- Author: Myriam Grajales-Hall
RIVERSIDE (UC) - Durante la temporada de fiestas, todos queremos regalar algo a nuestros niños. Probablemente también recibirán regalos de familiares y amigos. Los disfrutarán mucho pero, como ya se han dado cuenta muchos padres, pueden llegar a fijarse demasiado en recibir, recibir y recibir y olvidarse de dar a los demás.
Para evitar que sus hijos se conviertan en "duendes pedigüeños," Karen Varcoe, especialista en asuntos del consumidor con Extensión Cooperativa de la Universidad de California, sugiere que, antes de que lleguen las fiestas, reflexione sobre lo que significan para usted. Recuerde que los niños aprenden lo que ven, así que decida qué ejemplo quiere dar a sus hijos respecto a cómo espera celebrar la época decembrina. Varcoe brinda estas sugerencias:
* Haga un esfuerzo por dar regalos a otras personas menos afortunadas. Haga que sus niños escojan una obra de caridad y decidan ayudar. En el último mes del año, muchos grupos de beneficencia reúnen regalos, objetos personales y alimentos para personas necesitadas. Si es posible, haga que sus hijos participen en comprar o hacer regalos y entregarlos a la organización caritativa. Esto ayudará a sus niños a ver lo afortunados que son.
* Durante esta época, trate de cambiar el énfasis de recibir regalos a dar nuestro cariño a las personas que amamos. Deje que sus niños participen activamente en la selección de regalos para amistades y familiares. El trabajar juntos haciendo regalos que van a obsequiar es una manera maravillosa de pasar un rato muy especial y ameno con sus niños. La rutina diaria a veces se interpone para que padres e hijos pasen más tiempo juntos.
* Decida de antemano cuánto quiere o puede gastar en los regalos y otras compras para las fiestas y no gaste más de esa cantidad. No se deje influenciar por el regalo que más anuncien en la radio o televisión y recuerde que los niños no necesitan todas las cosas que quieren. Muchas veces, ya no juegan con el juguete del año anterior, ese por el cual rogaron y suplicaron para que usted se los comprara. Hable claramente con sus hijos. Dígales que no recibirán todo lo que anoten en su lista de deseos. Si las expectativas de sus niños son razonables, probablemente quedarán contentos con lo que usted les dé.
* Si usted quiere que sus hijos reciban algo más en esta temporada que solamente los productos que venden los comerciantes, usted tiene que en enseñarles que las fiestas de diciembre tienen un significado especial. Tal vez sea religioso o cultural, o simplemente el hacerles ver que esta época está llena de tradiciones familiares muy especiales. Ayude a sus niños para que vean las fiestas de fin de año desde otro punto de vista que no sea solamente el comercial. Cuénteles historias, lean juntos y trabajen en familia en los preparativos.
* Y no se olvide de los demás familiares y amistades que, seguramente, también le regalarán algo a sus hijos. A ellos también les gusta saber que su regalo es apreciado. Asegúrese que sus niños den las gracias por cada regalo que reciban antes de que se apresuren a abrirlo. Si es posible, pídale a sus niños que no abran todos los obsequios a la carrera; haga que un abran un regalo y jueguen con él un rato, antes de abrir el siguiente. Así apreciarán cada uno aun más y todos estarán más contentos.
* Si sus niños abren regalos de familiares y amigos que no estén presentes, asegúrese que les hablen por teléfono o les envíen una carta, agradeciéndoles su atención. Escribir estas cartas de agradecimiento también puede ser una actividad que pueden disfrutar en familia y es una buena costumbre que los niños deben aprender.
"Los niños imitan lo que ven y escuchan," señala Varcoe. "Déles un buen ejemplo a sus hijos. Antes de que llegue la Navidad, quizás debemos reflexionar acerca del significado que estas fechas tienes. Luego podremos decidir que valores y tradiciones queremos inculcar en nuestros niños".
- Author: Myriam Grajales-Hall
RIVERSIDE (UC) - ¿Así que, con los primeros días de enero usted se ha decidido a dejar los malos hábitos? ¿O quizás ha resuelto quitarse esas 20 libras de más? ¿O a llegado al punto en que finalmente ha decidido dejar de fumar? ¿O volverse más organizado? ¿O comenzar un programa de ejercicios? ¿O dejar la botella?
Los buenos propósitos de año nuevo son excelentes, especialmente cuando la meta es la autosuperación y la salud, dice Robin DiMatteo, sicóloga de la Universidad de California en Riverside. Pero tenga en mente, advierte ella, que las intenciones de año nuevo pueden ser o una bendición o una pesadilla: un buen empujón para el ego si el propósito tiene éxito; o un duro golpe para la autoestima si el sueño se desvanece.
Pero no lo tome tan a pecho, aconseja DiMatteo, puesto que no es tan difícil como parece. Un resbalón, y aun varias caídas no significan la derrota. "El mundo está lleno de tentaciones," señala la sicóloga, "y todos nos exponemos a caer en sus garras. Espere eso y no se dé por vencido si sucumbe."
Si ha tomado una determinación de año nuevo, con eso ya lleva la delantera: usted ha reconocido el paso que debe dar y se ha comprometido a lograr la meta trazada. Ahora, sólo necesita llevarla a cabo.
"El comprometerse a hacer algo es bueno. Sabemos, por investigaciones de sicología, que hacer un compromiso o tomar una determinación es un importante primer paso. Esto muestra que la persona se preocupa por el cambio y quiere hacerlo. La gente tiene que comprometerse para poder tratar," dice DiMatteo.
El problema radica en que tal vez la obligación o compromiso no sean suficiente. Si una persona decide hacer un cambio pero no tiene los recursos, probablemente no lo logrará. "Alguien que haya tratado de dejar de fumar muchas veces podría necesitar ayuda de alguien para lograrlo," sostiene la experta. "Así que el siguiente paso es buscar un programa de consejería para fumadores, o un programa de apoyo."
Las personas que juran que dejarán de beber y sufren por conseguirlo deben reconocer que quizás necesitan ayuda, como un programa de desintoxicación u otros tipos de consejería.
"Eso es lo que da resultado," afirma DiMatteo, "si realmente quiere dejar el vicio del alcohol."
Otro problema está en tener expectativas razonables. "A menudo la gente hace propósitos que son casi imposibles de cumplir, como 'nunca más voy a comer otro postre mientras viva'. Y, bien, esto es imposible porque se les presentarán muchas tentaciones," indica.
Sin embargo, hay un secreto, de acuerdo con DiMatteo. Se debe estar preparado para reconocer que puede haber una recaída, un regreso momentáneo al comportamiento que se está tratando de cambiar. Sólo la forma en que se haga frente al problema determinará el éxito o el fracaso.
Generalmente, la persona que ha jurado renunciar a los postres y caramelos sucumbe ante un postre tentador, se encoge de hombros y se abalanza sobre un pastel entero con la excusa de que es imposible cambiar. Lo que debería hacer, aconseja la sicóloga, es decir calmadamente:
"Me comí un pedazo de pastel. Lo disfruté, y ahora trataré de ser fiel a mi propósito." Todo mundo necesita reconocer que una recaída no es el fin del mundo.
Pero Di Matteo advierte un par de cosas: Aunque el Día de Año Nuevo es un momento lógico y oportuno para hacerse buenos propósitos, no es necesariamente el más práctico. En realidad, la temporada decembrina es una época muy difícil para hacerse propósitos. "Es mejor comenzar el 6 de enero, cuando todos regresamos al trabajo y ya no hay toda esa comida y bebida," dice DiMatteo.
Finalmente, todos debemos reconocer que siempre es difícil cambiar el comportamiento. Es un proceso lento que toma tiempo y compromiso. "Haga sus propósitos de año nuevo," recomienda DiMatteo, "Sea sincero consigo mismo y no se dé por vencido aunque tenga una recaída o dos".
- Author: Myriam Grajales-Hall
RIVERSIDE (UC) - La llegada del fin de año lleva a muchos a las tiendas, una y otra vez, en búsqueda del obsequio ideal o de aquel juguete que los niños han estado pidiendo por meses. Sin embargo, de tanto "abusar" de la billetera, enero se convierte en un verdadero dolor de cabeza al tener que lidiar con las cuentas que comienzan a llegar y que borran de nuestra memoria los recuerdos dulces de las fiestas de fin de año, al tener que encarar la dura realidad de las deudas a pagar y ¡con intereses!
"En nuestro afán de celebrar las fiestas decembrinas," señala Karen Varcoe, especialista en asuntos del consumidor con Extensión Cooperativa de la Universidad de California, "a veces se nos olvida que, sin darnos cuenta, en un mes podemos gastar en cosas que normalmente no forman parte de nuestro presupuesto, como: envío de paquetes por correo, viajes, decoraciones para el interior y el exterior de la casa, donativos, diversiones en casa y fuera del hogar, visitas de familiares y amigos, limpieza de la casa, ropa para las fiestas, llamadas de larga distancia, tarjetas y estampillas postales, papel para envolver regalos y moños y, claro, regalos para familiares, amistades e intercambios de regalos en el trabajo".
¡No se arrepienta de los gastos que haga en diciembre! Mejor, planee cómo realmente quiere celebrar ésta linda época y qué es lo que realmente quiere y puede regalar. Varcoe recomienda que en vez de regalar obsequios materiales, se regalen experiencias. Estas no se desgastan con el tiempo ni se rompen, sino que aumentan de valor, tienen un bello significado y, generalmente, cuestan menos que los regalos que se compran.
Por ejemplo, ¿por qué no regalar clases de música, boletos para un encuentro deportivo o un espectáculo, clases en algún deporte o artes manuales, certificados de regalo para un paseo, un almuerzo, una cena en un restaurante o tal vez hasta para un masaje relajante? O quizás puede darle a un ser querido a quien le guste leer un libro cada mes por un año.
Los niños también disfrutan de los libros. "Usted puede hacer su regalo aún más especial si se graba a sí mismo leyendo el libro en voz alta, indica Varcoe. "Use el nombre del niño o niña varias veces, hable sobre los dibujos e ilustraciones que vienen en el libro y haga preguntas al ir leyendo. Regale la grabación junto con el libro y así, el niño podrá disfrutar de la grabación y el libro en cualquier momento".
Si tiene algún familiar o vecino mayor de edad, le puede regalar una libreta de cupones hechos por usted que ofrecen llevarlo a la tienda, al médico o, simplemente, una invitación para cenar en su casa.
Tome ahora unos minutos para pensar qué experiencias puede regalar a sus seres queridos. Seguramente encontrará que es posible demostrar su cariño y deleitar a sus familiares y amigos sin vaciar su billetera. Así, cuando llegue enero, ¡realmente tendrá un Feliz Año Nuevo!
- Author: Myriam Grajales-Hall
FRESNO-(UC)--Llegan las fiestas de fin de año y la casa se llena con familiares y amigos, incluyendo niños y ancianos. Para las personas mayores de edad o para cualquier persona cuyo sistema inmunológico esté debilitado, las bacterias que se pueden encontrar en los alimentos pueden tener serias consecuencias, mortales en ciertos casos.
Asegúrese que los platillos que con tanto cariño les sirve no contengan bacterias peligrosas. Ponga en práctica las recomendaciones que brinda Jeanette Sutherlin, consejera de nutrición y asuntos de la familia y el consumidor con Extensión Cooperativa de la Universidad de California:
Al comprar y guardar los alimentos
· Deje la compra de los alimentos para lo último; así podrá refrigerarlos lo antes posible sin tener que dejarlos en el auto mientras hace otros mandados.
· En la tienda, busque primero los productos que no requieren refrigeración; justo antes de ir a pagar, compre los alimentos refrigerados y congelados que necesita.
· Coloque las carnes y aves crudas, por separado, en bolsas de plástico para evitar que los jugos caigan sobre otros alimentos y los contaminen.
· Al llegar a casa, saque primero los alimentos perecederos y refrigérelos de inmediato. Ponga la carne en la repisa más baja del refrigerador o en una gaveta para que los jugos no choreen sobre otros alimentos.
· Mantenga la temperatura del refrigerador a no más
de 40° Fahrenheit y la del congelador a no más de
0° F para retardar el
desarrollo de las bacterias.
Al preparar los alimentos
· Antes y después de preparar alimentos, lávese las manos muy bien con jabón y agua caliente durante 15 a 20 segundos y séqueselas con una toalla de papel.
· De preferencia, use una tabla para picar para la carne cruda y otra para ensaladas y demás alimentos que no se tengan que cocer. Puede también usar un lado de la tabla para carnes y el otro para los demás alimentos.
· Lave las tablas para picar y la mesa o mostrador de la cocina con una solución desinfectante: mezcle una cucharada de cloro en un galón de agua.
· Use toallas de papel para limpiar las superficies de la cocina puesto que las bacterias tienden a quedarse en las esponjas y, al usarlas, usted puede pasar las bacterias a otras cosas. Si usa toallas de tela, lávelas diariamente en la lavadora con agua caliente
Al cocinar los alimentos
· Compre un termómetro para carnes ¡y úselo! Con él puede asegurarse que los alimentos están cocidos por completo. Coloque la punta del termómetro en la parte más gruesa de la carne o ave, pero lejos del hueso.
· Cocine la carne roja hasta que alcance a una temperatura interna de por lo menos 160° F y las aves a por lo menos 180° F.
Al servir los alimentos
Las bacterias se multiplican rápidamente cuando los alimentos se dejan a temperatura ambiente por mucho tiempo, como sucede con las comidas estilo cafetería o "buffet". Las medidas a continuación pueden evitar que sus platillos contengan "invitados indeseables" que puedan enfermar a sus invitados:
· Al servir alimentos estilo buffet, use una bandeja eléctrica o algo similar para mantener calientes los alimentos calientes. Ponga los fríos sobre hielo para mantenerlos fríos.
· Use platos de servir pequeños que pueda sustituir con frecuencia (por lo menos antes de las dos horas). No agregue alimentos frescos sobre alimentos que hayan estado sin refrigeración.
· Mantenga refrigeradas las bandejas con alimentos hasta que vaya a servirlos.
· Si vuelve a calentar los alimentos, asegúrese que se calienten por completo a una temperatura interna de 165°.
Al guardar los sobrantes de alimentos
· Refrigere o congele los sobrantes antes de que pasen dos horas.
· Divida los alimentos en recipientes poco profundos para que se enfríen con rapidez y métalos de inmediato al refrigerador o congelador.
· Separe la carne de los huesos del pavo. Corte la pechuga en rebanadas. Puede dejar entero lo demás. Refrigere o congele.
· Use los sobrantes de alimentos cocidos antes de cuatro días. O si lo desea, puede congelarlos para disfrutarlos más adelante.
Estas sencillas medidas ayudarán a que sus invitados tengan sólo recuerdos gratos de la comida que disfrutaron en su compañía.
- Author: Myriam Grajales-Hall
FRESNO-(UC)--En ocasiones, las temperaturas nocturnas en otoño o invierno pueden bajar tanto que los árboles se hielan, sufriendo daños. Si sus árboles son de hoja caduca o coníferas de hoja perenne, por lo general resisten bien el frío. Si no lo son, protéjalos con las sencillas medidas que recomienda Mark Freeman, asesor agrícola de Extensión Cooperativa de la Universidad de California.
"Las lucecitas navideñas pueden generar suficiente calor para evitar que se hielen los árboles de hojas anchas," precisa Freeman, "especialmente si se cuelgan dentro de la copa del árbol, particularmente de los cítricos". O también se pueden cubrir los árboles y arbustos con una sábana o manta delgada para protegerlos del frío.
Freeman recomienda además que se moje la tierra debajo de los árboles y arbustos durante el día. El agua, a pesar de estar aproximadamente a 60º Fahrenheit, resulta cálida en comparación con la temperatura del aire. Al enfriarse, despide calor que también protege a las plantas. Sin embargo, se debe tener cuidado para evitar mojar las hojas a menos que se continúe el riego durante toda la noche; de otra manera, el agua que cayó en las hojas se puede congelar y dañar la planta.
Cuide sus árboles y arbustos: recuerde que también pueden sufrir por el frío nocturno en una noche helada. Un poco de agua, una frazada y alegres luces navideñas son herramientas eficaces para mantenerlos saludables.