RIVERSIDE-(UC)—
El crédito EIC por ingresos del trabajo es una ayuda importante y efectiva para
contrarrestar la pobreza. Sin embargo, quienes lo piden pueden perder una
proporción grande de lo que les tocaría si deciden pagar a terceros por la
preparación de su declaración de impuestos y pedir préstamos que les anticipan
el reembolso.
Un
estudio reciente por el Instituto Brookings encontró que en la capital del país,
los trabajadores a quienes les correspondía un crédito EIC de $1,500 tuvieron
que pagar más de $150 en cuotas a servicios comerciales de preparación de
declaraciones de impuestos, que incluyen el envío electrónico de la declaración
y la cuota por el préstamo del monto del reembolso.
Karen
P. Varcoe, especialista en asuntos de la familia y del consumidor con Extensión
Cooperativa de la Universidad de California, explica que las compañías que
ofrecen los préstamos conocidos como “rapid refunds” en inglés
(reembolsos rápidos), tratan de atraer principalmente a personas de
ingresos limitados. En las zonas donde hay un gran número de trabajadores con
derecho al crédito EIC, hay casi el doble de servicios comerciales de
preparación de declaraciones de impuestos que en zonas donde pocas personas
tienen derecho al crédito en cuestión.
Junto con agencias de préstamos sobre el reembolso, estos servicios triplicaron sus ganancias de 1998 al año 2001. Al usarlos, los beneficiarios de créditos EIC se están privando de mucho dinero, pues en 1999, perdieron aproximadamente $1.75 mil millones en cuotas a estas compañías.