Recomiendan a la industria agrícola invertir en agricultura y tecnología
“Arriésguense”, insta Steve Fennimore.
Durante los 28 años que Steve Fennimore trabajó en el Departamento de Ciencias de las Plantas de UC Davis, sus esfuerzos siempre se enfocaron en desarrollar un método que permitiera a los agricultores controlar las malezas en sus cultivos sin tener que recurrir al uso de herbicidas.
Durante su trayectoria como científico especialista en malezas de UC Davis y años antes de que el uso del bromuro de metilo fuera prohibido en los campos de cultivo por sus efectos nocivos en la capa de ozono, Fennimore trabajó junto a fabricantes en la elaboración y comercialización de herbicidas menos tóxicos.
Creyendo que la solución al problema de las malezas radicaba en una fusión entre la agricultura e ingeniería, Fennimore centró sus esfuerzos en la creación de una máquina de vapor que permitiera no solo eliminar las malezas, sino también las plagas durante la preparación de la tierra, en el cultivo de fresas y otros cultivos especializados.
Fennimore se jubiló recientemente de UC Davis, pero su compromiso por encontrar esa herramienta efectiva contra las malezas en los cultivos, continúa vigente. Fennimore, fue profesor de Extensión Cooperativa en Salinas, California.
Sus muchas contribuciones en su campo fueron reconocidas recientemente por la California Leafy Greens Research Board (Junta para la Investigación de Vegetales de Hojas Verdes de California) establecida por el estado en 1973 y financiada por los agricultores. Jennifer Clarke, directora del programa de investigación de la junta, agradeció a Fennimore por todas las décadas que pasó comprometido a resolver el problema de las malezas y a explorar enfoques no químicos, como la máquina para vaporizar el suelo la cual mata las semillas de malezas y los hongos.
“Tuvo mucho éxito en ayudar a compañías a hacer que sus tecnologías (automatizadas) se ajustaran mejor a las necesidades de los agricultores”, escribió Clarke. “Su máquina de vapor no solo es una solución prometedora para las malezas, sino también para las enfermedades que de suelo”.
Cuando Fennimore crecía en la granja familiar en el valle de Willamette en Oregón, la agricultura era muy diferente. “El año en el que nací, mi abuelo tuvo que enseñar a mi padre a manejar un caballo”. En la granja cultivaban fresas, entre otras cosas.
“Dios mío, las fresas atraen a las malezas!”, recordó Fennimore. “No fumigábamos, solo las plantábamos. Las deshierbábamos seis a ocho veces en el curso de una temporada”.
Encontrar soluciones a todo ese trabajo ‘rompe espaldas” fue satisfactorio y así empezó la pasión de toda una vida. Fennimore obtuvo una maestría por parte de UC Davis en 1983 luego un doctorado de la Universidad de Purdue en Indiana antes de regresar a Davis en 1997.
Le pedimos a Fennimore que reflexionara sobre su carrera.
P: ¿Cómo ha cambiado su campo de trabajo desde que empezó?
“Mecanización”, respondió Fennimore. “La ciencia de las malezas se ha basado por años en herbicidas… Siguen disponibles y son muy buenos, pero solo controlan un 50 por ciento de las malezas en la lechuga”.
¿Cómo se puede manejar la otra mitad, al mismo tiempo que los trabajadores escasean y que el costo por mano de obra se incrementa? La tendencia por el control automatizado para las malezas en California empezó en el 2007, cuando Fennimore y Richard Smith, asesor agrícola de UCCE (ahora emérito), viajaron a Alemania y vieron un “cultivador inteligente”.
“Seis meses después, lo estábamos probando aquí”, recordó Fennimore. “Después de eso, despegó… Finalmente las industrias de Estados Unidos se involucraron. Las cosas mejoraron dramáticamente, produciendo productos que se ajustaban a nuestro sistema”.
Él dio un ejemplo: “el desbrozador láser. Produce una pequeña bola de humo y la maleza muere. Eso ha pasado justamente en los últimos tres años”.
Sin una tecnología automatizada, deshierbar es costoso, con un costo de hasta cinco mil dólares por acre o más en las fresas orgánicas. “Se realiza el deshierbado por lo menos una vez al mes. En los cultivos orgánicos, también, esa es la verdadera recompensa”.
P: ¿Qué es lo que considera la contribución más importante en su campo?
“Desarrollar un herbicida que es seguro para las fresas”, dijo Fennimore. En los 1990, la preocupación crecía en torno al impacto del fumigante bromuro de metilo en el medioambiente, el cual es muy efectivo en el control de malezas y enfermedades que se originan en el suelo. Era una herramienta especialmente útil en las fresas, pero se descubrió que reducía la capa protectora de ozono en la atmósfera de la tierra.
Fennimore trabajó junto a productores de herbicidas para desarrollar productos alternativos que pudieran usarse en combinación para lograr el trabajo. Los fabricantes finalmente registraron y dieron a conocer GoalTender (Nufarm, de Australia), Chateau (Sumitomo Chemical Company Ltd., de Japón) y H2O (BASF SE, de Alemania).
“Esa es la forma apropiada para el control de plagas, no hacerlo con un tratamiento (como el bromuro de metilo). Así es como obtienen la resistencia las plagas”, indicó Fennimore. “Esto es un control de plagas apropiado: herramientas múltiples, muchas opciones…”.
“Llevamos a cabo toda esta investigación del 2001 al 2004”, continuó diciendo. Desarrollamos el sistema y verificamos que trabajara. Lo probamos en un entorno público, le mostramos a los agricultores como lucían las plantas y la información”.
“Diseñamos un curso corto de extensión en inglés y español y lo impartimos en todas las áreas de fresas”, agregó.
Y justo a tiempo: en el 2005, California prohibió el uso de bromuro de metilo en casi todos los sitios agrícolas, aunque se sigue usando en la producción de plantas de invernadero, señaló Fennimore.
P: ¿Hay algo más que ha hecho que sea especialmente significativo para usted?
“Vapor”, manifestó Fennimore.
Fennimore ha buscado desarrollar una máquina que mate las plagas en el suelo mediante la inyección de vapor (lea la historia relacionada con el tema). Este es el proyecto apasionante que le inspira ahora. El uso de vapor data de los 1880 y sí funciona, por lo que ahora quiere buscar una manera de que su uso sea práctico a una escala de cultivo.
“Me encanta extensión, pero ahora quiero hacer algo diferente”, añadió Fennimore. “Obtuve el permiso de la oficina del rector (UC Davis) en el 2023 para dar inicio. Construí esa máquina para vegetales con financiamiento privado y estamos construyendo una para las fresas ahora mismo. Estamos hablando sobre cambios en el diseño. La ingeniería es práctica. Cada día, una nueva decisión.
“Estoy haciendo lo que puedo hacer para transmitir esto y ampliar las cosas”.
P: ¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrenta su campo hoy en día?
“Los altos costos de la mano de obra, calidad y regulación del agua”, respondió Fennimore. “Un agricultor dijo, ‘la única manera que puedo incrementar mis utilidades es recortando mis costos’”.
Invertir en tecnología automatizada puede costar más de un millón de dólares para alguna maquinaria. Sin embargo, la rentabilidad de la inversión está ahí para algunas operaciones, manifestó Fennimore (lea la historia relacionada).
P: ¿Qué tipo de consejo le daría a alguien que empieza en este campo?
“Que no tenga miedo de fallar, que tome riesgos, porque eso es parte de nuestro trabajo”, aconsejó Fennimore. “No se sientan intimidados. Yo no soy ingeniero, pero eso no me detiene (de perseguir el proyecto del vapor). No entiendo la dinámica de los flujos, pero entiendo cómo usar maquinaria y cómo establecer metas”.
Para aquellos que están más avanzados en sus carreras, agregó que “en los últimos años de sus carreras, necesitamos tomar riesgos significativos. Intentar algo de lo que no están seguros de que vaya a funcionar, pero es una actividad de alto riesgo y alta ganancia. Allí es donde me encuentro con el vapor.
“Aunque mi esposa ha establecido límites”.
P: ¿Qué consejo le da a los líderes para avanzar en este campo?
El financiamiento para el control de malezas en cultivos especializados como las fresas se asigna principalmente a la investigación de pesticidas, resaltó Fennimore. “Llevar el producto de la parcela de investigación a un producto etiquetado que el agricultor pueda usar requiere años de investigación”, para garantizar la seguridad de los cultivos y de los consumidores.
“¿Qué tal con los enfoques sin pesticidas?”, preguntó Fennimore, abogando por más inversión federal y universitaria y el apoyo en la intersección de la agricultura e ingeniería. “Los fondos federales para que los investigadores públicos desarrollen soluciones de ingeniería para el control de plagas es inadecuado. La mayoría de la tecnología de maquinaria es financiada por el sector privado.
“Mi pregunta para los administradores de UC y las autoridades gubernamentales de Estados Unidos es: ‘queremos que investigadores públicos participen en el desarrollo de tecnología, aunque sea costosa?’...
“Los Ingenieros no están capacitados en la ciencia de las malezas y los científicos en malezas no están capacitados en ingeniería”, expresó Fennimore. “Ese es el problema que veo. Los dos necesitan trabajar juntos… Necesitamos apoyar a gente que desea hacer ingeniería pero que no son ingenieros…”.
“Los colegas más jóvenes lo entienden. Eso va a cambiar. Pero el gobierno federal necesita prestar más atención a esto”, recomendó Fennimore. “Deben respaldar a las instituciones de educación superior”.
Este artículo se publicó por primera vez en el sitio del Departamento de Ciencias de las Plantas de UC Davis.
Adaptado al español por el equipo profesional del Servicio de Información y Alcance en Español de UC ANR (News and Information Outreach in Spanish), siguiendo las necesidades lingüísticas y culturales de nuestra comunidad.
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