¿Desea hospedarse en una granja de duraznos?

Tener una vista de la Vía Láctea clara y brillante en el cielo nocturno no significaba nada especial para Nori y Mike Naylor, cultivadores de duraznos en la localidad de Dinuba. Pero se dieron cuenta que para quienes visitaban su granja hostal de duraznos orgánicos era como un regalo. Así que Nori está pensando en mencionar las estrellas en Twitter o Facebook, o quizás en su blog.

Mike Naylor ha cultivado duraznos orgánicos desde 1984 en los 95 acres que heredó de su padre. Él ve una enorme desconexión entre la gente que cultiva alimentos y la mayoría de las personas que ya no conocen a alguien que maneje granjas o ranchos.

Y él también ve que muchas de estas personas desean tener una conexión con la granja y que sus hijos también tengan esa conexión. Ya que los Naylor no usaban las cuatro habitaciones de su casa estilo rancho, decidieron compartir su hogar con visitantes que desean experimentar un poco de la vida en la huerta. Naylor's Organic Family Farm Stay abrió sus puertas al público en febrero de este año.

Una granja hostal ofrece alojamiento en la casa del granjero o ranchero a varios huéspedes a la vez. En 1990 se aprobó una ley en California que permite este tipo de alojamiento sin el requisito de contar con una cocina estilo restaurante para poder servir alimentos a los huéspedes. En el condado de Tulare existen muchas granjas, pero la granja de los Naylor podría ser la primera del condado que ofrece alojamiento. Ellos estaban felices de ser parte de una prueba mientras que el personal del condado se ponía de acuerdo sobre las reglas y regulaciones, permisos necesarios y cuotas a pagar para este nuevo negocio.

Los huéspedes han empezado a llegar; un especialista en control orgánico de plagas de Florida, un vendedor de abono de Washington, misioneros de su iglesia, un doctor de Massachusetts que trabajaba en una clínica en Visalia, una pareja de Hanford que buscaba escaparse una noche, un empresario conocido de la familia y muchos otros.  Los huéspedes disfrutan de la paz y quietud, del cielo nocturno y de un desayuno hecho en casa. Después dan un paseo por la huerta con Naylor y aprenden un poco sobre el arte de cultivar duraznos y nectarinas orgánicos y pueden escoger unos pocos para ellos si lo desean.

                       Gutiérrez y Naylor y sus duraznos.

Nori Naylor se encarga de hacerle saber al mundo sobre la existencia de su granja de duraznos e invitar a los visitantes. Ya que los parques nacionales de Sequoia y Kings Canyon están a una distancia de tan sólo una hora, ella espera que algunas personas lleguen a su granja en su camino a los parques. Ella está trabajando junto con la Oficina de Convenciones y Visitantes de Visalia para promover la granja hostal y ofrecer recorridos en grupo por la el lugar y  también intercambia folletos con los restaurantes y tiendas locales.

La pequeña granja de los Naylor tiene una presencia internacional en la Internet. Su presencia en las listas de CalAgTour.org y Farmstayus.com le ha producido búsquedas por parte de viajeros internacionales. Nori se hace cargo de la página Web y pasa media hora diariamente actualizando dos páginas en Facebook; una para la granja y otra para la parte de los  huéspedes, también se le puede encontrar en Twitter. La Granja Orgánica Naylor también se anuncia en un nuevo sitio establecido por Top 10 Produce, utilizando un nuevo código QR que las personas pueden escanear con sus teléfonos inteligentes para enlazarse con la ubicación de la granja, con el sitio Web, la página de Facebook y muy pronto con videos del lugar.

Mike y Nori Naylor están proponiendo nuevas formas para compartir su buena vida con otros, porque creen que estas conexiones son tan importantes como la fruta que cultivan y venden. Mike disfruta enseñando a los visitantes cómo saber si un durazno está lo suficientemente maduro para ser cortado y dejándoles observar mientras que se empaca la fruta en el mismo campo. Les explica cómo el equipo de pizcadores regresa al árbol cinco veces para asegurarse de que cada fruto sea cortado hasta que haya alcanzado su máximo sabor. También le gusta explicar sobre los métodos de cultivo orgánico y cómo hoy día le pega a cada durazno un engomado con un código de barra para sus clientes minoristas y distribuidores. Por supuesto, a algunos visitantes simplemente les gusta relajarse y sentarse a la sombre de los árboles. Y para los Naylor, eso es muy bueno.