entiende y lo apoya. Más del 60 por ciento del financiamiento del programa se recibe gracias a las contribuciones de la comunidad, incluyendo organizaciones, instituciones y familias locales.
“Creo que mucha gente no sabe que Farm Smart recibe de la comunidad la mayor parte de los fondos de operación. Eso es lo que hace que este programa sea tan especial, el hecho que la comunidad confía en nuestro trabajo y quiere que continuemos haciéndolo”, indicó Amparano.
Un ejemplo, el Distrito de Riego de Imperial ha apoyado y financiado el programa desde su inicio. Tan solo en el año 2022 donó 107,500 dólares.
“Este programa ha creado más conocimiento sobre cómo se cultivan cosechan y llegan los alimentos a nuestra mesa”, dijo Norma Galindo, exdirectora de la junta de IID. “Todos los estudiantes desde primaria hasta la preparatoria están invitados a participar y es un aprendizaje práctico invaluable”.
Durante su administración, Galindo, logró el incremento de los donativos para Farm Smart y solicitó que se permietiera participar a personas de más edad además de los estudiantes. Esto creó una oportunidad para que Farm Smart atrajera a segmentos de la población, que con frecuencia son ignorados, como es el grupo de los jubilados quienes actualmente también pueden participar y aprender sobre los temas de agricultura, como el sistema de riego, tipo de suelo, la cosecha de las verduras para llevar a casa y más.
Valeria Landeros, educadora comunitaria en el Desert REC, quien creció en el Valle Imperial, recordó que cuando era niña y estaba en la primaria también participó en Farm Smart. “Recuerdo qué aprendí a ordenar una vaca y a hacer mantequilla y yo pensaba que había viajado a algún lugar lejano”, señaló.
“La mayoría de las personas que crecieron en el Valle Imperial y el área metropolitana no saben nada sobre los campos que nos rodean”, expresó Clarissa Abarca, otra especialista en educación comunitaria del Desert REC.
Abarca también participó en viajes de estudios a Farm Smart durante la primaria y preparatoria y pudo percatarse que es un programa práctico que se adapta a los intereses de todas las edades. A ella, le entusiasma especialmente que el programa fomente aprecio por la agricultura; además, que enseña a los niños y adolescentes las numerosas oportunidades profesionales que hay en el sector agrícola en general.
Galindo dijo que espera que la Junta de IID siga apoyando al programa con el financiamiento que es crucial para su continuidad.
“Cualquier otro [condado]que emule este tipo de programa se beneficiará siempre y cuando se haga a largo plazo y de forma coherente. Enseñar agricultura a la gente de la ciudad es todo un proceso y no un acontecimiento”, manifestó Galindo.
Farm Smart recibió un premio estatal por su destacado servicio a la comunidad, California State Future Farmers of America Distinguished Service Award, y en marzo pasado también se reconoció su labor comunitaria durante la Conferencia Estatal FFA.
Para conocer más sobre Farm Smart, visite https://drec.ucanr.edu/Farm_Smart/
Adaptado al español por Leticia Irigoyen del artículo en inglés
Editado para su publicación por Norma De la Vega
- Author: Mike Hsu
¿Qué hacer ante los recortes en los cupones de alimentos? Expertos de UCANR ofrecen varios consejos para estirar el presupuesto.
Alrededor de 3 millones de personas que participan en CalFresh podrían enfrentar hambre y condiciones difíciles para satisfacer sus necesidades básicas, debido a que se terminó la ayuda adicional, establecida por la emergencia de Covid-19.
A finales del mes de marzo, los participantes del CalFresh, la versión californiana de SNAP Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria, recibieron la última ayuda por la crisis de la pandemia, establecida por el gobierno federal desde 2020 y que había aumentado considerablemente los beneficios para la compra de los alimentos. Es una reducción importante que podría varíar dependiendo del tamaño de la familia y el ingreso. Por ejemplo, en este mes de abril, los beneficios en la casa de una sola persona, podrían disminuir de 281 dólares a 23 dólares por mes.
“La ayuda por la emergencia tuvo un impacto tremendo en nuestras comunidades y en todo el país”, dijo Shannon Klisch, del Programa de Jóvenes, Familias y Comunidades de Extensión Cooperativa de UC. “Un estudio calculó que el alivio por la emergencia ayudó a más de 4 millones de personas, en todo el país, a salir de la pobreza, durante el último trimestre de 2021 y la pobreza infantil se redujo en 14 por ciento”.
El incremento, a los beneficios de SNAP durante la pandemia, redujó el hambre y muchos habían reconocido que finalmente estaban recibiendo la ayuda suficiente para alimentar a sus familias, indicó Wendi Gosliner, del Instituto de Políticas Sobre Nutrición, un programa de la División de Agricultura y Recursos Naturales, UCANR, que vela por la salud y nutrición de todos los californianos. Sin embargo; con la eliminación de esa ayuda de emergencia, la inseguridad alimentaria empieza a resurgir como una preocupación muy seria.
“Es inconcebible que una nación tan rica tenga tanta gente con hambre”, dijo Gosliner. “Y aquí en California, con el alto costo de vida, la inflación y las disparidades en el ingreso y la riqueza, la gente se ve obligada a explorar todas la opciones para alimentarse a sí mismos y a sus familias”.
Para garantizar que reciban la mayor ayuda posible, Klisch recomienda a los participantes de CalFresh – en especial quienes solicitaron los beneficios durante la pandemia y que son relativamente nuevos en el programa – que verifiquen doblemente su información.
“Si el condado no tiene su información más reciente, llame a la oficina en su condado o si su dirección cambió, o si ha sufrido una reducción de salario, o si aumentaron los gastos en su familia, como podría ser el costo del cuidado infantil o tiene más dependientes – todo eso le puede ayudar a obtener mayores beneficios de CalFresh”, explicó la experta.
También se puede estirar el presupuesto promoviendo hábitos saludables, por ejemplo las familias con niños en edad escolar pueden motivar a los hijos a participar en el programa de comidas escolares universales gratuitas para menores de 18 años y deben permanecer atentos a la próxima emisión de la tarjeta P-EBT (Pandemic EBT), con un valor potencial de cientos de dólares.
Asimismo, el programa California Alternate Rates for Energy Programs conocidos como CARES, por sus siglas en inglés, ofrece descuentos, de 20 por ciento o más, en el pago de la luz y el gas, a familias de bajos ingresos. Otro programa disponible es: Affordable Connectivity Program que también ofrece descuento en el pago de internet. Además, de la ayuda que ofrecen los bancos de alimentos. Pulse en el enlace cafoodbanks.org/our-members para encontrar el banco más cercano a su comunidad.
“Le pedimos a las familias de recursos limitados que aprendan a navegar por los sitios en linea de esos programas y aprovechen la ayuda ya que es otra manera de ahorrar” indicó Klisch “Cuando las familias tienen suficiente dinero para alimentos todos se benefician porque se reduce el costo del cuidado de la salud y aumenta la actividad económica”.
Gosliner agregó que las personas deben informarse sobre su elegibilidad para recibir beneficios de WIC (Programa Especial de Nutrición Suplementaria para Mujeres, Infantes y Niños) así como el Crédito Tributario por Ingreso de Trabajo (EITC, por sus siglas en inglés) y CalEITC, beneficios para aliviar la pobreza poco utilizados por los californianos.
“Las personas deben asegurarse de tener acceso a todos los beneficios de la red de seguridad para los que sean elegibles”, agrego Gosliner
Market Match y otros incentivos que tambien pueden ayudar
A través de programas como Market Match, disponibles en aproximadamente 300 mercados de granjeros en todo California afiliados con el Ecology Center, los participantes de CalFresh pueden “igualar o recibir un dinero extra” en sus beneficios de EBT, para comprar más frutas y verduras en su mercado local (usualmente hasta 10 o 15 dólares por visita).
“Para las personas que buscan estirar su dinero de los alimentos, Market Match es una forma práctica de hacerlo”, dijo Klisch, quien ha dirigido los esfuerzos de UCCE en la promoción de ese programa en la Costa Central desde el 2017.
En el 2017 se canjearon alrededor de 48 mil dólares en beneficios de CalFresh y Market Match en los mercados de granjeros, cifra que en 2022 ascendió a un total de 207 mil dólares, un incremento del 327 por ciento. A nivel estatal, de acuerdo con las cifras de Ecology Center, las compras a través de CalFresh y Market Match aumentaron 161 por ciento entre el 2019 al 2021, alcanzando un total de 13 millones dólares.
“Las personas que usan Market Match definitivamente les encanta el programa y sienten que es increíblemente útil”, sostuvo Gosliner, cuya investigación ha demostrado que ese tipo de incentivos para la nutrición están asociados con un incremento en la seguridad alimentaria.
La experta agregó que el Departamento de Servicios Sociales de California está desarrollando un programa piloto para ampliar esos beneficios a otras tiendas de alimentos.
A pesar de ser el más grande en su tipo, Market Match es solo uno de los programas en California que ofrecen los beneficios o incentivos en la compra frutas y verduras bajo el California Nutrition Incentive Program (Programa de Incentivos para la Nutrición de California), que es financiado principalmente por GusNIP (el programa nacional de Incentivos para la Nutrición Gus Schumacher).
Los fondos de GusNIP – y SNAP en general – son regulados por la Ley Agrícola de los Estados Unidos que se renueva, tipicamente cada cada cinco años y actualmente se encuentra en negociación ante el Congreso.
Adaptado al español por Leticia Irigoyen del artículo en inglés
Editado para su publicación por Norma De la Vega