Ha habido mucha discusión acerca de la leche con sabor en los meses recientes, y mucho de este debate ha sido promovido por Jamie Oliver quien tiene un popular programa de televisión, llamado Jamie Oliver’s Food Revolution, en la cadena ABC. Su objetivo es simple: "Revolucionar los almuerzos escolares y poner a salvo la salud de la nueva generación de estadounidenses". Oliver lanzó en abril del 2011 una campaña de la “leche azucarada”. El propósito de la campaña es pedir a las escuelas que promuevan la leche regular blanca en lugar de la leche con sabor. De acuerdo con el sitio Web de Oliver, “la leche con chocolate tiene la misma cantidad de azúcar que un refresco gaseoso y sólo una bebida azucarada adicional al día incrementa el riesgo de obesidad infantil en un 60 por ciento, además de que es un factor importante que contribuye a la diabetes Tipo 2”.
Mucho antes de que Oliver apareciera en el panorama, ya se había debatido sobre los méritos de la leche con sabor que se ofrece en los almuerzos escolares. La de chocolate (la más común), fresa, vainilla y otros interesantes sabores están ampliamente disponibles en distritos de todo el país. Esta leche aporta nutrientes esenciales, pero con ella vienen azúcares agregados que contribuyen a aumentar las calorías en las dietas, algo que la mayoría de los niños estadounidenses no necesitan.
¿Acaso hay un lugar para la leche de sabor en la charola del almuerzo escolar?
De acuerdo con la Asociación Dietética Americana, el Consejo de Productos Lácteos y otras organizaciones de salud y nutrición, la respuesta es sí.
Los promotores de que se sirva leche con sabor en las escuelas argumentan que ésta provee nueve nutrientes esenciales – a diferencia de los refrescos y otras bebidas endulzadas que no ofrecen ningún beneficio nutricional además de las caloría extras.
De acuerdo con la Asociación Dietética Americana (ADA), importantes organizaciones de salud y nutrición (inclusive la Academia Americana de Médicos Familiares, la Academia Americana de Pediatría, la Asociación Americana del Corazón, la Asociación Médica Nacional y la Asociación de Escuelas de Nutrición) reconocen el papel que la leche descremada o baja en grasa (inclusive la leche con sabor) juega en ayudar a los niños a obtener las raciones de leche recomendadas. De acuerdo con la ADA, los niños beben más leche cuando tiene sabor y beben menos (y obtienen menos nutrientes) cuando la leche no tiene sabor. El Consejo de Productos Lácteos, ofrece una perspectiva de los profesionales en nutrición que están a favor de que se incluya la leche con sabor en los almuerzos escolares. El Consejo de Productos Lácteos de California argumenta que no podemos olvidar que la leche con sabor contiene las dos azúcares naturales (lactosa) y azúcar agregada, y que la cantidad de jarabe de maíz con un alto contenido de fructosa que se agrega a la leche de sabor es mucho menos que la cantidad que contienen las bebidas endulzadas como los refrescos gaseosos y otros alimentos procesados. Además, algunos estudios sugieren que los niños que beben leche con sabor tienden menos a consumir refrescos gaseosos y otras bebidas endulzadas, consumen más nutrientes y tienen mayores posibilidades de mantener un peso sano.
¿Cuál es la postura del LAUSD, el distrito escolar que se encuentra en el centro del debate?
La pregunta apremiante cuya respuesta todos queremos saber es si los estudiantes del LAUSD cambiarán a la leche descremada o baja en grasa cuando ya no se les ofrezca leche de chocolate o fresa durante el otoño. La respuesta va a ser interesante y posiblemente le pondrá un punto final al gran debate sobre la leche de sabor.