- Author: Alberto Hauffen
IRVINE (UC) – Al mismo tiempo que crece la población de inmigrantes latinoamericanos en Estados Unidos aumenta la presencia de sus productos comestibles favoritos en el mercado, que parece adoptar sus gustos. Una muestra de esa tendencia es la popularidad que está ganando el cultivo y consumo de pitahaya, como hace notar un experto de Extensión Cooperativa de la Universidad de California.
“Es una fruta que es muy popular en algunos países de Centroamérica y en el Sur de Asia, y tiene muy buen potencial de mercado y muy buen potencial de ganancia para los productores”, indicó el asesor agrícola Ramiro Lobo, durante el reciente Festival de la Pitahaya en el Centro South Coast de Investigación y Extensión de la Universidad de California (UC South Coast Research and Extension Center) en Irvine.
SUMMARY IN ENGLISH: During the recent Pitahaya Festival at the UC South Coast Research and Extensión Center, UCCE Farm Advisor Ramiro Lobo showed 20 varieties of pitahayas which, he said, could be a good alternative crop for small-scale growers in California. |
Ahí, por los últimos ocho años, Lobo ha estado desarrollando cultivos de pitahaya, una fruta originaria de Mesoamérica que está cobrando interés entre los consumidores estadounidenses. El lote de cultivo experimental incluye una veintena de variedades procedentes de Nicaragua y otros países de Centroamérica, México, Colombia y el Sureste Asiático, a donde los franceses llevaron esa planta cactácea en el Siglo 19.
“Estamos tratando de promover la pitahaya como fruto y, bueno su cultivo también, como una alternativa para productores en pequeña escala, principalmente, para el Sur de California”, dijo el experto durante el recorrido de muestra por el lote de cultivo de pitahaya.
La planta produce “una fruta de pulpa de color blanca. Y el color de la fruta va desde el color blanco hasta un rojo intenso, color rojo sangre”, dijo Lobo describiendo las muestras de pitahaya que los participantes saborearon en el evento llevado a cabo el 23 de agosto.
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Lobo se especializa en desarrollar nuevos cultivos, principalmente aquellos que son típicos de Latinoamérica, para ayudar a los agricultores a pequeña escala a diversificar su producción.
“Hacemos investigación de campo. De ahí, la información que nosotros generamos la proporcionamos a los productores para que ellos puedan utilizar estos cultivos como alternativas viables para sus empresas agrícolas”, explicó.
La pitahaya, una fruta de apariencia exótica, está teniendo buena aceptación también entre los consumidores no latinos, según Lobo.
“Es una fruta que se presta mucho para productores en pequeña escala, incluyendo productores hispanos que, a veces, muchos venden en mercados del agricultor. Y la fruta demanda un muy buen precio. Y, en realidad, en todos los mercados”, señaló el experto.
Lobo indica otra ventaja de cultivar la pitahaya en California, estado que sigue sufriendo los estragos de una prolongada sequía:
“El beneficio de este cultivo es que es una planta que es un cacto. Y el requerimiento de agua es mucho menor que otros cultivos perennes que tenemos en el Sur de California como el aguacate, los cítricos y otros cultivos”, remarcó. “Entonces, este cultivo ocupa menos agua y los costos de producción, en cuanto al agua se refiere, son más bajos”.
El interés en la producción de pitahaya, según Lobo, es una muestra más de la influencia que los inmigrantes latinoamericanos, como consumidores y como productores, tienen en Estados Unidos.
“Los productores hispanos han introducido una cantidad de productos al mercado americano que es increíble”, señaló el especialista originario de Honduras. “Los productores mexicanos han introducido cultivos como, por decir, la caña de azúcar, el tejocote, la guayaba, mangos. Y toda una gama de productos: tomatillo, que son productos que ahora ya son comunes en el mercado. Y todo eso tiene sus orígenes en consumidores latinos”.
Con ello, según Lobo, “han enriquecido el portafolio de comidas exóticas, de las posibilidades que la gente tiene para consumir este tipo de productos. Si te vas a los mercados ves mamones, mamoncillos, ciruelas, nances y otros cultivos que tal vez no se cultivan aquí, pero la influencia está. Están introduciendo más productos. O sea, montón de cultivos que tienen sus raíces en la cultura nuestra, en el mundo hispano”.
El especialista señaló un recurso importante para los agricultores que deseen incluir la pitahaya en su producción.
“La Extensión Cooperativa de la Universidad de California, hoy día, este año estamos cumpliendo 100 años. Y este año, como en los primeros años, seguimos apoyando a los agricultores haciendo investigación”, dijo. “Y somos un recurso para los productores en pequeña escala. Estamos presentes en todos los condados del estado de California. Si alguien tiene un interés en pitahaya, pues definitivamente pueden comunicarse conmigo”.
Encuentre más información acerca de otros temas de agricultura en el sitio del Servicio de información en español de la Universidad de California (http://espanol.ucanr.edu).
La Iniciativa Global de Alimentos de la Universidad de California aspira a encaminar al mundo por una trayectoria que permita a la población mundial alimentarse de manera sostenible y nutritiva. La iniciativa, que se apoyará en esfuerzos actuales y en nuevas colaboraciones entre los 10 planteles universitarios, los laboratorios nacionales afiliados a la UC y la División de Agricultura y Recursos Naturales, desarrollará y compartirá soluciones a problemas de seguridad alimentaria, salud y sostenibilidad para beneficio de California, los Estados Unidos y el mundo entero.
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