SAN DIEGO-(UC)- Las pinturas con un contenido alto de cobre que tradicionalmente se usaban para proteger el fondo de los barcos están causando mutaciones y la muerte en animales en la Bahía de San Diego. Aunque no se prohíbe esta clase de pintura, pronto habrá reglamentos que limiten su uso.
"Cada embarcación es como un pequeño radiador en el puerto lanzando cobre al agua", precisa Leigh Taylor Johnson, asesora sobre ciencias marinas con el Programa "Sea Grant" de Extensión Cooperativa de la Universidad de California en San Diego, quien dirige el proyecto para educar a los barqueros sobre alternativas al uso de pinturas a base de cobre.
Una ley estatal provee fondos para estudiar el desarrollo de incentivos económicos a quienes decidan usar pinturas sin cobre. Otra ley otorga fondos para promover el uso de pinturas sin cobre y dar demostraciones sobre la manera de aplicarlas. Se está experimentando con cuatro pinturas nuevas. Entre ellas se encuentra una con silicón, tres con resina epoxídica y dos de ellas con otros aditivos. Aunque son mucho más caras que las pinturas a base de cobre, duran casi cuatro años más y, a la larga, representarán un ahorro a la industria marítima, que aporta más de $11,000 millones anuales a California.