Los puestos de fresas venden bayas frescas y directamente del campo
Las babosas, caracoles, hormigas, afidios y ácaros arañas y un clima inclemente conspiran en contra de los productores de fresas que desean cosechar las frutas perfectas para su venta. .
“El cultivo es un trabajo pesado”, señaló Fam Lee, mientras sacaba malezas de entre las plantas de fresas. Lee y su esposo Nathan Punh se encuentran entre los 60 granjeros originarios de Mien del área de Sacramento, quienes solicitan las recomendaciones de Margaret Lloyd, asesora de granjas a pequeña escala de Extensión Cooperativa de UC.
“Aunque no somos granjeros orgánicos, siempre hemos querido serlo”, dijo Lee. “Por ejemplo, tenemos babosas y hormigas y le preguntamos a Margaret si podíamos colocar cebos orgánicos para babosas alrededor de las plantas siempre y cuando no toquen las fresas. Ella nos dijo que es la mejor manera de hacerlo. Trabajamos muy de cerca con el personal de nuestra extensión”.
En el área de Sacramento, muchas de las granjas que son propiedad de familias originarias de Mien son atendidas por equipos conformados por el esposo y esposa. La típica pareja trabaja granjas de uno o dos acres, pizcando fresas para venderlas el mismo día en un puesto ubicado en la calle, el cual representa la principal fuente de ingresos para la familia.
“Muchos de ellos crecieron en granjas de Tailandia o Laos cultivando verduras o arroz o frijol de soya”, mencionó Lloyd, quien sirve a granjeros de baja escala en los condados de Sacramento, Solano y Yolo. “Muchos de ellos tienen experiencia agrícola así que cuando llegan a este país, buscan también un estilo de vida agrario”.
Algunos de los granjeros originarios de Mien nunca habían visto una fresa antes de llegar a California, pero eligieron el cultivo de alto valor para maximizar el rendimiento en sus pequeñas parcelas.
Para ayudar a los granjeros originarios de Mien a establecer granjas de fresas exitosas, Lloyd les actualiza en torno a nuevas regulaciones y comparte con ellos consejos sobre el cultivo durante una reunión anual de extensión, los visita en sus granjas y graba videos haciendo demostraciones sobre cómo hacer cosas como usar composta para fertilizar sus cultivos.
“Debido a las barreras lingüísticas, ir hasta la granja con regularidad es una parte importante del trabajo”, manifestó Lloyd, quien se une al personal del Centro Nacional para una Tecnología Apropiada (NCAT, por sus siglas en inglés) para asistir a los granjeros originarios de Mien.
“Una vez que estamos en la granja, podemos comunicarnos en persona con mayor facilidad”, indicó la experta. “Con frecuencia se trata de la identificación de plagas, así que les enseño a usar una lupa e identificar arañas ácaros, áfidos y el insecto lygus”, por ejemplo”.
“Muchos de ellos tienen niños que hablan inglés con fluidez, así que si ellos no lo hablan con fluidez, sus hijos les ayudan”.
Durante los pasados cinco años, Lee y Punh han cultivado y vendido fresas en un puesto de granjeros en Bond Road, entre Bader y Bradshaw, en Sacramento. Cultivan las dulces y delicadas variedades como Albion, Chandler, Santa Rosa y Seascape de las cuales a algunas no se les encuentra en los supermercados porque las fresas no resisten muy bien ser almacenadas y transportadas. Ellos empiezan típicamente a cultivar las fresas a finales de marzo y a pizcarlas entre julio y agosto dependiendo del clima. Este año, las lluvias y heladas de primavera arruinaron las primeras fresas.
Los consumidores conocedores piden ciertas variedades por su nombre, manifestó Lloyd. La chandler es muy buscada por los consumidores por su delicada pulpa y sabor dulce. La albion produce fresas más grandes que también son muy sabrosas”.
Debido a que las fresas que se venden en los puestos de la carretera se pizcan frescas diariamente, los granjeros esperan hasta que las fresas están perfectamente maduras antes de pizcarlas.
Lee empieza a cosechar sus fresas a mano al amanecer de lunes a sábado.
“Empezamos a las 5:45, en el momento en que podemos ver y pizcamos hasta las 8 en punto. Ese es nuestro objetivo”, dijo Lee. “Para las 8:30, queremos abrir nuestro puesto y vendemos hasta que se acaban todas las fresas”.
Los padres de Lee con frecuencia conducen hasta Alameda para ayudarlos con la pizca de fresas.
Para extender la temporada de las ventas en el puesto, algunos granjeros originarios de Mien suplementan la venta de fresas con otro tipo de bayas, mermelada de fresas y verduras. Cultivan arándanos y moras, tomates, chiles y ejotes y algunas veces verduras de especialidad como melón amargo.
“Cultivar fresas no es algo fácil, pero es un trabajo que se disfruta”, señaló Lee.