Productores de aguacate se reunieron, recientemente, en las oficinas del San Diego County Farm Bureau para asistir a un taller sobre riego del aguacate impartido por Ali Montazar, asesor de riego y gestión del agua de Extensión Cooperativa de la Universidad de California, para los condados Imperial, Riverside y San Diego.
“Toda nuestra información que estamos desarrollando en estos momentos se enfoca en la eficiencia del riego. Los productores quieren saber cuánta agua necesitan y qué herramientas deben usar para mayor eficiencia”, explicó Montazar.
Uno de los asistentes al taller, John Burr, quien ha cultivado aguacates durante 15 años,
confirmó que el riego representa más de la mitad de sus gastos de producción anuales y que satisfacer las necesidades de sus árboles es un reto constante.
“La sofisticada investigación que el doctor Ali Montazar lleva a cabo es la primera de su tipo que la Universidad de California ha realizado específicamente sobre aguacates. Su presentación nos permitió a los asistentes la oportunidad de ver y conocer la tecnología que está empleando, desde los sensores de humedad del suelo hasta la estación equipada con el nivel del Sistema de Información de Gestión del Riego de California.”
Burr espera que la investigación de Montazar ayude a los productores de aguacates a determinar con precisión la evapotranspiración de un rancho de aguacates o el uso de agua específico para los aguacates, ambos son aspectos críticos sobre cómo un productor selecciona las herramientas para determinar las rutinas de riego.
“Su presentación, que mostró los resultados de su investigación sobre el Kc (coeficiente del cultivo) del aguacate, a pesar de estar en una fase muy temprana de su proyecto, fue realmente interesante. Indica la posibilidad de que tengamos que variar el Kc para los diferentes tiempos de la temporada de cultivo, pero aun está empezando un proyecto de dos a tres años que, esperamos, arroje información sólida sobre cuál es el Kc para los aguacates”, señaló Burr.
La incertidumbre del río Colorado
La producción de aguacate de San Diego es manejada principalmente por pequeñas granjas. Según Montazar, esto agrega un nivel de complejidad a la gestión del agua porque existe un gran énfasis en que las herramientas y estrategias de riego sean fáciles de usar y rentables.
“No conocemos el futuro”, dijo Montazar. “Pero necesitamos estar preparados para todas las consecuencias. El río Colorado está experimentando una importante escasez de agua y eso podría impactar en el futuro suministro de agua para el condado de San Diego por parte del Imperial Irrigation District Transfer. Es importante que se tome en consideración mejorar la eficiencia del riego como la herramienta más viable para la administración de los recursos de agua limitados en el sur de California”.
El agua siempre ha sido problema. En los años 1970s, el programa del agua de California preparó el camino para 98 mil acres adicionales de tierra agrícola.
Según un estudio de 1970 en el que se analizaba el costo de la producción de aguacates en el condado de San Diego, el costo del agua "era en promedio de 3½ pies de acre por acre a 60 dólares el pie de acre", lo que suponía que el costo del agua seguiría siendo relativamente bajo y asequible durante mucho tiempo.
Desafortunadamente no es así. El condado de San Diego obtiene la mayor parte de su agua del río Colorado, lo cual es preocupante debido a las proyecciones de cinco años que indican que las reservas del río llegarán a niveles críticos para el 2027.
De hecho, iniciando el 2023, la Autoridad del Agua del Condado de San Diego incrementará las tarifas del agua, obligando a los productores a invertir en prácticas de riego más eficientes (Gráfica).
Gráfica 1. Costo del agua no tratada y tratada en el condado de San Diego en el 2022 y 2023.
NOTA: Un acre pie equivale aproximadamente a 325,900 galones de agua.
Entrenar a los productores sobre riego es la prioridad
No hay lagunas ni atajos cuando se trata de riego porque la irrigación es la clave para la salud de los árboles. Ben Faber, asesor de cultivos subtropicales de Extensión Cooperativa para los condados de Ventura y Santa Bárbara, señala que la salud de los árboles es lo que permite que los productores mantengan sus negocios.
“Puedes estropear tu programa de fertilización y puedes estropear tu programa de pesticidas, pero si estropeas tu programa de riego, te quedas sin negocio”, manifestó el experto.
De acuerdo con Faber, un riego eficiente requiere de un gran dominio en el manejo de la sal.
“Importamos agua que contiene mucha sal. Así que se tiene que entender como aplicar la cantidad de agua correcta en la zona de las raíces sin causar problemas de salud”, señaló Faber.
Este proceso requiere un cuidado meticuloso, pues cualquier cosa que llegue por debajo de la zona de las raíces puede provocar la contaminación del agua subterránea, algo de lo que los cultivadores no quieren ser responsables.
Aunque lo más nuevo en tecnología de riego, como los controladores inteligentes, pueden ayudar a los productores, Faber afirmó que entrenar y educar a los administradores de granjas debe ser la prioridad.
Como dice Faber, la gestión del riego debe ser “como cepillarse los dientes”, algo que los productores hacen de manera natural y competente. Muchos productores están regando excesivamente o perdiendo el tiempo tratando de resucitar árboles moribundos. Es importante conocer las necesidades del árbol y, en algunos casos, puede ser mejor dejar de regar por completo.
El primer paso para la eficiencia hídrica es adquirir conocimientos e identificar las necesidades. Dado que un árbol regado en exceso tiene el mismo aspecto que un árbol mal regado, es crucial que los agricultores aprendan a reconocer la diferencia y a planificar en consecuencia.
Aquí es donde entran en juego los asesores e investigadores de Extensión Cooperativa. Oportunidades como el Taller de Riego del Aguacate son ideales para los productores que buscan respuestas o apoyo.
Para mayor información y conocer sobre futuros talleres en el condado de San Diego, visite https://cesandiego.ucanr.edu/.
Adaptado al español por Leticia Irigoyen del artículo en inglés
Editado para su publicación por Norma De la Vega