- Author: Saoimanu Sope
En celebración del Mes de la Historia Negra
Muchas personas conocen sobre Compton, una ciudad ubicada en el sur del condado de Los Ángeles, gracias a la música, películas y medios de comunicación. Keith Nathaniel lo conoce por experiencia directa. Antes de que Nathaniel y su familia se mudaran a Compton en la década de los 1970, los disturbios de 1965 en el área de Watts intensificaron la tensión que se estaba gestando entre las fuerzas del orden y la comunidad negra, la cual se sentía no solo en California sino en toda la nación.
"Antes de mudarnos, Compton iba cambiando de ser una ciudad predominantemente blanca a una ciudad negra. Los disturbios de Watts cambiaron eso y de pronto, hubo blancos que salieron huyendo de Compton hacia los suburbios", mencionó Nathaniel, director de Extensión Cooperativa de UC en el condado de Los Ángeles.
Al ir creciendo, Nathaniel estaba rodeado de personas que lucían como él. "Era una comunidad típica que se apoyaba entre sí. Los adultos se conocían entre sí y los chicos se conocían entre sí”, agregó.
Nathaniel recuerda a sus maestros en la primaria y secundaria, identificándolos como la primera generación de estudiantes universitarios – la mayoría de los cuales se graduaron de la universidad tras el caso de derechos civiles Brown vs. Board of Education de 1954, el cual terminó la segregación racial en las escuelas públicas de todo Estados Unidos.
"Esos maestros tenían el deseo real de que igualáramos y hasta excediéramos su nivel educativo", expresó Nathaniel. "Estaban comprometidos a vernos convertidos en adultos saludables y prósperos".
No obstante que Nathaniel y sus compañeros tuvieron líderes negros que influyeron en ellos en sus escuelas, darle prioridad a su éxito académico fue un reto ante la introducción del crac de cocaína "Con las drogas llegó la afluencia de pandillas. Luego vimos a la comunidad desestabilizarse debido a las pandillas que querían controlar su cuadra y esa esquina", dijo Nathaniel.
"Solíamos tener balaceras en nuestra escuela. Pero las afectadas eran las vidas negras y cafés por lo que no era del interés periodístico en ese sentido. No como hoy en día en la que vemos las noticias una epidemia de tiroteos en las escuelas. Eso pasaba en otros tiempos, también", indicó, enfatizando que a él y sus compañeros se le recordaba constantemente que tuvieran cuidado cuando asistían a eventos sociales en la comunidad.
"Daba miedo pensar que te pudieran confundir con un miembro de la pandilla aun cuando no tuvieras nada que ver".
Estudiantes que una vez fueron amigos en primaria o secundaria se volvieron enemigos al iniciar la preparatoria. A pesar de que los chicos negros eran altamente preferidos como reclutas para pandillas, Nathaniel señaló que sus fuertes bases familiares y su enfoque en los estudios lo mantuvieron alejado del fuego cruzado en el que otros se metieron.
Después de graduarse de la preparatoria, Nathaniel ingresó a UC Davis, donde se cambió a sociología después de darse cuenta de que la ingeniería no era para él. "Tenía la intención de graduarme de ingeniería, pero era algo muy competitivo. Estaba en clases con estudiantes de pre-medicina y estaban subiendo la curva de calificaciones", bromeó.
Sin embargo, de lo que Nathaniel no se dio cuenta antes de la universidad, es que la aptitud académica no sería el aspecto más importante en su experiencia con la educación. Fueron también las conexiones y relaciones que construyó con otros. Al reflexionar sobre los cinco años que pasó en UC Davis, Nathaniel dijo que fueron los mejores cinco años de su juventud.
Agradecido con los maestros y consejeros que los mantuvieron a raya, Nathaniel determinó que deseaba convertirse en maestro. Después de Davis, cursó su maestría en la Universidad de Florida A&M donde estudió liderazgo educacional. A pesar de que su consejera de preparatoria instaba a los estudiantes negros a no ingresar a una universidad o colegio históricamente de negros, Nathaniel sintió la urgencia de hacer precisamente eso.
"Mi consejera era simplemente increíble. Su objetivo era que todos fueran a la universidad", mencionó Nathaniel. "Pero no le gustaba la idea de que fuéramos a HBCU porque no es como se ve el mundo real. Nos decía que lo mejor para nosotros era integrarnos en campus que reflejaran el mundo en el que vivimos".
La madre de Nathaniel murió mientras el asistía a escuela de postgrado, por lo cual regresó a California. A pesar de que su pérdida le llevó a creer que regresar a la escuela no era ideal en ese momento, Nathaniel manifestó que sus profesores lo buscaron mientras estaba lejos y su preocupación lo hizo cambiar de parecer.
"Preguntaban cómo estaba y eso me hizo darme cuenta del apoyo que tenía en Florida. Estoy seguro de que eso no hubiera pasado si no estuviera asistiendo a una HBCU", dijo Nathaniel, quien regresó a Florida a terminar lo que había empezado.
Mientras sacaba su maestría, Nathaniel recuerda que lo alentaron a estudiar un doctorado y lo consideró seriamente pero no inmediatamente. Para entonces, su visión giraba en convertirse en director o superintendente y expandir sus influencias más allá del aula. "Quería un lugar en la mesa, pero sabía que primero necesitaba tener las credenciales", agregó.
Después de regresar a California, Nathaniel solicitó un puesto de maestro y se encontró con un aviso en Los Angeles Times en donde buscaban un coordinador para el programa 4-H. No le dieron la posición que solicitó, pero le ofrecieron un puesto como coordinador en el programa de voluntarios Americorp/VISTA y lo aceptó sin dudar.
Desde 1994, Nathaniel ha formado parte de Extensión Cooperativa de UC y se inició en la gestión de los voluntarios de Americorp/VISTA, quienes eran responsables de introducir el programa 4-H a las comunidades de Los Ángeles. El programa creció rápidamente, contando con la participación de cuatro a cinco mil chicos diariamente. El poder del programa no solo radicaba en la pasión mostrada por los voluntarios, sino en el hecho de que estos vivían en las comunidades a las que servían.
Antes de su trabajo en 4-H, Nathaniel trabajó el Campfire Council y fue introducido a la educación informal como enseñar a los jóvenes sobre las destrezas de la vida y conectarse con ellos fuera del aula escolar. Esta experiencia le sirvió de mucho a Nathaniel conforme se integraba a 4-H, inspirándole a dar un giro en su meta original de enseñar en el sistema formal de kínder a grado 12.
En 1997, Nathaniel fue aceptado en UCLA en donde obtuvo un doctorado en educación mientras trabajaba a tiempo completo. "Regresar a ese lugar en la mesa… en este momento de mi carrera, sabía que quería influir en la política en beneficio de los jóvenes. Quería más que solo enseñar. Y también sabía que necesitaba de credenciales para hacerlo", dijo Nathaniel.
Hoy en día, Nathaniel inicia su trigésimo año de servicio a la comunidad a través de Extensión Cooperativa de UC. Al darse cuenta lo lejos que ha llegado, Nathaniel manifestó que la adversidad en su niñez le ayudó a formar su carácter y prepararlo para las futuras batallas.
Haciendo hincapié en la importancia de conectar con la gente, Nathaniel indicó que es satisfactorio servir a la comunidad que lo crió y le da crédito por sus triunfos a los mentores y compañeros que ha conocido en el camino.
"Si nos rodeamos de personas que tienen en sus mentes nuestros mejores intereses, creemos que vamos a llegar", dijo. "Se trata también de ser desinteresados. Que podamos ayudar a otros a que se vean asimismo de la manera en que los vemos; que se sientan empoderados a hacer cualquier cosa que quieran. Eso es lo que yo tuve y es lo que espero retribuir”.
La División de Agricultura y Recursos Naturales de UC lleva información y prácticas de UC a todos los 58 condados de California. Nuestra misión es mejorar las vidas de todos los californianos a través de investigaciones y Extensión Cooperativa en agricultura, recursos naturales, nutrición, economía y desarrollo juvenil. Para más información visite ucanr.edu.
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Adaptado al español por Leticia Irigoyen del artículo en inglés.
- Author: Saoimanu Sope
Antes de alistarse en el ejército, el padre de Díaz trabajó en el campo. Describiendo a su padre como una "persona autodidacta", Díaz dijo que su padre adquirió muchas habilidades a lo largo de su vida y podía "arreglar casi todo". Otros sabían esto del padre de Díaz, y a menudo se referían a él como "el científico".
"Mi ciudad natal está rodeada de agricultura, y veía trabajadores agrícolas todo el tiempo. Lo que hacen es un trabajo difícil, es duro", afirma. Aunque Díaz se dedica hoy a la agricultura, hizo todo lo posible por evitarla cuando estaba en la escuela.
En el instituto, Díaz se centró en las matemáticas y las ciencias, creyendo que le llevarían por otro camino profesional. Cuando se graduó en 1990, Díaz no tenía muchas opciones de educación universitaria en su zona. "Apenas había Internet en mi ciudad", recuerda, y añade que también fue un reto encontrar mentores profesionales.
"No sabía lo que quería estudiar", dijo Díaz. "Pero cuando pasé la prueba de acceso a la universidad, me decidí por ingeniería eléctrica". Como estudiante de primer año en la universidad, Díaz se encontró en un entorno diferente, con normas y expectativas a las que no estaba acostumbrado. "Perdí la concentración", dice.
De hecho, su bajo rendimiento académico llevó a Díaz a abandonar la universidad. Describió esta decisión como "el punto de inflexión que cambió el curso de su vida". Al darse cuenta de que había dado por sentada una gran oportunidad, Díaz quiso volver a la universidad. Tras aprobar por segunda vez el examen de acceso a la universidad, los resultados de sus pruebas encajaron con las siguientes opciones profesionales: ingeniería agrícola, sanitaria o química.
Como requería menos cursos de química, Díaz se decidió por la ingeniería agrícola. Cuanto más aprendía, más se interesaba por el riego, la gestión de cuencas hidrográficas y la conservación del suelo y el agua. En 1997 obtuvo el título de ingeniero agrónomo por la Universidad Nacional de Colombia y la Universidad del Valle.
La agricultura es mucho más que eso
"Siempre veía a los trabajadores en el campo desde las cuatro de la mañana hasta las seis de la tarde, incluso los sábados", dice Díaz. "Pero nunca vi lo que había detrás de la agricultura. El trabajo es una cosa, pero también está la ciencia, la educación, la gestión, la ingeniería... No vi eso cuando era más joven".
En 2001, tras dos años trabajando como instructor a tiempo parcial en colegios comunitarios de su ciudad natal, Díaz se trasladó a Puerto Rico, donde obtuvo un máster en ingeniería de recursos hídricos en la Universidad de Puerto Rico. Aunque le hubiera gustado cursar estudios de posgrado en su país de origen, las oportunidades profesionales eran limitadas.
"Consideré la posibilidad de estudiar en España y Chile, donde la gente habla español", dice Díaz, y añade que prefiere aprender en español.
A medio camino con los estudiantes
Con el tiempo, Díaz se trasladó a Mississippi, donde obtuvo un doctorado en ingeniería de recursos hídricos en la Universidad Estatal de Mississippi antes de empezar a enseñar en la Universidad Estatal de Alcorn -la institución pública de concesión de tierras históricamente negra más antigua del país-, donde su papel de mentor se convirtió fácilmente en su parte favorita de ese viaje.
Comoprofesorasistente, Díazdijoquemuchosestudiantes conlosque trabajó enAlcorn Statetuvierondificultades conloscursos deagricultura denivel superior. "Algunos demisestudiantesempezaronconmigocuandoeranestudiantes de primer año ypudeverlosprogresar a lo largo delos años",dijo Díaz.
Ahora, muchos de ellos trabajan para el gobierno federal y organizaciones no gubernamentales, y algunos incluso se han trasladado a otros estados, lejos de todo y de todos los que conocen.
"Me recuerda a mi propia gente", dice Díaz. "Lo difícil que puede ser la educación, y lo limitado que te sientes, y tener miedo de irte de casa... eso es lo que muchos de nosotros BIPOC [negros, indígenas, personas de color] experimentamos".
Una vez mentor, siempre mentor
En el condado de Imperial, donde Díaz vive actualmente, más del 80% de la población es hispana. Según Díaz, muchos de los estudiantes de Imperial pueden identificarse con los que él enseñó en Colombia, Puerto Rico y Mississippi, luchando por navegar por la educación. "Muchos de los estudiantes también piensan como yo cuando tenía su edad. No encuentran atractiva la agricultura porque es demasiado dura".
Ahí es donde Díaz interviene y les muestra un lado diferente de la agricultura, uno que le hubiera gustado que alguien le enseñara cuando era más joven. Cuando visita los colegios locales o recibe a grupos de estudiantes en Desert REC, les enseña que la agricultura ofrece un amplio abanico de oportunidades.
"La agricultura no es sólo gente en el campo, es gente en los laboratorios, en los ordenadores y en las aulas. Se trata de personas que gestionan a otras, que calculan la economía y construyen sistemas", afirma.
Dada su formación en hidrología, sistemas de riego y recursos hídricos, Díaz confía en el agua como elemento para que los estudiantes entablen conversaciones sobre las carreras agrícolas. "Para producir alimentos necesitamos agua. Las plantas necesitan agua para vivir y nosotros también. El agua es clave", dice a los estudiantes.
"Sé la diferencia que supone tener a alguien que te guíe profesionalmente. Así que quiero ser esa persona para mi comunidad, especialmente para la generación más joven".
Como director, Díaz tiene una política de puertas abiertas para fomentar la interacción frecuente con sus colegas. "Para mí es importante que la gente con la que trabajo sepa que quiero apoyarla", dice Díaz, que prefiere que sus colegas le llamen por su nombre de pila.
"A veces oyes que alguien es 'doctor', y eso crea una división enseguida", dijo.
Al reflexionar sobre su papel y su impacto, Díaz dijo que quiere que se le conozca como una persona genuinamente buena. "Quiero ser un buen colaborador, crear programas significativos y hacer crecer una industria sana".
Hoy en día, Díaz no pasa mucho tiempo en la pista de baile, pero no rehúye la oportunidad de revivir su adolescencia. "He creado mi propia trayectoria profesional con el apoyo de mi familia, mis mentores y mis amigos", afirma. "Sigo divirtiéndome, pero también me centro cuando lo necesito".
Adaptado al español por Diana Cervantes del artículo en inglés.