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Las papas fritas estuvieron a punto de desaparecer
El grupo de investigación que rescató a la industria de las papas fritas de grandes pérdidas, es el “Equipo de Investigación de la Papa Rayada”. El mismo que acaba de ganar el Premio al Equipo de Control Integrado de Plagas otorgado por la Fundación de Entomología, una organización nacional cuyo objetivo es educar a los jóvenes sobre ciencia a través de los insectos. La fundación reconoció al equipo por sus grandes esfuerzos en el campo de la investigación y extensión los cuales han resultado en dramáticos efectos en la industria de las papas.
John Trumble, un distinguido profesor del Departamento de Entomología de la Universidad de California, en Riverside, es un miembro del Equipo de Investigación de la Papa Rayada. Tremble explicó que para el tiempo en el que el equipo se formó en 2008, un nuevo patógeno llamado Zebra Chip o papa rayada había devastado a la industria de la papa, causando pérdidas que ascendían a los millones de dólares anuales. (Vea la sección de preguntas y respuestas de abajo).
“De hecho, muchos cultivadores estaban a punto de abandonar la industria por completo”, dijo Tremble. “Mayores pérdidas se registraron cuando se incrementó el uso de pesticidas de manera dramática en los campos, sin resultados satisfactorios”.
El Equipo de Investigación Cebra Chip creó nuevas técnicas para identificar al patógeno, permitiendo a los investigadores documentar el movimiento del psílido de la papa (Bactericida cockerelli) mientras esparcía la enfermedad de la papa rayada a nivel local, regional y nacional. Los investigadores pudieron determinar, el movimiento del psilido y del patógeno de la papa rayada tanto dentro de la planta como en los campos de cultivo y elaboraron un programa de muestreo que permitió a los cultivadores de papa elegir el nivel de riesgo que estaban dispuestos a aceptar.
Además de Trumble, los siguientes investigadores son también miembros del Equipo de Investigación de la Papa Rayada: Charlie Rush, epidemiólogo de la Universidad A&M de Texas; Neil Gudmestad, patólogo de la Universidad del Estado de Dakota del Norte; Gerhard Bester de Frito Lay; Casey Butler de Syngenta Crop Protection; Joe Munyaneza, entomólogo y Jim Crosslin, patólogo botánico del Servicio de Investigación Agrícola de USDA, en Yakima, Washington; Jon Goolsby, entomólogo del Servicio de Investigación Agrícola de USDA en Edinburgh, Texas; Don Henne, científico hortícola de Texas Agrilife Research, en Weslaco y Fekede Workneh, patólogo botánico de Texas Agrilife Research, en Bushland.
¡Felicitaciones a todos ellos por su trabajo en torno a la enfermedad de la papa rayada y por el reconocimiento al que fueron acreedores por parte de la Fundación de Entomología!
¿En que parte del país están siendo afectadas las papas por esta enfermedad?
Arizona, California, Colorado, Kansas, Nebraska, Nevada, Oregón, New México, Texas y estado de Washington. Ahora se han reportado problemas a lo largo de California, incluyendo los condados de Riverside, Kern y Ventura. Lo descubrimos en nuestros plantíos experimentales en el condado de Orange.
¿Qué tipo de pérdidas económicas ha causado la enfermedad de la papa rayada?
En la temporada de cultivo del 2004-05 los cultivadores de Texas calcularon sus pérdidas en más de 25 millones de dólares. Muchos cultivadores durante y desde entonces han abandonado las tierras de cultivo. Texas ha reportado una reducción del 20 por ciento en los plantíos de papa. Guatemala, Honduras y Nueva Zelanda han reportado más del 80 por ciento de sus plantas infectadas y pérdidas en casi todos los tamaños de tubérculos comerciales. Las pérdidas en dólares en California no han sido calculadas, pero los cultivadores en todo Estados Unidos han incrementado dramáticamente las aplicaciones de pesticidas, lo cual incremento grandemente el costo de producción. Muchos de los esfuerzos del equipo de investigación estuvieron enfocados en determinar cómo controlar económicamente a la plaga. Hicimos esto al disminuir o eliminar el uso de pesticidas de clase uno (altamente tóxicos),creando estrategias de control con un bajo impacto al medio ambiente y una alta rentabilidad, además de un creciente uso de insectos benéficos.
¿Me podrían pasar las brochetas de insectos?
Posiblemente, a las personas se les puede dividir en dos grupos: aquéllas que comen insectos intencionalmente y las que creen que nunca los han comido. Debido a que a mi me asalta todavía la extraña pesadilla en la que me llevo a los labios un insecto bien cocido que de pronto vuelve a la vida, decidí afrontar mi fobia contra los insectos comestibles visitando al entomólogo Douglas Yanega de UC Riverside, la semana pasada.
“Estos insectos, la verdad, no tienen muy buen sabor”, dijo Yanega, quien es el principal científico en el Museo de Investigación de Entomología de UC Riverside (Entomology Research Museum), donde estudia, identifica y cataloga a los insectos. “En Tailandia, sin embargo, yo comí hormigas tejedoras reinas — una comida gourmet en ese lugar, que saben a mantequilla de cacahuate o limón, dependiendo en cuál parte del cuerpo le claves los dientes — y grillos topo. Ambos estuvieron deliciosos!”
Comer insectos no es algo inusual en Tailandia, explicó Yanega. Los insectos, una buena fuente de proteína digerible, son también parte de la dieta en Corea, China y México.
“Usted obtiene más por su dinero cuando come insectos, en cuanto a proteína se refiere”, dijo Yanega. “Es verdad, la parte más dura de afuera es con frecuencia no digerible, pero los tejidos internos más suaves, sí. Por supuesto, se deben evitar insectos tóxicos. Hay algunos que pueden matarle si los come”.
¿Cómo se puede saber si un insecto es tóxico? En general, los insectos que son herbívoros tienden a ser más comestibles. Sin embargo, los insectos han evolucionado para alertar a otros bichos — y a ¡nosotros! — que no son apropiados para el consumo. Los colores brillantes como el rojo, naranja o amarillo yuxtapuestos con el negro en el cuerpo de los insectos son una advertencia clara de los insectos para que se mantenga alejado de ellos.
Debido a que poca gente experimenta con insectos comestibles, identificar los que son tanto comestibles como deliciosos es un gran reto.
“Usted cuenta, en la mitad de la curva de insectos, con muchos que son comestibles pero que saben horrible”, mencionó Yanega. “Y luego están otros al final de la curva que son tóxicos. Pero en la otra punta de esta curva se encuentran los preciados: son comestibles y saben bien”.
En los Estados Unidos, la mayor parte de las personas son culturalmente adversas a comer insectos. Sin embargo, si viaja a México, podría comer chinches apestosas, las cuales se usan algunas veces para darle sabor a la comida. Aún más lejos, en Japón, usted podría disfrutar de larvas de avispas y de gusanos de seda. En las partes centrales del sureste de Asia, puede saborear las chinches de agua gigantes y grillos topo.
De acuerdo con Yanega, una forma de iniciarse en una dieta entomológica es primero disecar los insectos y luego molerlos hasta pulverizarlos.
“Se puede usar este polvo como un suplemento”, dijo el experto. “Es la forma más fácil de comer insectos como alimento. Puede mezclar el polvo de insecto, digamos que con harina de trigo para obtener 'harina enriquecida con insectos'”.
Si se siente un poco de asco, podría casi garantizarle que la mayoría de nosotros ya hemos comido insectos de manera inadvertida. Muchos de los colorantes para comidas usan insectos. El color ceroso que recubre los dulces está con frecuencia hecho a base de insectos. Y muchas de las frutas y verduras cuentan con cierto nivel de “contaminación de insectos”.
“Mientras que no sea alérgico a un insecto comestible, es seguro comerlo”, indicó Yanega. “Si puede poner a un lado su fobia o estigma de poner insectos en su boca, no debe tener problema en agregarlos a su dieta”.
Esto es algo que la mayoría de nosotros tendría que hacer si nos encontramos perdidos en una isla y hambrientos.
“Si esto pasara, olvídese de los insectos de colores brillantes”, recordó Yanega. “En su lugar, opte por los que son de colores crípticos, los que pareciera que se esconden de algo. Son la mejor opción”.