Tener a una asistente de nutrición escolar como oradora principal en una ceremonia de graduación de estudiantes del octavo grado podría haber molestado a algunos, pero para este distrito escolar tiene sentido. Cabrillo es parte del Distrito Escolar Unificado de Ventura que opera los programas de la granja a la escuela y la barra de ensaladas en 17 escuelas. Es un distrito que ha llamado la atención nacional por haber sido de los primeros en adoptar el innovador programa nutritivo de la granja a la escuela que es parte del Programa de Escuelas Saludables ue también provee educación sobre nutrición y apoyo para los huertos escolares.
El seleccionar a Rita Pisani para compartir palabras de sabiduría con los adolescentes que se alistaban para asistir a la escuela preparatoria también tuvo sentido en el contexto nacional: la Casa Blanca está apoyando la buena alimentación; hay una proliferación de huertos e iniciativas para prevenir la obesidad; el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos apoya la Iniciativa de Huertos Comunitarios; el programa de granjas escolares y los defensores de buenos alimentos cuestionan la situación actual del programa de almuerzos escolares. Por lo tanto, hay buenas razones para que alguien como la Sra.. Pisani, quien ha dedicado su vida a alimentar a las personas, y especialmente a los niños, deba ser escuchada. Los alimentos, después de todo, especialmente los buenos alimentos, son fundamentales para la salud y bienestar de nuestros jóvenes y algo priomordial para el éxito y seguridad de nuestra nación en el futuro.
La señora Pisani ofreció una persuasiva historia de una jovencita. Nacida en el tiempo de la guerra en Italia, la capacidad auditiva de esta joven estaba resultó severamente afectada por los bombardeos cuando ella era muy joven. (La perdida auditiva de la joven no fue diagnosticada sino hasta que tenía 25 años; para entonces, se determinó que había perdido el 80 por ciento en ambos oídos; se le hizo una cirugía y le pusieron audifonos). Consciente de que el ser “diferente” podría limitar las oportunidades para su hija, la mamá de la joven le enseñó como leer los labios, analizar el rostro y las expresiones de los ojos y a estudiar los gestos. Cuando estaba en el octavo grado, la joven emigró a los Estados Unidos y tomó clases de inmersión en inglés, aunque ella hablaba sólo italiano. Una maestra muy esmerada pasaba dos horas al día ayudando a la joven a aprender inglés. ¿El resultadosorprendente? La joven era Rita Pisani, la cocinera escolar.
La señora Pisani compartió su creencia de que el octavo grado es precisamente el momento en la vida cuando los jóvenes tendrán que tomar decisiones, especialmente sobre qué tipo de persona quieren ser, y cuando sean mayores tendrán que vivir con el peso de sus decisiones. ( Y una de las cosas que ella les recomendó encarecidamente fue ¡no meterse en la fila!
Algunas de las decisiones más importantes que estos adolescentes tendrán que tomar es cuidar y alimentar sus cuerpos. Como ciudadanos y contribuyentes, nos conviene mucho asegurarnos de que la opción de contar con buenos alimentos en las escuelas públicas sea la norma y no la excepción.
Los legisladores están tomando cartas en el asunto de la nutrición infantil. Antes de su receso de agosto, el Senado autorizó la iniciativa S3307 (Ley contra el hambre infantil y la salud ) que destinaría $ 4.5 mil millones a la nutrición infantil. ¿Cuál fue el factor decisivo? Esto compensa la propuesta de incrementar los programas de nutrición de la niñez, recomendando una reducción de $ 2.2 mil millones al programa de alimentos SNAP (anteriormente cupones para alimentos) donde la necesidad es cada vez mayor debido a la difícil situación económica de la nación. Durante el verano, los Comités de Educación y del Trabajo autorizaron la iniciativa HR 5504 (Ley para Mejorar la Nutrición de la Niñez en los Estados Unidos), la cual invertiría 8 mil millones en la nutrición de la niñez; sin embargo, la ley se quedó estancada por falta de fondos.
La Ley de Reautorización para la Nutrición de la Niñez un proyecto de ley muy amplio que incluye numerosos componentes también está estancado en el Congreso. Este se renueva cada cinco años; el Congreso debió haberlo renovado en el 2009, sin embargo, las conversaciones nacionales en torno al cuidado de la salud retrasaron su curso y aprobación. La ley ha sido extendida hasta el 30 de Septiembre del 2010. Esta abarca el Programa Nacional de Almuerzos Escolares, el Programa de Desayunos Escolares, el Programa de Alimentos para el Cuidado de Niños y Adultos, el Programa de Alimentos para el Verano; el Programa de Alimentos para Mujeres, Bebés y Niños (WIC)), inclusive el Programa WIC de Nutrición con el Mercado de Granjeros, el Programa de Frutas y Verduras Frescas, y el Programa Especial para Proveer Leche a Niños. Debido a que esta ley es tan amplia, es muy importante que los ciudadanos estén mejor informados sobre esta ley y todos su componentes. La información está disponible (en inglés) en: at www.schoolnutrition.org/Content.aspx?id=2402
Todas las leyes descritas anteriormente afectan a los niños y a las asistentes que preparan los almuerzos como la señora Pisani. Yo he estado considerando las palabras de la Sra. Pisani durante los últimos meses. Al concluir su plática con los estudiantes de Cabrillo, les dijo, “Me encanta cocinar y servirles su comida. Esta es mi pasión. Lo he hecho casi toda mi vida, como jefa de cocineros, dueña de un restaurante y como proveedora de comidas. Esta es la razón por la que estoy aquí, feliz de ser la cocinera del almuerzo”. La directora de la escuela, Glory Page, hizo una importante observación acerca de la señora Pisani, “Ella sirve las comidas, pero algo más importante, ella sirve a los niños”.
Las asistentes de cafeterías escolares de verdad sirven a los niños de muchas maneras. Yo adoro a la señora Ketchell quien nos ayudó a salir airosos en todos los retos y problemas de la vida haciendo que trabajaramos, a su lado, en la cafetería de Joshua Elementary School. El privilegio de trabajar en la cafetería estaba reservado para los estudiantes mayores. Era tan emocionante que ansiábamos que nos tocara ayudar a preparar y servir los alimentos y a limpiar la cafetería. Esta labor nos permitió estar en contacto con adultos comprometidos, nos inculcó la ética de trabajo, nos permitió reconocer la naturaleza comunitaria y colaborativa de la la preparación de alimentos para disfrutarlos después, nos permitió servir a otros estudiantes y nos conectó con nuestros alimentos.
Los tiempos han cambiado, pero los corazones de las asistentes de cafeterías escolares no. A nosotros nos corresponde hacer posible que puedan servir aun más eficazmente los niños si se les proporciona el dinero que se necesita para que todos los niños tengan buenos alimentos. La selección de la oradora de graduación no hubiera podido ser mejor o más relevante, dado el contexto nacional actual. Gracias, señora Pisani por los sabrosos almuerzos y las excelentes lecciones.