- Author: Myriam Grajales-Hall
SANTA CLARA-(UC)— La violencia doméstica afecta a personas de todas las edades y trasfondos étnicos. Con miras a lograr una reducción en este tipo de abuso, un grupo del Club 4-H de Extensión Cooperativa de la Universidad de California organizó una asamblea estudiantil para enseñar a los jóvenes las señas de peligro de maltrato en una relación antes de que termine en golpes.
Con participación de la asambleísta Rebecca Cohn del Distrito 24 (D-Saratoga), los estudiantes de la preparatoria Westmont High School en Campbell, cerca de San Jose, participaron en una asamblea estudiantil donde miembros del Club 4-H actuaron en escenas cortas para mostrar a sus compañeros comportamientos inadecuados entre parejas juveniles. Por medio de cartelones, los alumnos se enteraron también de las características de una relación sana, tales como el respeto, la comunicación, comprensión, confianza y sinceridad.
“Me crié en un entorno de violencia familiar”, compartió la asambleísta Cohn con los jóvenes. “A diario, mi padrastro le pegaba a mi madre. Fue una situación difícil y muy perturbante”, observó Cohn al dirigir sus comentarios a más de 1,000 estudiantes.
“Me tomó más de 15 años compartirlo con alguien más. Esa persona fue una maestra de artes dramáticas en preparatoria, quien me escuchó y ofreció su apoyo. Es por ella que hoy estoy ante ustedes”, dijo Cohn, su voz temblorosa de emoción.
El comité de liderazgo del Club 4-H en El Sereno organizó la actuación de algunos jóvenes, incluso miembros del 4-H, en tres escenas cortas para mostrar a sus compañeros ejemplos muy claros de relaciones ya encaminadas por un sendero destructivo.
En la primera escena, un
muchacho y su novia hablan por teléfono.
“¿Así que prefieres a Cuco antes que a mí?” pregunta la chica llena de indignación cuando su novio le dice que tiene que ayudar a un amigo esa tarde en vez de visitarla. Al final de la conversación, ella termina pidiéndole que escoja entre su amigo y su amor.
En otra escena, un muchacho critica en voz alta el largo de la falda de su novia frente a otras personas. La pareja se enoja e intercambian insultos, acabando él por empujarla con fuerza contra el tablero del auto y culpándola a ella de haberlo hecho llegar a tal extremo al sacarlo de sus casillas.
Margo Lang, Julisia Banach y Jennifer Ku fueron las tres jóvenes, miembros del 4-H, que organizaron la asamblea estudiantil. Explican que la lección que deben aprender los jóvenes es que tratar de controlar a otra persona o ser controlado son señas de una relación que va a terminar mal.
Estas jovencitas participaron en junio del año pasado en el programa del 4-H “California Focus” (Enfoque en California) en Sacramento, y fue allí donde conocieron a la asambleísta Cohn y se enteraron de su compromiso de proteger a la población de la violencia doméstica. Decidieron allí mismo que educar a otros jóvenes acerca del tema sería el plan que pondrían en práctica como resultado de su participación.
“Las chicas ni siquiera sabían lo que era la violencia doméstica antes de ir a Sacramento a conocer a sus legisladores”, precisa Deborah Lang, madre de Margo y líder de su grupo 4-H.
“En la escuela les enseñan acerca de las enfermedades transmitidas
sexualmente, el SIDA,
el alcoholismo y abuso de las drogas; pero nadie les
dice cómo llevarse bien en una relación”.
Gracias a la oficina de la asambleísta, las muchachas obtuvieron los guiones para las escenas de la organización Next Door Solutions to Domestic Violence. Se pusieron en contacto con numerosas agencias que ofrecen apoyo a personas en relaciones abusivas y prepararon un volante para que todos sus compañeros de preparatoria supieran a quién acudir si necesitan de su ayuda.
Lang, Banach y Ku piensan
presentar la asamblea a estudiantes en otras preparatorias cercanas y preparar
un juego de materiales educativos e instrucciones para que equipos de jóvenes y
adultos puedan presentar programas educativos acerca de la violencia doméstica
en sus propias preparatorias y comunidades.
La asamblea tuvo una duración de una hora y, según comenta la madre de Lang, “fue un reto prepararla, pero para los jóvenes del 4-H, no es obstáculo el que algo sea difícil”.
Artículo en inglés /SPAN>/SPAN>/O:P>/O:P>/O:P>/O:P>/O:P>/O:P>/O:P>/O:P>/O:P>/O:P>/O:P>/O:P>/O:P>/O:P>/O:P>/O:P>/O:P>/O:P>/O:P>/O:P>/O:P>/O:P>/O:P>/O:P>/O:P>/O:P>
- Author: Myriam Grajales-Hall
OAKLAND-(UC)— En California, muchas preparatorias ahora exigen que los alumnos participen en actividades comunitarias como requisito para graduarse. Los Clubes 4-H ofrecen oportunidades a los jóvenes a involucrarse en actividades comunitarias y poner en práctica soluciones que hayan ideado estando al mando de su planeación y realización.
Los clubes 4-H toman en cuenta el potencial de crecimiento y desarrollo de los jóvenes, sus ideas, energía y los lazos comunitarios que pueden establecer. Por su parte, los muchachos reportan disfrutar de las responsabilidades que les ofrecen tales programas. Dicen aprender a organizarse mejor, a ser responsables y a trabajar en equipo, desarrollando así hábitos esenciales para tener éxito en la vida.
Las comunidades se benefician de las contribuciones de los jóvenes, y ellos a su vez, adquieren conocimientos, se capacitan y desarrollan sus talentos. Para algunos, trabajar en estos proyectos les abre las puertas a la exploración de actividades que podrían realizar como adultos en su vida laboral y les permite iniciar un historial de liderazgo. Muchos siguen participando aunque hayan cumplido las horas de servicio requeridas por su escuela.
Un joven participante indicó que estaba “muy agradecido de haber tenido la oportunidad de ser parte de una experiencia tan maravillosa” y añadió que su futuro era ahora “más prometedor”.
Algunas de las oportunidades que ofrecen los clubes 4-H incluyen la enseñanza de conceptos científicos a estudiantes de menor edad a través del programa “On the Wild Side.” Diseñado para brindar a niños en zonas de recursos económicos limitados la oportunidad de disfrutar de la naturaleza al aire libre, este programa depende de jóvenes que planean y ejecutan actividades educativas relacionadas con el medioambiente.
Los jóvenes, en su papel de líderes y maestros, aprenden a trabajar con niños que, en su mayoría, nunca han estado en una zona de gran belleza natural. La mayoría reporta también sentir más confianza en sí mismos al aprender a hablar en publico.
El desarrollo de capacidades de liderazgo en los jóvenes se facilita con un buen fundamento de experiencias que los animen a expresarse abiertamente, analizar problemas y buscarles una solución. Dentro del programa 4-H, los clubes de científicos SLO (San Luis Obispo) logran que más del 50% de los niños que participan se acostumbren a invertir más tiempo en observar lo que sucede a su alrededor y a realizar actividades de experimentación.
Estos clubes, iniciados en San Luis Obispo, brindan la oportunidad a niños y adultos a trabajar juntos en actividades que les permiten desarrollar el tipo de raciocinio crítico y analítico fundamental a la ciencia. En un ambiente de seguridad y diversión, los niños asimismo desarrollan lazos más estrechos con el padre o familiar adulto con quien participan.
Niños y adultos aprenden unos de otros y su participación deja un legado de cambios positivos en sus relaciones; la mitad de los niños indicaron que hablaban con mayor frecuencia con el adulto con quien trabajaron acerca de temas que no tenían nada que ver con la ciencia. Además, tanto los niños como los padres o familiares reportaron un aumento en reuniones familiares para hablar sobre problemas y maneras de resolverlos desde que se unieron al programa.
Los Clubes 4-H cuentan con más de 40 especialistas en todo el estado quienes realizan investigaciones acerca del desarrollo juvenil y comparten los hallazgos con colegas interesados. Trabajan también para fomentar la colaboración entre diferentes organizaciones juveniles, aumentando así las posibilidades de que un número mayor de jóvenes se beneficie de oportunidades para su desarrollo y éxito futuro.
!--?xml:namespace>- Author: Myriam Grajales-Hall
RIVERSIDE-(UC)- En octubre se celebra la Semana Nacional de
los clubes 4-H, que en los cien años desde su fundación en 1902 se han
convertido en la organización más grande en el mundo dedicada al desarrollo
juvenil. En California, el Programa 4-H, administrado por Extensión Cooperativa
de la Universidad de California, ha venido fomentando en los jóvenes el
liderazgo, interés por el bienestar de los demás, civismo y cómo llevar una vida
saludable durante 80 años.
"La
juventud desarrolla estas habilidades participando en una amplia variedad de
proyectos del programa 4-H", precisa Carole MacNeil, directora de ese programa
en la Universidad de California. En California, los jóvenes pueden participar en
una variedad de proyectos, entre ellos:
·
Crianza
de perros guía para invidentes
En
todo el estado, los jóvenes que participan en el 4-H han mantenido su asociación
con los Perros Guía para Ciegos por casi 50 años. Crían a los cachorros en su
hogar, llevándolos a lugares públicos y enseñándolos a comportarse
adecuadamente. Después de 14 a l8 meses, un entrenador profesional entrena a los
perros a ayudar a personas ciegas o con problemas severos de la vista, y los
jóvenes del 4-H hacen entrega del perro guía que criaron a su nuevo dueño. A
través de este programa, los chicos del 4-H aprenden lo que es vivir con
limitaciones de la vista y de movimiento.
·
Dinámica
comunitaria
Los
participantes en este programa del 4-H en los condados de Fresno, Kings, San
Diego y Tulare aprenden sobre la economía y dinámica de una comunidad formando
sociedades en miniatura. Inventan un país, lo nombran y diseñan su insignia y
moneda nacional. Desarrollan comercios para vender a los "países" de sus
compañeros servicios o productos sencillos de construcción casera. Aprenden
sobre el costo de manufactura y las ganancias netas, y adquieren una mejor
comprensión de su comunidad y de la sociedad en la cual participarán de
adultos.
·
Actividades
experimentales
En
el condado de San Luis Obispo, jóvenes del 4-H que cursan el tercer, cuarto o
quinto año de primaria se juntan con uno de sus padres u otro adulto a realizar
experimentos. Por ejemplo, construyen estructuras hechas de espagueti, pajitas o
popotes de plástico, ligas, etiquetas engomadas y latas de café, aprendiendo a
su vez acerca de los principios estructurales de la tensión, compresión, unión y
de los triángulos. O pueden moler trigo y hacer mantequilla a mano al estudiar
el origen de los alimentos y los procesos que los transforman. Todas las
actividades requieren que los niños y adultos observen, hablen sobre lo que
vieron y comuniquen los resultados, pasos esenciales en el proceso científico.
La mitad de los jóvenes que participan reportan mayor comunicación con sus
padres sobre temas aparte de la ciencia.
·
Desarrollo
de autosuficiencia
En
el condado de Orange, estudiantes con limitaciones físicas o mentales que
participan en el programa 4-H inician sus reuniones con una demostración sobre
cómo hacer algo que pueda serles útil más tarde, como doblar la ropa recién
lavada o decorar un pastel. Aprenden más sobre el mundo gracias a presentaciones
de personas invitadas y realizan servicios comunitarios, como cantar villancicos
navideños en centros para convalecientes.
·
Jardineros
Maestros Juveniles
En
los condados de Butte, Colusa, Contra Costa, Del Norte, El Dorado, Fresno, Kern,
Los Angeles, Merced, Monterey, Orange, Placer, Riverside, Sacramento, San Diego,
San Francisco, San Luis Obispo, Santa Barbara, Santa Clara, Stanislaus, Tulare y
Ventura, los jóvenes pueden participar en el programa 4-H "Jardineros Maestros
Juveniles". La mayoría cultivan jardines de flores, o huertas de hortalizas o
hierbas comestibles. Otros realizan actividades relacionadas a la jardinería,
como limpieza de parques o campos para donar alimentos a organizaciones de
beneficencia o cuidar flores para personas mayores de edad. Aprenden sobre la
anatomía de las plantas, el crecimiento de cultivos y la diferencia entre
insectos dañinos o benéficos. Prueban frutas, verduras y hierbas y comparten su
opinión sobre ellas, aumentando así la probabilidad de que en el futuro prueben
alimentos nutritivos y distintos en base a su experiencia al
cultivarlos.
·
Beneficios
de los animales domésticos
En el condado de Shasta, los miembros de los clubes 4-H están aprendiendo sobre cómo los animales domésticos pueden levantar el ánimo de las personas. Los jóvenes llevan sus gatos, perros, conejos y otros animales domésticos a hogares para convalecientes; así lde dan la oportunidad a las personas mayores que allí viven, y que muchas veces han tenido que dejar a sus animales, de acariciar, cargar los animalitos y recordar los ratos amenos de otras épocas. Los jóvenes aprenden el valor del contacto y la comunicación con los ancianos y disfrutan del entusiasmo con que esperan su visita para disfrutar de los animales.
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Ramírez: “Muy importante para todos los participantes porque proveen muchas oportunidades para ellos”.
La reunión estatal de estudiantes de secundarias y preparatorias, miembros de 4-H, es sóla una de las muchas oportunidades que esa organización ofrece para fomentar el desarrollo juvenil.
Ramírez: “4-H ofrece muchas oportunidades muy diversas. Por ejemplo, esta conferencia trata de enseñarles como funciona nuestro gobierno. Pero hay otras actividades en que en nuestro club aprendemos cómo cocinar, cómo coser, cómo cuidar los animales y cómo venderlos”.
Los clubes 4-H operan desde las oficinas de Extensión Cooperativa de cada condado.
De la Universidad de California, Myriam Grajales-Hall.
- Author: Alberto Hauffen
Go: “Out of that, about 10% reported having thought about suicide. And from that amount 1 in… Como el 10 por ciento reportó haber contemplado cometer suicidio. Y de esa cantidad, uno de cada cinco dijo haberlo intentado”.
Según el especialista en desarrollo juvenil, el problema es mayor en adolescentes afroamericanos y latinos. Go urge proveer servicios de salud mental en esas escuelas, pero también una pronta intervención por parte de los padres de familia.
Go: “What parents need to do is to foster more sense of belonging. What that means is making… Lo que los padres deben hacer es hacerles ver a sus hijos que no están solos. Y eso significa relacionarse con ellos; cuando llegan a casa, preguntarles cómo les fue en la escuela. Muchas veces los hijos responde con un ‘Oh, me fue bien’. Bueno, entonces hay que preguntarles: ‘Y díme, ¿como estuvo eso?’”.
De la Universidad de California, Myriam Grajales-Hall.