DAVIS (UC) – Veterinarios de la Universidad de California en Davis advierten a los propietarios de mascotas que tengan cuidado con el uso de veneno para ratas y compuestos similares.
Veterinarios de la Escuela de Veterinaria del Hospital Davis William R. Pritchard han visto un aumento en el número de casos de envenenamiento por rodenticidas recientemente. En las últimas dos semanas de tan solo el mes de agosto, diagnosticaron y trataron seis casos caninos.
Si no se le trata a tiempo, un perro puede morir a la semana de haber ingerido un rodenticida.
"Esto es algo que ocurre con frecuencia”, dijo Karl Jandrey, profesor asistente de emergencias clínicas de animales pequeños y cuidado intensivo en UC Davis. "Las personas están tratando de deshacerse de los roedores, pero no se dan cuenta de lo que estos productos tóxicos provocan en otros animales que comparten el mismo medioambiente".
Cómo mantener a las mascotas a salvo
El uso de técnicas apropiadas para el control de plagas puede ayudar a mantener a las mascotas fuera de peligro, señaló Roger Baldwin, asesor de Extensión Cooperativa con el Programa de Control Integrado de Plagas de UC. Baldwin, un experto en el control de plagas silvestres, trabaja desde el Centro Kearney de Investigación Agrícola y Extensión de la UC en Parlier.
Los perros pueden ser afectados por los rodenticidas de dos formas: al ingerir ya sea el cebo envenenado o el animal que ha sido envenenado. Ambas formas pueden tener serias consecuencias.
Las tiendas de ferretería como Lowes y Home Depot y hasta tiendas de abarrotes, venden una variedad de productos que se pueden usar para el control de ratas, ratones, tuzas y ardillas de tierra. Si los animales no deseados se encuentran dentro de la casa, Baldwin recomienda usar trampas en lugar de veneno.
"Si un animal envenenado muere dentro de una pared, no podrá sacarlo de allí y tendrá que vivir con el olor durante semanas o meses", indicó Baldwin.
Además, Baldwin sugiera que antes de colocar los cebos con veneno para los animales del exterior, se asegure que estos no pueden entrar al interior de la vivienda. Para ello, encuentre todos los puntos de acceso posibles y ciérrelos o séllelos.
Si opta por cebos con veneno, compre un producto nuevo en la tienda y lea muy bien la etiqueta para entender cuándo, dónde y cómo usarlo. Debido a que las restricciones han ido cambiando rápidamente durante los últimos años, los productos viejos que mantiene en su cochera o cuarto de herramientas podrían ser obsoletos.
Los cebos con veneno para tuzas deben colocarse en los túneles subterráneos de este animal. Aún así, dijo Baldwin, algunos perros podrían desenterrar a las tuzas muertas si se hallan cerca de la superficie. Las familias que tienen perros a los que les gusta escarbar, deberían optar por trampas para tuzas. Los cebos con veneno para las ardillas de tierra pueden colocarse en estaciones para cebos o ser distribuidos en tamaños diminutos en el suelo mediante un tratamiento al voleo o directo.
"Cuando usa tratamiento por voleo o directo el peligro es relativamente menor para los perros o gatos", explicó Baldwin. "Pero yo optaría por las estaciones de cebos en mi jardín si mis mascotas se la pasan corriendo por todas partes, solo para jugar a lo seguro".
Algunos rodenticidas contienen ingredientes que son anticoagulantes, los cuales disminuyen la coagulación de la sangre. Cuando los perros ingieren este tipo de veneno, los ingredientes activos se concentran en el hígado donde interfieren con el depósito de vitamina K y la producción de factores para la coagulación sanguínea.
Lidiar con un caso de envenenamiento accidental con rodenticida anticoagulante en la escuela de veterinaria del hospital en UC Davis puede requerir de un cuidado, las 24 horas del día, que incluye tratamientos en la unidad de cuidado intensivo para reabastecer los factores coagulantes con plasma fresco congelado y reemplazar la vitamina K. Si se administra a tiempo, este tratamiento usualmente lleva a una completa recuperación del animal. Otros rodenticidas (por ejemplo el brometalin, colecalciferol, estricnina y fosfuro de zinc) no cuentan con antídotos, por lo que el tratamiento se dificulta.
Una paciente recientemente tratada en UC Davis fue Mocha, una perra de la raza pastor belga, de un año de edad, de Winters, California. Mocha se envenenó con d-CON, un rodenticida común disponible en ferreterías.
Por fortuna, Mocha fue llevada al hospital veterinario a tiempo, respondió bien al tratamiento y pudo regresar a casa en dos días.
"Estamos muy agradecidos por el tratamiento que Mocha recibió en UC Davis", dijo Ken Shaw, el amo de Mocha. "Al igual que la mayoría de los perros, Mocha es aventurera y le gusta meterse en cosas que no debe. Pero después del tratamiento en UC Davis, se le envió de regreso a casa en pocos días, feliz y juguetona otra vez".