Día de la Tierra – Esfuerzos de la UC para reducir el calentamiento global
El lema para el Día de la Tierra 2007 es “Un llamado a la acción respecto al cambio climático”. Muchos científicos están de acuerdo en que la temperatura de la Tierra muestra una tendencia a aumentar y que esto se debe a actividades humanas, entre ellas el escape de los llamados gases de invernadero a la capa atmosférica superior que contribuyen al incremento en la temperatura. Las oportunidades más significativas para reducir el aumento de la temperatura global se encuentran en manos de los gobiernos y las políticas que establecen referentes a las fuentes de energía natural y construcción de plantas de electricidad. Sin embargo, todos podemos contribuir positivamente. La manufactura de productos para el consumo, la producción agrícola, el transporte de personas o productos y el uso de aire acondicionado o calefacción en hogares y edificios están, de una manera u otra, relacionados con la producción de gases de invernadero. Como consumidores podemos informarnos y cambiar nuestros hábitos de consumo para contribuir a la estabilización del clima de nuestro planeta. A continuación presentamos algunas de las investigaciones y actividades que desarrolla la División de Agricultura y Recursos Naturales de la Universidad de California en este campo.
Conexión entre el calentamiento global y la transmisión del virus del Nilo Occidental
DAVIS - (UC)— Hay una relación definitiva entre el aumento en la temperatura global y la transmisión de enfermedades transmitidas por mosquitos, como el virus del Nilo Occidental, precisa William Reisen, entomólogo del Centro de Enfermedades Transmitidas por Vectores, con sede en la Universidad de California en Davis. Los mosquitos son insectos de sangre fría cuya temperatura es similar a la de su medio ambiente, explica. “Por lo tanto, la temperatura ambiental juega un papel fundamental al tratar de establecer la época del año y la zona geográfica donde las enfermedades transmitidas por vectores aumentan a niveles epidémicos. Esto, a su vez, favorece la adquisición de parásitos y la transmisión”. Además, los parásitos se desarrollan con mayor rapidez dentro de los vectores (mosquitos) y pueden ser transmitidos durante etapas más tempranas de la vida del vector y, con mayor frecuencia, durante períodos de clima cálido. “El calentamiento global fomentará estos procesos al prolongar más las temporadas de transmisión durante el año y al extender la distribución de parásitos a zonas más frías”, precisa Reisen al apuntar que las epidemias del virus del Nilo Occidental en el norte de los Estados Unidos y en el Canadá “han ocurrido precisamente durante veranos con temperaturas mayores a lo normal y disminuido durante veranos templados”. Los mosquitos hembra pican porque necesitan sangre para el desarrollo de sus huevecillos. “No son agujas voladoras; son vectores biológicos”, observa el entomólogo. Las especies de mosquito Culex que transmiten el virus del Nilo Occidental se encuentran en todos los continentes, a excepción de la Antártica.
Consumir productos locales ayuda a reducir las “huellas ecológicas”
DAVIS - (UC)— Consumir frutas y verduras de la estación beneficia a la economía local y puede reducir las emisiones de gases de invernadero. Estos alimentos dejan una “huella” ecológica reducida por su bajo contenido de carbono, apunta Gail Feenstra, analista de sistemas alimentarios del Programa de Investigación y Educación de Agricultura Sustentable (SAREP) de la Universidad de California. Las “huellas ecológicas,” es decir el impacto total de las actividades humanas en el medio ambiente, se calculan evaluando la energía y emisiones de carbono durante el ciclo de vida de los alimentos (siembra, procesado y transporte de productos alimenticios). Para hacer estos cálculos, el programa SAREP colabora con el Centro de Eficiencia Energética y el Departamento de Agricultura y Recursos Económicos, ambos de la UC Davis, y la compañía Bon Appetit Management Company. “Una vez que determinamos cómo calcular de manera confiable el costo energético de alimentos específicos, podemos etiquetarlos con su huella de carbono”, apunta Feenstra. “Esto contribuirá a un análisis del trayecto desde la granja hasta la mesa de los alimentos que compran los chefs y proveedores de alimentos para instituciones”, observa. “Esperamos que estas investigaciones puedan ser de utilidad para los encargados de servicios de alimentación al tomar decisiones para mejorar sus huellas ecológicas”.
El riego por goteo reduce emisiones de gases de invernadero
DAVIS - (UC)— El riego por goteo subterráneo tiene el potencial de reducir las emisiones de gases de invernadero, según investigaciones del proyecto de agricultura sustentable del Centro de Sistemas de Agricultura Integrada (CIFS) de la Universidad de California en Davis. California ocupa el segundo lugar en los Estados Unidos en producción de gases de invernadero; de estos, se calcula que 8 por ciento del dióxido de carbono y 59 por ciento del óxido de nitrógeno son el resultado de actividades agrícolas. Un estudio de dos años por el CIFS indica que un cambio del riego por surcos al riego por goteo subterráneo tiene el potencial de reducir las emisiones, según Will Horwath, coordinador del proyecto y Cynthia Kallenbach, estudiante de postgrado e investigadora. El riego por surco, que es el método de riego más común en cosecha por hileras, moja la tierra hasta dejarla casi completamente saturada. El riego por goteo subterráneo limita el agua a una zona pequeña, lo que reduce la actividad de los microorganismos en el suelo y los procesos relacionados con las emisiones de gases. “La adopción del riego por goteo subterráneo va en aumento en el Valle Central, pero sigue siendo menor al 15 por ciento de todo el riego a pesar de beneficios comprobados como el ahorro en agua y la reducción de emisiones de gases de invernadero”, apunta Horwath. “Esperamos que los resultados de nuestras investigaciones para el otoño del 2007 acerca de los aspectos económicos del riego por goteo ayuden a los agricultores a evaluar los beneficios de sistemas alternos de riego”.
Estudio de la UC busca reducir emisiones de gases de invernadero en lagunas de lecherías
HANFORD - (UC)— La mayoría de las lecherías en California tienen lagunas de almacenaje de estiércol líquido, las cuales contienen muy poco oxígeno. Las condiciones biológicas y químicas en la laguna dan pie a que carbono, sulfuro y nitrógeno se escapen al aire. Además del mal olor, algunos de los gases pueden llegar hasta la atmósfera superior y contribuir al cambio climático global. En las instalaciones municipales de desechos se han usado dispositivos de aireación desde la década de los 60 para aumentar el oxígeno en el agua y así cambiar las condiciones microbiales y reducir el olor y las emisiones de gases de invernadero. Un número cada vez más elevado de operadores de lecherías están considerando la aireación; sin embargo, se han llevado a cabo muy pocos estudios relacionados con la aireación de los desechos de las lecherías y sus posibles beneficios. Carol Collar, asesora de lecherías de Extensión Cooperativa de la Universidad de California en el condado de Kings dirige un proyecto de con el objetivo de documentar qué tan bien funcionan los aparatos de aireación en las lagunas de las lecherías, la cantidad exacta de oxígeno necesaria para reducir las emisiones y si, desde el punto de vista monetario, vale la pena usar esta estrategia para reducir emisiones en comparación a otras técnicas mitigantes. Entre los primeros resultados obtenidos, Collar y sus colegas encontraron que la eficiencia de los dispositivos de aireación es mucho menor de lo que se venía indicando a las lecherías. “El funcionamiento de los aparatos de aireación fue tan deficiente que en vez de requerir cuatro para una laguna, una lechería podría necesitar 40, lo que no sería razonable”, observa Collar.