Sí. Los científicos dicen que sí. La leche materna.
“La leche materna es la clave para todos los alimentos”, dijo Bruce German, profesor del Departamento de Ciencia y Tecnología Alimentarias de UC Davis y director del Instituto de Alimentos para la Salud de UC Davis. “Es un alimento completo, una dieta completa, con 200 millones de años de evolución para mantener a los bebés”.
German y su equipo están decodificando la leche materna para tener un mejor entendimiento de sus componentes y por qué trabajan tan bien. Están descubriendo una gran cantidad de información sobre la mejor manera de alimentar y proteger al cuerpo humano, lecciones que mejorarán la salud no solo de los infantes sino de todos nosotros.
¿Qué están descubriendo?
En primer lugar, que una gran parte de la leche materna pasa por las bocas de los bebés y va directo al pañal sin ningún tipo de digestión en el camino. Eso es sorprendente. De las 500 calorías que las mujeres lactantes queman diariamente para producir leche, un 10 por ciento se usa para sintetizar algo que el bebé trata como un desecho. Si no tuviera un valor para el bebé en crecimiento, ¿no la habría descartado la selección natural hace tiempo?
Pero resulta que tiene un alto valor. La materia indigerible es una pila de polímeros del azúcar llamados oligosacáridos que alimentan a bacterias específicas en el estómago del bebé. Los oligosacáridos ayudan a los organismos buenos a proliferar y dominar, manteniendo a los bebés saludables al ayudar a expulsar a los organismos menos favorables antes de que se establezcan y, quizás más importante, nutren el revestimiento intestinal, el cual juega un papel vital en protegerlos de infecciones e inflamaciones.
“Qué estrategia tan genial”, dijo German. “Las madres están proveyendo otra forma de vida para cuidar de sus bebés”.
Así que cuando cuidamos de nuestro cuerpo, quizás deberíamos pensar también en alimentar a nuestros organismos buenos.
“Nuestras bacterias buenas desempeñan un papel mucho mas importante en nuestra salud de lo que nos damos cuenta”, indica German.
Así que los oligosacáridos podrían apoyar el balance microbiano en nuestro aparato digestivo. Los bebés lactantes pueden obtener esto de sus madres, pero, ¿y el resto de nosotros?
Esta es otra buena pregunta y los investigadores de UC Davis están trabajando para identificar, extraer y obtener los oligosacáridos de varias fuentes, incluyendo el suero de leche, el producto de desecho en la producción de quesos.
Usted puede leer más acerca de esta nota en el sitio web del Colegio de Ciencias Agrícolas y del Medio Ambiente de UC Davis: http://caes.ucdavis.edu/news/articles/2013/09/title-uc-davis-decoding-mother2019s-milk-for-clues-to-lasting-