¡Celebrando 50 años de EFNEP!
Un día, hace poco más de dos décadas, la peruana Nelly Camacho se encontró con una joven inmigrante que buscaba un banco de comida. En la ciudad de Hayward al este del condado de Alameda, la inmigrante acudió a un taller de nutrición de EFNEP en donde se le dio la bienvenida y se le invitó a participar. Titubeando, ella se negó a pasar, aduciendo que no podía aprender pues era analfabeta. “No tienes que saber leer y escribir, puedes mirar y escuchar y así aprenderás a ahorrar dinero en la compra de los alimentos y hacerlos que rindan,” respondió la educadora. La inmigrante no solo aprendió de nutrición, también se sintió orgullosa de sí misma. ‘Es la primera vez, en toda mi vida que recibo un certificado,' recuerda la educadora.
EFNEP o el Programa Ampliado de Educación sobre Alimentos y Nutrición, es uno de los recursos más importantes en la lucha contra la pobreza, desnutrición y obesidad y fue implementado con el propósito de enseñar hábitos alimenticios saludables a los más vulnerables en el país: niños, madres solteras, inmigrantes, desempleados, ancianos y todas aquellas personas que en los vaivenes de la vida enfrentan una situación precaria y sin dinero suficiente para los alimentos.
EFNEP cumple 50 años y en ese lapso las educadoras de nutrición que imparten clases a la comunidad, en escuelas, iglesias y centros comunitarios, han acumulado historias que tocan el corazón. Los protagonistas son mujeres, hombres y niños que han aprendido a llevar una vida sana. Es el caso de un hombre (en el condado de San Joaquín que, a punto de tener una cirugía de corazón, encontró en la alimentación saludable y el ejercicio sus mejores aliados para eludir el bisturí. O el niño en una escuela primaria en el condado de Contra Costa que tras asistir al taller de nutrición olvidó poner en práctica lo aprendido a la hora del almuerzo, pero en cuanto se encontró con su instructor de nutrición comiendo sus verduras le dijo ¡Oh, no tengo ninguna fruta ni verdura!', y entonces corrió a la barra de las ensaladas de la cafetería escolar.
El cambio es parte de un gran esfuerzo nacional cuyas semillas se sembraron a finales de los 1960s.
“EFNEP nació como un programa piloto del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, USDA en 1968 en respuesta a la creciente conciencia del vínculo entre la pobreza y la desnutrición, y sus efectos nocivos sobre los niños de la nación. Desde entonces EFNEP ha buscado influir de manera positiva en la nutrición y la actividad física de las familias de bajos ingresos, en particular las familias con niños pequeños. Además, desde su nacimiento, EFNEP ha usado un modelo innovador de educación que está integrado en las comunidades,” señala Rose Hayden-Smith, asesora de Extensión Cooperativa de la Universidad de California.
La asesora e historiadora, apunta que EFNEP fue concebido como parte del movimiento "Great Society" del presidente Lyndon Johnson que abarcó un ambicioso conjunto de programas a nivel nacional para eliminar la pobreza, aumentar la equidad racial y mejorar el medio ambiente y aunque este programa quedó bajo la dirección del USDA, este no solo se enfocó en las familias rurales sino también en las familias que vivían en las áreas urbanas en crecimiento de la nación. “Dado el éxito de los programas piloto, EFNEP fue financiado permanentemente en 1969, a través de los fondos Smith-Lever, incluidos en la Ley Agrícola de la nación.” sostiene Hayden-Smith.
Así en plena era del Apolo 11 y cuando por primera vez aterrizaba el hombre en la luna, nació EFNEP como un programa, administrado en el Estado Dorado, por Extensión Cooperativa de la Universidad de California, UCCE.
Alameda fue uno los primeros condados donde inició el programa piloto y para su implementación contó con la colaboración de 220 educadoras de nutrición, la mayoría eran amas de casa, quienes recibieron entrenamiento de los expertos de UCCE porque era importante que los educadores fueran parte de la comunidad. “Originalmente se pensó que los expertos de nutrición podían realizar ese programa, pero luego se dieron cuenta que realmente necesitaban personas de la comunidad que conocieran a la comunidad, que pudieran relacionarse con la gente, que hablaran su idioma y que estuvieran conscientes de ciertas sensibilidades culturales. Fue entonces cuando comenzaron a contratar lo que llamaron en aquellos días, educadores de nutrición y designaron en ese momento que estos educadores deberían estar familiarizados con la comunidad y ser modelos a seguir para la comunidad”, narra Mary Blackburn, experta en nutrición de UCCE en Alameda.
EFNEP es considerado actualmente uno de los programas de la salud preventiva de mayor éxito. Investigaciones indican que por cada dólar invertido en el programa de nutrición se ahorra $8.34 en la salud.
“Como educadora de EFNEP trabajé con personas que estaban en un programa de rehabilitación de las drogas y un día entre la quinta o sexta clase, se acercó un hombre y me dijo, ‘Sabe que estoy muy contento de que vino usted a esta clase; yo tengo problemas del corazón, arterías obstruidas, y me habían dicho que iba a necesitar cirugía pero los doctores me dijeron que si sigo con estos cambios podría ser que no necesite la operación,” narró Anna Martin, experta en nutrición en el condado de San Joaquín, quien inició como educadora de EFNEP hace 30 años. “No sé que haya pasado con ese hombre, pero lo importante es el hecho que él aprendió que su salud dependía de los cambios de los que hablamos en clase.”
Cuando EFNEP inició no había herramientas de comunicación tan eficientes como ahora. No se veían computadoras en los hogares, ni celulares en los bolsillos. Entonces las educadoras empezaron tocando puertas en sus vecindarios. “El primer desafío fue conocer a la comunidad y desarrollar la confianza,” señala Martin. “Desarrollar esa confianza significa que necesitas salir y conocer a los directores de los programas. Necesitas trabajar en las ferias de salud. Necesitas poner tu cara, tu nombre y quién eres. Y luego, cuando impartes clases, debes asegurarte que estás cumpliendo siempre de forma coherente, dándole a los participantes un certificado al final y quizás regresar para saber cómo les va.”
¿Eres el educador de nutrición?
EFNEP tiene un programa muy extenso que ha evolucionado para mantenerse relevante para las audiencias que sirve, además continúa siendo un programa comunitario impartido por educadores que viven en las comunidades donde enseñan. “Vivo cerca de las áreas en dónde enseñó. Entonces, pueden verme en las tiendas, cuando estoy comiendo. Ellos saben que soy una persona real en la comunidad y tengo experiencias similares con las que pueden relacionarse,” señala Adán Osoria, educador en Contra Costa.
Osoria, es bilingüe y recién egresado de la universidad y ha asumido el reto de llevar el mensaje de nutrición a estudiantes de primaria y secundaria llenos de energía, no es nada fácil, pero él se las ingenia. “(Los niños) están entusiasmados con lo que están aprendiendo, hablan con sus papás de lo que han aprendido y realmente entregan los folletos que les doy. Y en lugares públicos me han preguntado "Oh, ¿eres el educador de nutrición? Mi hijo siempre habla de esto y de lo que realmente le gusta.”
Actualmente EFNEP cuenta con 35 educadoras de nutrición y los talleres se ofrece en 24 de los 58 condados del estado es programa muy extenso y los educadores deben aprender varias lecciones que llevan nombres atractivos: ¡Coma bien manténgase activo!
“Uno de los mayores desafíos que tuve cuando empecé fue simplemente revisar todo el plan de estudios que teníamos para ofrecer. Hay más de 20 lecciones solo para la escuela primaria. Entonces, al principio, sentí que era mucho, pero cuanto más estudiaba, pude aprenderlas y ahora las conozco como la palma de mi mano,” sostiene Osoria.
Con los talleres de EFNEP millones han aprendido a: planificar comidas nutritivas, aumentar la actividad física, hacer rendir el dinero de los alimentos, practicar el manejo seguro de los alimentos, y prevenir la obesidad con estilos de vida saludables. “Una vez en una primaria, decidí almorzar al azar en la cafetería en donde los estudiantes almorzaban y vi como llegaban a la mesa con sus bandejas y de repente me vieron y me dijeron: ‘Oh, no tengo ninguna fruta ni verdura'. Entonces regresaron a la barra de ensaladas y dijeron "Oh, lo olvidé".
En las comunidades pobres la tendencia es que hay poco acceso a los alimentos saludables, y los vecindarios están rodeados de comercios con comidas altas en azúcar, sal y grasa. “Uno de los desafíos que enfrento cuando trabajo con los estudiantes es que esencialmente estoy hablando de alimentos saludables, pero en cuanto suena la campana y salen de la escuela, en muchas comunidades en las que enseñamos están rodeados de comida rápida. Ya sea que se trate de una tienda de licores o tiendas de conveniencia donde los alimentos saludables de la que hablamos en los talleres de nutrición no son una opción,” precisa Eli Figueroa educador en Contra Costa.
En la promoción de la alimentación saludable hay que librar batallas en diferentes frentes y para eso está un equipo de expertos de UCCE que realizan sondeos y evalúan todo aquello que impide que la gente coma saludable.
Así a lo largo de cinco décadas, EFNEP continua siendo relevante y sirviendo a una sociedad muy compleja en sus tendencias de alimentación y ritmos de vida y con una amplia diversidad étnica. De hecho, gracias a los inmigrantes y a su nostalgia por los alimentos de sus poblados también se ha enriquecido la producción de nuevos alimentos en California y la imaginación no tiene limite cuando se trata de nuevos sabores e ideas sobre comidas saludables.