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¿A quién llamas feo?
Si la vida fuera como una película de Disney, no tendríamos problemas para identificar a los insectos benéficos en nuestro jardín. Todos tendrían ojos grandes de perros cachorros y cantarían dulces canciones. No tendrían nombres como insectos asesinos, que de hecho, algunos de ellos los tienen.
Así que cuando veamos esos bichos repugnantes trepando o volando alrededor de nuestro recién plantado huerto, tendremos que hacer un mejor esfuerzo para poder distinguir a los chicos buenos de los malos. Los chicos buenos, a propósito, son los que se alimentan de los que consideramos los chicos malos – insectos como los áfidos que dañan las plantas al apiñarse en los brotes tiernos, botones y hojas y succionar los jugos de la planta.
Irónicamente, en nuestro mundo de insectos que se comen a otros insectos, su jardín no podrá atraer a los chicos buenos sin la existencia de los chicos malos, así que no se preocupe demasiado cuando vea algunos áfidos, orugas, cochinillas harinosas y otros. Si opta inmediatamente por los pesticidas, matará a los aliados junto con los enemigos.
¿Pero cómo diferenciar a los buenos de los malos? Para comenzar, debe observar cuidadosamente a los insectos, y para ello, algunas veces yo utilizo una lupa con una potencia de 10. Aún de cerca, no podrá ver a los chicos buenos portando sombreros blancos, pero con la práctica será más fácil identificarlos. He aquí una mirada rápida a los aliados más comunes de un huerto:
Mariquita o catarina
OK, ¿este insecto se ve un poco como una creación de Disney, ¿o no? Las mariquitas se alimentan de los áfidos y otros insectos de cuerpos blandos. Las mariquitas son un tanto caprichosas, así que no le sorprenda si de pronto se alejan de su jardín para irse al de su vecino que está más verde. Pero las que se quedan, serán de gran ayuda, pues son capaces de engullir hasta 50 áfidos en un día.
Escarabajos de tierra
Estos insectos son grandes, miden alrededor de ¾ de pulgada y cazan durante la noche, hurgando entre la hojarasca en busca de huevecillos y larvas de insectos.
Escarabajo soldado
Estos insectos son buenos soldados que consumen áfidos, orugas y huevecillos de saltamontes.
Crisopas
De alas verdes como de hadas madrinas, las crisopas parecen criaturas gentiles, pero son unos depredadores feroces en su etapa larval, que devoran áfidos, orugas, cochinillas harinosas, salta hojas, huevecillos de insectos, moscas blancas y hasta a otras crisopas.
Rafidióptero
Estos insectos están relacionados con las crisopas y consumen una gran variedad de plagas de huertos.
Avispas parasíticas
Las avispas parasíticas son una gran defensa contra los gusanos del maíz, gusanos del fruto del tomate, gusanos del repollo y orugas de libea. Además, las hembras de las abejas parasíticas depositan sus huevecillos en los áfidos, matándolos.
Insectos asesinos
Los insectos asesinos cazan a los áfidos, saltahojas y orugas.
Libélula
Además de poseer esa apariencia atractiva, una sola libélula puede consumir unos 300 mosquitos al día.
Mosca sírfida
Las moscas sírfidas defienden su jardín contra los áfidos.
Arañas
Las arañas pueden parecer repulsivas, pero estos depredadores son un excelente agente de control biológico. Si necesita algo que le recuerde su condición de aliado, acuérdese de la telaraña de Charlotte.
¿Cuáles son algunas buenas plantas para sembrar entre sus vegetales para atraer a los insectos benéficos a su jardín? Cada cultivo tiene sus propias necesidades, así que sería bueno verificar con su vivero o su jardinero maestro local, pero algunas de mis favoritas incluyen: estátice, alyssum dulce, hinojo, zinnia, cosmos, girasol, caléndula, milenrama y lavanda. A los insectos benéficos también les gustan las flores de eneldo, perejil y cilantro, así que cuando ya haya cosechado estas hierbas, no dude en dejarlas florear. Sus amigos los insectos se lo agradecerán.
Usted puede aprender mucho más sobre los insectos benéficos en el sitio del Programa de Jardineros Maestros de California y el programa de Control Integrado de Plagas de la UC a nivel estatal.
Los hortelanos comunitarios siembran bienestar
Un innovador proyecto de horticultura denominado "LA Sprouts" produjo cambios significativos en la salud de los niños participantes. Aumentaron menos de peso que sus compañeros que no participaron y tuvieron un mejoramiento en su índice de masa corporal. Igual de importante fue el hecho de que quedaron muy motivados para comer y aumentar su preferencia por las frutas y verduras. Los estudiantes aprendieron sobre la salud del suelo, riego, reciclamiento, abono y otros aspectos sobre cómo planear un huerto, usar composta y cómo cocinar lo que producen.
Con fondos de la Fundación del Hospital Kaiser en Los Ángeles, investigadores de la Universidad del Sur de California (USC) y la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), junto con jardineros maestros del Programa de Terrenos Comunitarios de la Extensión Cooperativa de la UC (Common Ground) ofrecieron los proyectos pilotos de horticultura y nutrición a un grupo de estudiantes, la mayoría latinos, de una escuela primaria en Los Ángeles.
El proyecto de 12 semanas se realizo en la Huerta Comunitaria de Milagro Allegro en el vecindario de Highland Park en el noreste de Los Ángeles, y lo que surgió fue muy inspirador.
“Alentar a nuestros niños a explorar, cultivar, tocar, oler, cosechar, preparar y comer sus propias frutas y verduras orgánicas nos proveerá un futuro positivo y saludable para todos”, dice Milli Macen-Moore, jardinera maestra residente de la Huerta Comunitaria de Milagro Allegro.
Los prometedores resultados serán publicados en dos revistas científicas, una la de la Asociación Estadounidense de Diabéticos (American Diabetic Association) y en Nutrición y Salud Pública (Public Health Nutrition). Los coordinadores del estudio piloto esperan que este tipo de intervención sea eficiente en la prevención de la obesidad al tener un periodo de intervención más largo. El programa de horticultura basado en educación sobre nutrición es el primero en su tipo en evaluar parámetros relacionados a la obesidad.
La Huerta Comunitaria de Milagro Allegro fue fundada en el 2009 por Nicole Gatto, profesora asistente de investigación en UCLA. Este sitio integra, en el corazón del noreste de Los Ángeles, la horticultura urbana, el arte y la educación, y sirve como un centro donde coexiste la paz y la belleza entre las frutas, verduras y flores en crecimiento. El huerto cuenta con 32 parcelas y con instalaciones para acomodar a más de 40 familias.
Para más información acerca del estudio o huertas comunitarias, visite el sitio en Internet de la Huerta Comunitaria de Milagro Allegro, o contacte a Gatto en el correo electrónico info@hpgarden.org.
Preparado por Dohee Kim
Adaptado al español por Norma De la Vega
Cultivar duraznos involucra una relación con los árboles
Mas Masumoto, un agricultor del Valle de San Joaquín describe la dicha de comer fruta en las páginas de su libro Epitaph for a Peach (Epitafio por un durazno). El prólogo se lee como si fuera una carta de amor escrita a Sun Crest, la vieja variedad de duraznos plantada hace años por su padre estadounidense-japonés. Los duraznos de la variedad Sun Crest son jugosos y deliciosos pero carecen de algunos atributos comerciales.
Al hecho de saborear una fruta le llamó “tesoro” y escribió:
“Te recargas sobre el fregadero para asegurarte de que no vas a chorrearte. Luego, hundes tus dientes en la pulpa…. Esta es una mordida real, un acto primitivo, una celebración mágica y sensorial que anuncia la llegada del verano”.
Muchos californianos pueden compartir la experiencia de Masumoto de cuidar con tanta dedicación los árboles frutales y esperar pacientemente la recompensa de cosechar y saborear la fruta, aún tibia por los rayos del sol. Sin embargo, Garth E. Veerkamp, asesor agrícola de Extensión Cooperativa de la Universidad de California sugiere a los hortelanos no comprometerse con las tareas de un huerto sin antes tomar en cuenta algunas consideraciones.
“Cuando la decisión de crear un huerto familiar está basada en algo más que plantar unos cuantos árboles y esperar la fruta, el resultado más probable será el fracaso”, Veerkamp dijo. “Cuando una huerta familiar se establece basada en la idea que es, de hecho, una expresión viva de la genética interactuando con la tierra, el clima, el espacio entre los árboles, las plagas y muchos otros factores, entonces el resultado debería ser un éxito.”
Veerkamp escribió las siguientes preguntas para que los aspirantes a convertirse en hortelanos realicen primero una introspección en sus vidas y se hagan estas antes de empezar a plantar los árboles:
- ¿Verdaderamente tengo el deseo, tiempo y energía para establecer y mantener una huerta?
- ¿En qué medida afectarán las demandas de la huerta mi relación con personas a mí alrededor?
- ¿Entiendo bien las demandas culturales que la huerta me impone y el rendimiento que puedo esperar con un buen manejo?
- ¿Puedo adaptarme, o si no, equilibrar las demandas y cuidados que los árboles y la cosecha requieren con mi deseo de no sentirme atado o no poder viajar?
Para ayudar a los californianos a entender las demandas de una huerta, la Universidad de California ha desarrollado The California Backyard Orchard (La Huerta Casera de los Californianos), un sitio en Internet, en inglés, con información acerca de la ubicación de la huerta, selección de los árboles, propagación, preparación, siembra, irrigación, polinización, fertilización, raleo de la fruta de plagas y enfermedades.
Con la ayuda de este sitio en Internet, el espectro completo de la huerta y sus responsabilidades puede equilibrarse con la atractiva promesa de una abundante y deliciosa fruta fresca antes de que la pala empiece a excavar dentro de la tierra.
Preparado por Jeannette E. Warnert
Adaptado al español por Norma De la Vega
Los árboles de duraznos necesitan ser cuidados con amor
¡Llegó la cosecha de moras!
La mora es asombrosa. La producción efímera de esta fructífera planta es algo que tanto expertos en pasteles y mermeladas pueden realmente apreciar. Las moras son un alimento con un nivel muy bajo de glucemia (poca azúcar) y un regalo para los consumidores que prestan atención a la nutrición.
Todo hortelano puede disfrutar u odiar esta planta al mismo tiempo. La producción de la fruta está limitada a una temporada relativamente corta, pero la planta puede llegar a alcanzar proporciones enormes si no se le da mantenimiento. Uno debe esmerarse en mantener la planta de la mora dentro del área en que se le sembró, y mantenerlas en la espaldera para evitar que crezca demasiado y haya un montón de bayas en el traspatio. De cualquier manera, si una persona tiene un lugar soleado, de cuatro pies de ancho, para sembrar moras, la recompensa es inmensa.
Se pueden incluso plantar a lo largo de una pared, que dé vista al sur, siempre y cuando pueda colocar una espaldera robusta que sirva de apoyo. Si usted vive en un clima demasiado caliente tal vez valdría la pena cubrir las plantas de moras con tela de sombra, especialmente durante la temporada de madurez.
De una sola planta, usted puede cosechar suficientes moras para preparar una deliciosa mermelada o un pastel delicioso, algunas frutas para el desayuno y, mis preferidas, las paletas heladas de moras (ver receta al final). Después de la cosecha, corte hasta el suelo la rama que ya dio fruto, y enrede en la espaldera las ramas nuevas, en crecimiento. Si usted hace eso anualmente, mantendrá la planta bajo control.
Hay muchas variedades de moras y sembrar varios tipos que maduren a distintos intervalos extiende por más tiempo la temporada de cosecha. Muchas variedades tienen un sabor distintivo, muy diferente al de la “mora salvaje” que quizá usted recuerde de una planta que crecía en una zanja. Algunas no tienen espinas y eso facilita su manejo, y otras son muy espinosas pero con un sabor buenísimo.
La moras se dividen en dos grupos: las zarzamoras y las moras. Las primeras, tales como las Boysen y la Ollalie, son variedades muy comunes, que precisamente están madurando ahora en el Norte de California. También he estado sembrando tres variedades que requieren de una espaldera bastante alta –de más de seis a siete pies. Pero la fruta en estas variedades es muy grande y hermosa y su planta es vigorosa y resistente a enfermedades. Las variedades son Black Satin, Triple Crown y Cherokee; todas ellas estarán listas para cosecharse en un par de semanas.
Para más información sobre cómo cultivar moras en la huerta familiar, visite la página en inglés de California Gardening website.
Aún cuando usted puede usar las moras de muchas maneras, la que a mi me parece verdaderamente deliciosa es la paleta helada de mora. He aquí la receta:
Empiece por hacer el jarabe calentando 2/3 de taza de agua hasta que hierva; póngale 2/3 de taza de azúcar blanca y revuelva hasta disolver. Retire del fuego y deje que se enfríe. Ponga tres tazas de moras frescas y bien lavadas en un tazón y macháquelas. Puede quitarles las semillas poniendo las moras en una coladera y oprimiendo con los dedos, pero no necesita hacerlo. Una vez que el jarabe este frío, mézclelo con las moras. (También puede echar las moras en la licuadora con 2/3 de taza del jarabe).
Eche la mezcla en los moldes de paleta y congele de 3 a 4 horas. Sáquelas del congelador e inserte los palitos para paletas; vuelva a congelar de 3 a 4 horas más. Cuando estén bien congeladas, con una paleta en mano, vaya al jardín y olvídese de sus problemas.
Preparado por Pamela M. Geisel
Adaptado al español por Norma De la Vega