Los huertos escolares resurgen a manos de voluntarios de Extensión Cooperativa de la UC
Cuando los niños cultivan sus propias frutas y verduras, tienen mayores posibilidades de comer alimentos sanos, así que durante décadas, los políticos, maestros y educadores de nutrición han abogado para que cada escuela tenga un huerto. Sin embargo, expertos de Extensión Cooperativa de la UC en los condados de Santa Bárbara y San Luis Obispo se han dado cuenta que el cuidado del huerto puede menguar con el tiempo.
“Los estudiantes y sus padres ya salieron de sus primarias”, dijo Shannon Klisch, supervisora de educación comunitaria del programa CalFresh de la UC, para los condados de San Luis Obispo y Santa Bárbara “La rotación de expertos y nivel de compromiso puede variar ampliamente, dejando a algunas escuelas con parcelas de verduras llenas de maleza y abandonadas o sin apoyo de ningún tipo”.
UCCE ofrece educación sobre nutrición a través del programa de nutrición CalFresh de la UC, a los beneficiarios de CalFresh, antes conocido como cupones para alimentos. Los educadores sobre nutrición del programa CalFresh de la UC de los condados de Santa Bárbara y San Luis Obispo vieron la necesidad de movilizar a miembros de la comunidad altamente capacitados que pudieran desarrollar, apoyar, sustentar y enseñar desde los huertos escolares. CalFresh de la UC se unió con el Programa de Desarrollo Juvenil 4-H de la UC, los programas del Preservador Maestro de Alimentos y Jardinero Maestro para lanzar un proyecto piloto denominado UC Garden Nutrition Extenders (Extensores de Nutrición para los Huertos de la UC)
“No contamos con suficiente personal para trabajar en cada huerto escolar, así que empezamos a reclutar y capacitar a voluntarios”, señaló Lisa Paniagua, coordinadora de sustentabilidad en los huertos escolares para el programa de Extensores de Nutrición en los Huertos de la UC, en los condados de San Luis Obispo y Santa Bárbara.
“Al contar con voluntarios apasionados, los educadores sobre nutrición podrían significativamente multiplicar el número de estudiantes que tienen acceso a los huertos escolares, educación sobre nutrición y capacitación en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés)”, manifestó Katherine Soule, consejera de jóvenes, familias y comunidades en los condados de San Luis Obispo y Santa Bárbara.
Klisch mencionó que los extensores de nutrición en los huertos de la UC son miembros locales de las comunidades escolares.
“Con frecuencia son padres de familia, vecinos o personal y cuentan con un interés personal en ver que los jóvenes y el ambiente escolar prosperen, lo cual resulta en una mayor intervención sustentable e incrementa la capacidad comunitaria para sustentar un programa de huertos", dijo la experta.
Paniagua, Klisch y Soule crearon un programa híbrido de capacitación integrando a voluntarios y educadores de los programas CalFresh de la la UC, Preservador Maestro de Alimentos, Jardinero Maestro y 4-H de la UC. Eligieron un currículo sobre huertos y nutrición de 4-H escrito por investigadores de Extensión AgriLife de la Texas A&M, el cual incluye un aprendizaje basado en la participación, centrado en el estudiante y experimental, a la vez que divide el tiempo entre huerto y el salón de clases. El currículo refuerza los objetivos de lo básico común y los Estándares Científicos de la Próxima Generación que guían la enseñanza en las escuelas públicas.
“Los maestros querrán saber que estamos familiarizados con los estándares curriculares. Al aplicarlos le agregamos valor a estas clases”, dijo Paniagua.
En julio, el tercer grupo de futuros Extensores (voluntarios) de Nutrición en los Huertos de la UC se reunieron en las instalaciones de Extensión Cooperativa de San Luis Obispo para conocer cómo pueden ayudar a que las escuelas transformen sus huertos en fructíferos centros de actividad de aprendizaje para los estudiantes.
Un miembro del nuevo grupo es Jill Marie, jardinera maestra certificada del condado de San Luis Obispo.
“Yo vivo cerca de una escuela y tienen un jardín que no mantienen. Quiero participar y conocer a los niños”, dijo Jill Marie.
Los maestros voluntarios aprenden mediante un currículo de actividades para interior y al aire libre y demostraciones de alimentos durante un periodo de cuatro semanas. Su primera incursión en el Huerto Escolar de Demostración de UCCE se inició con una práctica contemplativa.
“Cierren sus ojos y solo escuchen”, les instruyó Paniagua. Un minuto después les preguntó, “¿qué es lo que escuchan?”.
Para motivar a los estudiantes a que le echen un vistazo al huerto, se les envió al huerto con envases de huevos etiquetados para colectar 12 diferentes artículos y luego se les pidió que escogieran uno para hablar al respecto. Reportar sobre temas es algo básico y común para los estudiantes del tercero al quinto grados y crea temas de aprendizaje en torno a las ciencias, matemáticas, ingeniería y hasta poesía.
De regreso en el salón de clases, los participantes empezaron a trabajar en pares en la siguiente lección denominada “Sombrero del conocer y mostrar”. Los extensores fabricaron un sombrero con papel, cinta adhesiva y una bolsa de suministros para manualidades – globos, listones, calcomanías y papel para construcción– para representar todo lo que una planta necesita. Un grupo usó un globo amarillo para simbolizar el sol, otro le puso gotas de agua en forma de lluvia en el ala. El tercer grupo le espolvoreó diamantina para representar los nutrientes del suelo.
“¿Por qué estamos poniendo todo esto en un sombrero?”, preguntó Paniaqua a la clase. “El ejercicio es útil para los aprendices que son inquietos. Ello refuerza lo que aprenden. Al final, hablamos sobre ello y desarrollamos destrezas conversacionales”.
La sesión de medio día de duración culminó con la degustación de zanahorias moradas, amarillas y naranjas.
“Escriban en sus diarios palabras que describan el olor, aspecto, sabor y sentir sobre las zanahorias de tres colores”, indicó Paniagua.
Una de las voluntarias Christina Lawson, directora de nutrición del Distrito Escolar de Coast, se rió.
“Nosotros tratamos de servir zanahorias moradas, dijo. “Estoy entusiasmada sobre esto. Si los niños las prueban antes de que lleguen a la cafetería, haría mi vida más fácil”.
Este proyecto está financiado con subsidios locales del Consejo Nacional de 4-H en colaboración con Lockheed Martin y el Programa de Educación sobre Nutrición CalFresh de la UC, el cual representa un compromiso conjunto entre el Servicio de Alimentos y Nutrición del Departamento de Agricultura de EUA, la Sucursal de CalFresh del Departamento de Servicios Sociales de California (CDSS, por sus siglas en inglés) y Extensión Cooperativa de la Universidad de California (UCCE, por sus siglas en inglés).