La irradiación de los alimentos

May 8, 2003

BAKERSFIELD-(UC)— Hasta 1895, cuando se inventó el tubo de rayos X, la única radiación en existencia era la que naturalmente emite el cosmos, el mundo y nuestro cuerpo. Al año se descubrió la radioactividad natural, y se inició su uso en investigaciones y tratamientos médicos al servicio de la humanidad. Actualmente, la irradiación de los alimentos, aunque controvertida, brinda beneficios importantes a la salud pública.

 

“Nuestro mundo es radioactivo por naturaleza y nuestro cuerpo contiene sustancias de radioactividad natural”, apunta Margaret Johns, especialista en asuntos de la familia y del consumidor con Extensión Cooperativa de la Universidad de California. “La radiación cósmica está presente en el aire y en el espacio que nos rodea, así como en sustancias naturales y artificiales que consumimos diariamente”, observa.

 

En 1934, se logró la producción de los primeros materiales radioactivos artificiales, que han sido usados para la protección del consumidor en muchos ámbitos. Con ellos, se esteriliza equipo médico como guantes y vendajes quirúrgicos, artículos de higiene personal femenina y envases de plástico herméticamente sellados que contendrán cantidades individuales de, por ejemplo, crema para manos y cuerpo. Desde el 11 de septiembre del 2000, se usa también para desinfectar el correo.

 

En dosis mucho más pequeñas que las usadas al procesar el correo y tras años de investigaciones, la irradiación, que es solamente un tipo de energía, ha quedado aprobada para destruir bacterias y gérmenes en los alimentos, evitando así la propagación de enfermedades. Evita también el crecimiento de microorganismos que causan moho, alarga el período de maduración de frutas y verduras y puede prologar la frescura de muchos otros alimentos.

 

En los EE.UU., se ha venido irradiando alimentos por más de 30 años sin peligro al consumidor, aprobando la Administración de Alimentos y Drogas (FDA) su uso en carnes frescas (incluyendo carne de res molida, de cerdo, cordero y aves de corral), frutas y verduras frescas, semillas para germinar, especias y los huevos en su cascarón.

 

Más de 40 países alrededor del mundo también aprueban el uso de esta tecnología. Su proceso expone alimentos empacados o a granel por un tiempo específico a cantidades de radiación ionizada controladas cuidadosamente.

 

“El beneficio más importante de la irradiación de los alimentos es a la salud pública”, observa Johns, “al reducir de manera dramática o eliminar las bacterias y otros organismos que producen enfermedades, algunas graves”.

 

De haberse aplicado con mayor frecuencia, podría haber evitado o reducido los ya conocidos brotes de enfermedades causadas por salmonela, escherichia coli, staphilococo aureus, listeria monocitógena, campilobacter jejuni y toxoplasma gondii. 

 

Extensión en Español ofrece la publicación “Alimentos más seguros con la irradiación/Safer Foods with Irradiation ”, disponible en su bliblioteca de publicaciones en línea en: http://extensionenespanol.net.


By Myriam Grajales-Hall
Author - Communications Manager