RIVERSIDE
– (UC)— Al brindar programas en español, la Extensión Cooperativa
de la Universidad de California busca no sólo ofrecer información sino también
establecer y mantener buenas relaciones con las comunidades de habla hispana en
el estado.
“La mayoría de los supervisores en campos y ranchos son hispanos y, por lo tanto, tiendo a comunicarme mejor con ellos en español que en inglés”, precisa Jesús Valencia, asesor en cultivos de verduras en el condado de Fresno.
“Trabajo
con algunos agricultores de descendencia mexicana que hablan suficiente inglés
para darse a entender, pero quienes se sienten mejor hablando en español”,
comenta Mark Gaskell, asesor de granjas a pequeña escala en la Costa Central, y
quien aprendió español mientras fue
voluntario en el Cuerpo de Paz de los EE.UU.
Quizás
el vínculo más estrecho que existe es el de compartir un idioma. La Extensión
Cooperativa de la UC ha hecho lo necesario para asegurar que esta conexión y una
mejor transferencia de información en español sean componentes importantes de su
labor con los latinos en California.
“Sin
el español, no podría hacer el trabajo que realizo para la Universidad de
California”, asevera Gregorio Billikopf Encina, asesor en cuestiones laborales
agrícolas en el condado de Stanislaus.
La
población latina en California va rumbo a sobrepasar a la población anglosajona
y convertirse en el grupo étnico más grande en el estado. Este grupo retiene su
cultura, una cultura que valora los ideales fundamentales del trabajo, la
familia y la ciudadanía; y una de las maneras importantes en que se mantiene la
cultura es a través del uso del español.
El
idioma es la esencia de la cultura, según el libro Hispanic Market
Handbook (Manual del Mercado Hispano) de M. Isabel Valdéz.
“[El
idioma] es el punto de interacción entre individuos y sus familias, amistades y
el resto de la sociedad”, escribe Valdez. “El idioma conlleva mucho más que sólo
el significado racional: las palabras que se expresan en un idioma van
directamente a la mente, pero llegan también hasta el propio corazón de la
persona”.
La
mayoría de los latinos que hablan español también hablan inglés, pero el nivel
del dominio del inglés varía. En 1997, personal del Departamento de Agricultura
y Recursos Naturales de la
UC
hizo entrevistas de campo con 167 agricultores en 10 condados. Más de la mitad
de los participantes eran latinos y hablaban primordialmente español. Casi todos
los participantes indicaron que querían más información en su idioma
natal.
“Como
grupo, los latinos quieren más información. Sin embargo, el mayor obstáculo ha
sido poder hacerles llegar la información, especialmente a quienes tienen
conocimientos limitados del
inglés”,
precisa Richard Molinar, asesor de agricultores a pequeña escala en el condado
de Fresno quien trabaja con muchos agricultores latinos y del sudeste de
Asia.
“Si
siembran cosechas y venden sus productos, quiero asegurarme que consumir esos
alimentos no presentan riesgos y que los agricultores y sus familias no corren
ningún peligro”, añade. “Quiero asegurarme que comprenden muy bien lo que es el
control integrado de plagas y los estudios sobre mercadeo y
costos”.
Anualmente,
Molinar organiza una conferencia en español para agricultores y administradores
de granjas. Los temas incluyen la selección de cosechas, inspecciones acerca del
manejo seguro de los pesticidas, solarización de los suelos y control de plagas
vertebradas, entre otros.
Cada
año, Billikopf reúne a agricultores y capataces hispanoparlantes en una
conferencia de dos días para tratar temas relacionados con relaciones
interpersonales, relaciones laborales, productividad, programas de incentivos,
disciplina y muchas otras cuestiones laborales.
Billikofp
ha escrito libros acerca del manejo de personal agrícola, los cuales están
disponibles en inglés y en español, impresos y en la red.
Benny
Fouche, asesor de granjas a pequeña escala en el condado de San Joaquín, se
propuso aprender español para servir mejor a la comunidad latina en la zona
norte del Valle de San Joaquín.
“He
usado dinero de subvenciones para tomar cursos de español en la noche y tomé un
período sabático para ir a Costa Rica y trabajar con granjas pequeñas y aprender
español viviéndolo a diario”, precisa. “Muchos de los agricultores latinos con
quienes trabajo vienen realizando labores agrícolas por más de 10 años y
necesitan de mi asesoría técnica en cuestiones como el control integrado de
plagas”.
La
interacción en español que provee Extensión Cooperativa de la UC no se limita a
programas agrícolas. El Programa
Ampliado de Educación sobre Alimentos y Nutrición, un programa que opera con
fondos federales y el cual se conoce como EFNEP por sus siglas en inglés, ayuda
a familias hispanas de bajos ingresos a disfrutar de buena salud ofreciendo
clases en español sobre nutrición y salud. En grupos pequeños, los participantes
aprenden acerca de las normas alimenticias y la Pirámide de los alimentos, al
igual que cómo leer las etiquetas en los alimentos, planear comidas, ahorrar en
la compra de alimentos y las precauciones que se deben tomar al preparar los
alimentos.
“Nuestro compromiso es comunicarnos con la población hispanoparlante en maneras que estén acordes con su cultura”, precisa Barbara Sutherland, directora estatal del programa EFNEP. “No solamente traducimos los materiales, sino que ofrecemos consejos acerca de la buena alimentación con un enfoque en los alimentos que son parte de la cultura”.
En total, la División de Agricultura y Recursos Naturales de la UC cuenta con más de 40 especialistas y 28 educadores del EFNEP que hablan español y ofrece alrededor de 100 publicaciones en español en la biblioteca computarizada ANR, http://anrcatalog.ucdavis.edu/. El Centro de la UC para granjas a pequeña escala, http://www.sfc.ucdavis.edu/, también ofrece muchos materiales en español.