- Author: Norma De la Vega
Mes Nacional de la Nutrición
SAN DIEGO (UC) – Recientemente, durante una clase de nutrición de Extensión Cooperativa de la Universidad de California impartida en la escuela primaria Palmer Way en el condado de San Diego, una madre latina preguntó cuál aceite -canola, cacahuate, palma o de oliva- aguantaba mejor las altas temperaturas para freír los alimentos.
“Es mejor si no freímos los alimentos”, le respondió Shirley Salado, educadora de nutrición.
“Somos mexicanos y nos gustan los tacos dorados, las flautas y los chilaquiles; esas son nuestras comidas y utilizamos el aceite”, agregó una de las participantes en la clase de nutrición “A cambiar costumbres”.
ENGLISH SUMMARY: Changing Habits is one of UC Cooperative Extension classes offered in Spanish in San Diego County to limited income families. The participants learn about making dietary changes and what foods to avoid or eat in moderation to prevent health problems. |
El cambio en los hábitos alimenticios no es fácil, pero cada vez más madres de familia están efectuando modificaciones importantes para cuidar la buena salud de sus hijos. Un grupo de madres latinas aprendieron en ese taller que se puede cocinar platillos sabrosos y saludables haciendo algunos cambios a la manera en que preparan sus alimentos.
La educadora explicó durante la clase que hay tres ingredientes que se deben limitar al preparar los alimentos: grasas, azúcares y sodio. Es importante consumir algunas grasas en moderación. La grasa le proporciona energía al cuerpo, ayudan a mantenerlo a una temperatura adecuada y mejora la absorción de las vitaminas A, D, E y K; también necesitamos la grasa para mantener el cabello y la piel saludables.
Las grasas se pueden clasificar en dos grupos: saludables y malas para la salud. Las grasas que pueden ser buenas para la salud son las insaturadas; la mayoría de aceites que son líquidos a temperatura ambiente tienen grasas insaturadas. Hay 2 tipos de grasas insaturadas::
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Grasas monoinsaturadas que se encuentran en aceites como el aceite de oliva, cacahuate y de canola, y en aceitunas, aguacate, avellanas, almendras, semillas de sésamo, calabaza y girasol.
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Grasas poliinsaturadas que se encentran en el aceite de cártamo, girasol, maíz y soya.
Las grasas insaturadas son saludables porque pueden ayudar a bajar el colesterol LDL (colesterol malo). Se pueden encontrar en la mayoría de los aceites vegetales que son líquidos y en las aceitunas, los aguacates, las avellanas, las almendras, las nueces de Brasil, anacardos, semillas de sésamo, semillas de calabaza, y de oliva, canola y aceites de cacahuate y diferentes semillas como girasol.
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Por otra parte, las grasas que no se recomiendan son las grasas saturadas y las trans fat; Estas por lo general son grasas sólidas a temperatura ambiente:
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Grasas saturadas: Provienen por lo general de productos animales, como leche entera, queso, mantequilla, carnes con grasa, manteca, y en aceites como el de coco y de palma.
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Grasas hidrogenadas o trans: estas grasas se utilizan para conservar algunos alimentos frescos por más tiempo. Este tipo de grasa se encuentra en alimentos fritos, productos comerciales horneados (rosquitas fritas, pastelitos y galletas), alimentos procesados y en algunas margarinas. Esta grasa pueden elevar los niveles de colesterol LDL en la sangre, y también pueden bajar los niveles de colesterol HDL (el colesterol bueno).
“Lo mejor es no comerlas o limitar su consumo porque pueden causar enfermedades del corazón, sobrepeso, diabetes y varios tipos de cáncer”, indicó Salado.
Los talleres de nutrición de Extensión Cooperativa de la UC están dirigidos a familias de bajos ingresos y son usualmente gratuitos. Se imparten a través de las oficinas de Extensión Cooperativa de casi todos los condados; el objetivo es enseñar hábitos saludables, como aprender a preparar comidas sabrosas y nutritivas, aumentar la actividad física, hacer rendir el dinero, practicar la seguridad alimentaria al manipular, preparar y conservar los alimentos, prevenir la obesidad y adquirir hábitos de vida saludables.
Durante las clases, los asistentes pudieron disipar sus dudas o la confusión generada por la publicidad.
“Al aceite de coco le hacen tanta propaganda y se anuncia como uno de los mejores alimentos, ¿es bueno?”, preguntó una de las asistentes.
“El aceite de coco está lleno de grasa saturada”, explicó Salado. “Recuerden que siempre estamos hablando en base a los estudios de la Universidad de California y, hasta ahora, las investigaciones dicen ‘cuidado con el aceite de coco’”.
Las asistentes leyeron folletos de nutrición y analizaron el contenido de azúcar en refrescos gaseosos. Aprendieron, por ejemplo, que una botella de soda de 12 onzas contiene 10 cucharaditas de azúcar y una de 20 onzas, 18 cucharaditas.
“No estamos aquí para enseñar matemáticas, pero si estoy tratando de demostrar que hay alimentos que tienen mucha azúcar o grasas. Si nosotros le damos esos alimentos a nuestros hijos, le estamos inculcando un hábito alimenticio que seguirán cuando sean adultos”, dijo Salado.
La educadora preguntó a los participantes si comían en restaurants de comida rápida. Varios levantaron la mano. “En este tipo de comidas rápidas hay mayor riesgo de que los alimentos contengan grasas saturadas, azúcares y sodio por lo que debemos poner atención a los alimentos que seleccionamos”, recomendó Salado.
Isabel Vega, asistió a la clase de nutrición para aprender sobre la importancia que tiene la buena alimentación. Mencionó que ya ha hechos varios cambios. “Ahora le doy a mi familia más verduras y esto ha sido un beneficios para la salud de mi familia”, indicó la madre de familia de ascendencia mexicana.
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