- Author: Myriam Grajales-Hall
LOS ANGELES - (UC) -En esta época abundan las reuniones, cenas y demás festejos de fin de año. Aunados al intercambio de regalos y la compra de decoraciones, estos son gastos mayores a los usuales para muchas familias y, si los realizan con mucho entusiasmo y poca planeación, puede ser dolorosa la llegada de las cuentas y facturas en enero.
Las tiendas aumentan su inventario y hacen lo posible para que los consumidores gastemos más y más. Barbara Turner, especialista en nutrición y asuntos de la familia y del consumidor con Extensión Cooperativa de la Universidad de California, señala que entre los "trucos" que usan se encuentran el tocar música suave o canciones navideñas, poner dulces y juguetes justo al nivel de la vista de los niños, y asegurarse que sea necesario caminar por toda la tienda para encontrar los ascensores o escaleras o para encontrar los artículos de mayor necesidad.
Turner sugiere que no ponga en juego su tranquilidad; una forma de lograrlo es poniendo en práctica las recomendaciones a continuación para disfrutar de la época y cuidar del bienestar económico de su hogar:
· Ante todo, calcule la cantidad que realmente puede tomar de su gasto normal, de ahorros y tarjeta de crédito para solventar los gastos navideños.
· Calcule el costo de todo: llamadas, tarjetas, comidas o platillos especiales, donativos y viajes. Determine también la cantidad total de que dispone para comprar los regalos.
· Establezca límites realistas que reflejen lo que realmente puede pagar. Recuerde que lo importante es el cariño que se demuestra, no el costo de regalos, alimentos y demás.
· Haga una lista de las personas a quienes piensa agasajar y anote ideas de regalos que vayan de acuerdo con su presupuesto.
· Si su lista de agasajados es larga, sugiera a familiares, amistades y compañeros de trabajo rifar nombres para un intercambio de regalos.
· Haga sus compras al inicio de la temporada, aproveche ventas especiales y evite las compras impulsivas.
· En las tiendas, manténgase alerta y no se deje tentar por cosas que no necesita.
· Considere aprovechar los catálogos: muchos encuentran más fácil respetar su presupuesto evitando ir a las tiendas donde hay tanto que ver ¡y comprar!
· Ahorre con anticipación para evitar estar en apuros nuevamente la Navidad próxima: aparte algo cada mes para los gastos de fin de año.
· Si no tiene la disciplina del ahorro, considere un programa de ahorro automático en el banco o cooperativa de ahorro que le pague intereses.
Este fin de año, establezca un presupuesto, no se exceda, mantenga un registro de sus gastos y tenga en cuenta que además de las facturas de las compras de fin de año, en enero también tendrá que hacer los pagos normales de cada mes. Así podrá disfrutar de las fiestas de la época y también se asegurará de tener un año nuevo ¡lleno de paz y tranquilidad!
- Author: Myriam Grajales-Hall
MODESTO - (UC)-Muchas de las plantas que asociamos con las fiestas decembrinas, tales como el muérdago (mistletoe), hiedra (ivy) y el acebo (holly) provienen de Europa o de la zona del Mediterráneo, reflejando el orígen de muchas de nuestras tradiciones navideñas que se derivan de antiguos festivales y ceremonias griegas, romanas, inglesas y nórdicas. Sin embargo, la Flor de Nochebuena tiene sus orígenes en una leyenda navideña de las Américas.
La Flor de Nochebuena (Poinsettia), una de las plantas más conocidas, duraderas y predilectas de las fiestas decembrinas, es nativa de Centroamérica y zonas tropicales de México. Según la leyenda, una niña mexicana de escasos recursos lloraba en Nochebuena camino a la iglesia porque no tenía regalo alguno para dejar en el altar de la Vírgen María y del Niño Jesús. Un ángel se le apareció repentinamente y le dijo que reuniera maleza a lo largo del camino. Cuando la niña puso su ofrenda al pie del altar, brotaron de cada rama bellas flores rojas.
En zonas tropicales, la flor de nochebuena crece en forma de arbustos de hasta diez pies de altura. Explica Ed Perry, asesor de horticultura urbana de Extensión Cooperativa de la Universidad de California, que las grandes flores rojas en realidad son hojas modificadas llamadas brácteas que se encuentran alrededor de la verdadera flor, la cual parece un pequeño grupo de moras amarillas. Como resultado de las noches más largas de noviembre y diciembre, estas hojas brácteas se tornan un rojo vivo.
La flor de nochebuena se conoce en inglés como "poinsettia," en honor al botánico y diplómata, Robert Poinsett, quien fuera embajador de los Estados Unidos en México de 1825 a 1829. Admiró tanto esta planta que llevó algunas de regreso a su hogar en Carolina del Sur. Las cultivó y propagó en su invernadero y las obsequió a sus amistades. Desde entonces la Flor de Nochebuena se conoce en inglés por el nombre de quien la dió a conocer en este país.
La apariencia de la flor de nochebuena es ahora muy diferente de las que Poinsett encontró en las zonas tropicales de México. Los horticultores han desarrollado arbustos de poca altura para decorar interiores durante las fiestas decembrinas, así como plantas de color amarillo, rosado, colores crema y durazno y rojos más vivos, gracias a la hibridación. Estas nuevas plantas retienen su color por muchas semanas, engalanando hogares y tiendas durante diciembre y enero.
Para mantener el atractivo de la flor de nochebuena, Perry recomienda que ponga su planta en un lugar soleado, lejos de corrientes de aire. Riéguela muy bien y de manera regular. Nunca permita que quede sobre agua encharcada. Cada 7 a 10 días, agregue un poco de fertilizante soluble en agua que contenga nitrógeno. Si las hojas se ponen amarillas, es posible que le falte luz o nitrógeno o que esté recibiendo demasiada agua. Haga cambios pequeños en la manera en que la riega o en el ambiente donde tiene la planta para corregir estos problemas.
El resto del año puede disfrutar de su Flor de Nochebuena dentro de la casa o plantarla en el jardín. Cuando las hojas empiecen a recobrar su color verde en febrero o marzo, pode la planta para dejarla de ocho pulgadas. En un mes aproximadamente tendrá muchos retoños, con los que podrá engalanar su hogar a fin de año cuando cobren su color rojo vivo.
- Author: Myriam Grajales-Hall
RIVERSIDE (UC) - Este "botiquín de primeros auxilios" para la temporada decembrina fue desarrollado por las economistas del hogar de Extensión Cooperativa de la Universidad de California. ¡Podemos disfrutar de la Navidad y el Año Nuevo, sin engordar!
* Haga su lista de sus propósitos de Año Nuevo, el primero de diciembre, y sígalos al pie de la letra.
* Cuando vaya de compras para las fiestas, lleve consigo bocadillos, con poca grasa, como panecillos tostados de arroz (rice cakes), granola en barras o galletas saladas tipo 'pretzel.' Así no sentirá la tentación de comer demasiado cuando esté cansada y quiera comer.
* En lugar de regalar a sus amistades galletas y golosinas horneadas, que tienen muchas calorías, regale vinagre con distintos sabores, mezclas de especias hechas en casa o salsas y aderezos sin grasa.
* Haga 15 minutos más de ejercicio que lo que hace normalmente.
* Acostúmbrese a caminar antes o después de comer la comida o cena en esos días festivos.
* Planee con anticipación lo que hará cuando la inviten a una cena o comida durante las fiestas de fin de año. Imagínese los detalles y decida cuánto quiere comer de los alimentos y bebidas que habrá, los cuales generalmente son ricos en grasa, sal y calorías.
* Beba 8 onzas de agua y coma dos porciones de fruta o verdura una hora antes de ir a una fiesta.
* Llame al anfitrión y pregunte si usted puede aportar algún platillo. Lleve algo delicioso, pero saludable.
* Decídase a disfrutar de ratos amenos con las personas en la fiesta y a ser sociable. Si deja que el comer pase a un segundo plano, le será más fácil escoger alimentos saludables.
* Cuando sirven los alimentos, al estilo buffet o cafetería, asegúrese primero de ver todo el surtido disponible y luego trate de escoger los alimentos saludables. Sírvase las porciones que desea y aléjese de l a mesa o mostrador donde están los alimentos. Decida que está bien comer un poco de sus alimentos favoritos, esos que "no debería comer" y cómalos sin sentirse culpable.
* Busque bebidas con pocas calorías. Si toma alguna bebida alcohólica, hágalo ya entrada la noche. Tome agua primero para calmar su sed y después beba el cóctel, a sorbos pequeños. Recuerde que el alcohol tiende a reducir las inhibiciones y esto hace más difícil comer sanamente.
* El agua mineral con burbujas o con limón o lima, la cerveza sin alcohol, así como el champán y el ponche sin alcohol son bebidas deliciosas.
* Si va a comer postre, sírvase una porción pequeña y sírvase más fruta para saciar las ganas de algo dulce.
* Si la fiesta es en un restaurante o en un hotel, llame con anticipación y pida que le sirvan el mismo platillo que los demás comerán, pero con poca grasa. También puede pedir una comida vegetariana con poca grasa.
Estas ideas le ayudarán a disfrutar de las festividades de fin de año sin pagar por su diversión con un aumento de peso que ¡cómo cuesta bajar después!
- Author: Myriam Grajales-Hall
RIVERSIDE (UC) - Durante la temporada de fiestas, todos queremos regalar algo a nuestros niños. Probablemente también recibirán regalos de familiares y amigos. Los disfrutarán mucho pero, como ya se han dado cuenta muchos padres, pueden llegar a fijarse demasiado en recibir, recibir y recibir y olvidarse de dar a los demás.
Para evitar que sus hijos se conviertan en "duendes pedigüeños," Karen Varcoe, especialista en asuntos del consumidor con Extensión Cooperativa de la Universidad de California, sugiere que, antes de que lleguen las fiestas, reflexione sobre lo que significan para usted. Recuerde que los niños aprenden lo que ven, así que decida qué ejemplo quiere dar a sus hijos respecto a cómo espera celebrar la época decembrina. Varcoe brinda estas sugerencias:
* Haga un esfuerzo por dar regalos a otras personas menos afortunadas. Haga que sus niños escojan una obra de caridad y decidan ayudar. En el último mes del año, muchos grupos de beneficencia reúnen regalos, objetos personales y alimentos para personas necesitadas. Si es posible, haga que sus hijos participen en comprar o hacer regalos y entregarlos a la organización caritativa. Esto ayudará a sus niños a ver lo afortunados que son.
* Durante esta época, trate de cambiar el énfasis de recibir regalos a dar nuestro cariño a las personas que amamos. Deje que sus niños participen activamente en la selección de regalos para amistades y familiares. El trabajar juntos haciendo regalos que van a obsequiar es una manera maravillosa de pasar un rato muy especial y ameno con sus niños. La rutina diaria a veces se interpone para que padres e hijos pasen más tiempo juntos.
* Decida de antemano cuánto quiere o puede gastar en los regalos y otras compras para las fiestas y no gaste más de esa cantidad. No se deje influenciar por el regalo que más anuncien en la radio o televisión y recuerde que los niños no necesitan todas las cosas que quieren. Muchas veces, ya no juegan con el juguete del año anterior, ese por el cual rogaron y suplicaron para que usted se los comprara. Hable claramente con sus hijos. Dígales que no recibirán todo lo que anoten en su lista de deseos. Si las expectativas de sus niños son razonables, probablemente quedarán contentos con lo que usted les dé.
* Si usted quiere que sus hijos reciban algo más en esta temporada que solamente los productos que venden los comerciantes, usted tiene que en enseñarles que las fiestas de diciembre tienen un significado especial. Tal vez sea religioso o cultural, o simplemente el hacerles ver que esta época está llena de tradiciones familiares muy especiales. Ayude a sus niños para que vean las fiestas de fin de año desde otro punto de vista que no sea solamente el comercial. Cuénteles historias, lean juntos y trabajen en familia en los preparativos.
* Y no se olvide de los demás familiares y amistades que, seguramente, también le regalarán algo a sus hijos. A ellos también les gusta saber que su regalo es apreciado. Asegúrese que sus niños den las gracias por cada regalo que reciban antes de que se apresuren a abrirlo. Si es posible, pídale a sus niños que no abran todos los obsequios a la carrera; haga que un abran un regalo y jueguen con él un rato, antes de abrir el siguiente. Así apreciarán cada uno aun más y todos estarán más contentos.
* Si sus niños abren regalos de familiares y amigos que no estén presentes, asegúrese que les hablen por teléfono o les envíen una carta, agradeciéndoles su atención. Escribir estas cartas de agradecimiento también puede ser una actividad que pueden disfrutar en familia y es una buena costumbre que los niños deben aprender.
"Los niños imitan lo que ven y escuchan," señala Varcoe. "Déles un buen ejemplo a sus hijos. Antes de que llegue la Navidad, quizás debemos reflexionar acerca del significado que estas fechas tienes. Luego podremos decidir que valores y tradiciones queremos inculcar en nuestros niños".
- Author: Myriam Grajales-Hall
RIVERSIDE (UC) - ¿Así que, con los primeros días de enero usted se ha decidido a dejar los malos hábitos? ¿O quizás ha resuelto quitarse esas 20 libras de más? ¿O a llegado al punto en que finalmente ha decidido dejar de fumar? ¿O volverse más organizado? ¿O comenzar un programa de ejercicios? ¿O dejar la botella?
Los buenos propósitos de año nuevo son excelentes, especialmente cuando la meta es la autosuperación y la salud, dice Robin DiMatteo, sicóloga de la Universidad de California en Riverside. Pero tenga en mente, advierte ella, que las intenciones de año nuevo pueden ser o una bendición o una pesadilla: un buen empujón para el ego si el propósito tiene éxito; o un duro golpe para la autoestima si el sueño se desvanece.
Pero no lo tome tan a pecho, aconseja DiMatteo, puesto que no es tan difícil como parece. Un resbalón, y aun varias caídas no significan la derrota. "El mundo está lleno de tentaciones," señala la sicóloga, "y todos nos exponemos a caer en sus garras. Espere eso y no se dé por vencido si sucumbe."
Si ha tomado una determinación de año nuevo, con eso ya lleva la delantera: usted ha reconocido el paso que debe dar y se ha comprometido a lograr la meta trazada. Ahora, sólo necesita llevarla a cabo.
"El comprometerse a hacer algo es bueno. Sabemos, por investigaciones de sicología, que hacer un compromiso o tomar una determinación es un importante primer paso. Esto muestra que la persona se preocupa por el cambio y quiere hacerlo. La gente tiene que comprometerse para poder tratar," dice DiMatteo.
El problema radica en que tal vez la obligación o compromiso no sean suficiente. Si una persona decide hacer un cambio pero no tiene los recursos, probablemente no lo logrará. "Alguien que haya tratado de dejar de fumar muchas veces podría necesitar ayuda de alguien para lograrlo," sostiene la experta. "Así que el siguiente paso es buscar un programa de consejería para fumadores, o un programa de apoyo."
Las personas que juran que dejarán de beber y sufren por conseguirlo deben reconocer que quizás necesitan ayuda, como un programa de desintoxicación u otros tipos de consejería.
"Eso es lo que da resultado," afirma DiMatteo, "si realmente quiere dejar el vicio del alcohol."
Otro problema está en tener expectativas razonables. "A menudo la gente hace propósitos que son casi imposibles de cumplir, como 'nunca más voy a comer otro postre mientras viva'. Y, bien, esto es imposible porque se les presentarán muchas tentaciones," indica.
Sin embargo, hay un secreto, de acuerdo con DiMatteo. Se debe estar preparado para reconocer que puede haber una recaída, un regreso momentáneo al comportamiento que se está tratando de cambiar. Sólo la forma en que se haga frente al problema determinará el éxito o el fracaso.
Generalmente, la persona que ha jurado renunciar a los postres y caramelos sucumbe ante un postre tentador, se encoge de hombros y se abalanza sobre un pastel entero con la excusa de que es imposible cambiar. Lo que debería hacer, aconseja la sicóloga, es decir calmadamente:
"Me comí un pedazo de pastel. Lo disfruté, y ahora trataré de ser fiel a mi propósito." Todo mundo necesita reconocer que una recaída no es el fin del mundo.
Pero Di Matteo advierte un par de cosas: Aunque el Día de Año Nuevo es un momento lógico y oportuno para hacerse buenos propósitos, no es necesariamente el más práctico. En realidad, la temporada decembrina es una época muy difícil para hacerse propósitos. "Es mejor comenzar el 6 de enero, cuando todos regresamos al trabajo y ya no hay toda esa comida y bebida," dice DiMatteo.
Finalmente, todos debemos reconocer que siempre es difícil cambiar el comportamiento. Es un proceso lento que toma tiempo y compromiso. "Haga sus propósitos de año nuevo," recomienda DiMatteo, "Sea sincero consigo mismo y no se dé por vencido aunque tenga una recaída o dos".