Muy cerca de la realidad la producción de aguacates en el Valle de San Joaquín

Jan 14, 2015

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El Valle de San Joaquín es el corazón de la agricultura en California, pero no ha sido un lugar hospitalario para la producción comercial de aguacates. Mary Lu Arpaia,  especialista de Extensión Cooperativa de la Universidad de California realiza una investigación al respecto para cambiar esta situación.

Los aguacates son nativos de bosques semi tropicales de alta elevación en México y Centroamérica. Una fruta deliciosa y altamente nutritiva, el cultivo de aguacates se ha extendido a todo el mundo. En California, los cultivadores están teniendo éxito comercial en áreas con climas templados todo el año, como los condado de San Diego y Ventura.

No obstante que los aguacates son sensibles a las heladas, no es precisamente el clima invernal el mayor impedimento para la producción de aguacates en los valles interiores del estado. Es el calor.

“Las hojas de la planta tienen estomas, unas pequeñas aberturas que permiten que el vapor del agua salga de la planta para así enfriar su superficie”, explicó Arpaia. “Trabaja algo así como la transpiración en las personas. La humedad sale de los poros y refresca la piel”.

Las estomas de las hojas de los aguacates Hass – la variedad más favorecida por los consumidores de California – se cierran cuando la temperatura rebasa los 90 grados. La humedad no es liberada por las estomas cerradas y la planta se recalienta.   

“Para cultivar aguacates en el valle, necesitamos contar con una variedad que pueda tolerar el calor mejor que el Hass”, dijo Arpaia.

Durante los cuatro últimos años, Arpaia ha plantado variedades de aguacates seleccionadas por la Universidad de California en Riverside en el Centro Lindcove de Investigación y Extensión de la UC cerca de Exeter. Hoy día se cultivan 12 variedades diferentes en esa parcela. Las selecciones de UC Riverside han sido sometidas a pruebas rigorosas en cuanto a producción, cuánto tiempo puede permanecer el fruto maduro en el árbol y su calidad comestible.

“Los aguacates que estamos probando en el campo cuentan con una calidad comestible comparable al Hass”, manifestó Arpaia.

Lindcove está situado donde el suelo del valle se eleva ligeramente hacia la Sierra Nevada. La inclinación permite que el aire se desplace a elevaciones más bajas, dando a los agricultores del área una ventaja de unos pocos grados durante el invierno. La geografía ha hecho del área una importante ubicación para la producción de cítricos. Y los aguacates que toleren el calor podrían ser una alternativa.  

Los productores de cítricos de la zona este podrían buscar otras opciones si la enfermedad del Huanglongbing (HLB) llega a esta región. La plaga que propaga el HLB, el psílido asiático de los cítricos, ya se ha establecido en algunas partes del valle y sigue propagándose.  Una vez que un árbol es infectado con HLB, no tiene cura.

“Los cultivadores han hecho buen dinero con los aguacates”, indicó Arpaia. “En el Valle de San Joaquín, el agua es relativamente barata y contamos con agua de mejor calidad que el condado de San Diego. Hay suelos buenos y bien drenados.  La sensibilidad de los aguacates a las heladas es similar a la de los limones. Si los granjeros cuentan con una propiedad en la que pueden cultivar limones, podrían intentar con los aguacates”.