IDYLLWILD-(UC)— Las personas
establecidas en zonas arboladas están siendo puestas sobre aviso por
especialistas forestales del riesgo de incendio que corre su propiedad y zonas
aledañas
y cómo protegerse. La densidad de los bosques en California ha
contribuido a la reciente y extensa mortandad de sus árboles, creando un
potencial inesperado que estallen en llamas.
“Los fuegos
arrasadores son una perturbación natural importante en el clima mediterráneo
de California”, apunta Gary Nakamura, especialista en bosques con Extensión
Cooperativa
de la Universidad de California, “al igual que las tormentas de
hielo y los huracanes son perturbaciones naturales en bosques del Sur de los
Estados Unidos”, precisa.
Sin embargo,
la política del pasado siglo de suprimir dichos incendios forestales naturales
ha permitido que se acumule vegetación “combustible” que hubiera quedado
consumida. Es decir, los bosques se han vuelto muy densos y, por el clima de la
región, muchos árboles han perdido el vigor necesario para mantener su salud,
quedando susceptibles a incendiarse.
La densidad
actual de los bosques produce incendios catastróficos por su extensión y
severidad tanto mayor a los fuegos de épocas anteriores a la supresión. Peligran
las personas y sus propiedades, la vida silvestre y las cuencas de aguas.
“La
administración y protección efectiva de los bosques californianos es de
particular importancia”, advierte Nakamura. En ellos no sólo viven miles de
personas sino cientos de especies de plantas y animales, algunas poco comunes y
en peligro de extinción.
“Vivir
sensatamente en el bosque significa aprender a conservar los bosques a la vez
que se construyen caminos, casas y jardines”, apunta este experto. La protección
de árboles en la propiedad aumenta su valor estético y comercial, así como su
idoneidad como hábitat para la vida silvestre.
Al iniciar la
urbanización forestal pueden instituirse medidas de protección que incluyan:
- Determinar cómo proteger
los árboles maduros en vez de reemplazarlos con
jóvenes.
- Proteger las raíces de los árboles durante la excavación y nivelación
del terreno para mantener la salud de los árboles y evitar su muerte a los
pocos años.
- Quitar árboles del terreno apartado para horticultura ornamental si son
intolerantes a cambios de humedad por el riego, sistemas sépticos, desagües y
salidas de agua de canalones.
- Proteger a los árboles del exceso de tierra que puede resultar del
movimiento de la misma de un lugar a otro debido a la construcción y quitar
aquellos árboles que no toleran tales cambios de
humedad.
- Evitar la erosión que puede dejar la excavación de cunetas y zanjas al
cortar las raíces de los árboles y dejarlos susceptibles a enfermedades o a
caerse.
Los
propietarios también pueden usar ciertas estrategias para protegerse y proteger
edificaciones y terrenos contra daño por incendios incontrolados, tales como:
- Entresacar árboles, dejando únicamente los más grandes y
sanos.
- Quitar el sotobosque, incluso árboles pequeños y maleza. Podar, hacer
astillas y usar la técnica de la quema
prescrita.
Para reducir
el riesgo de daños por fuego a casas y edificaciones al mínimo, se debe:
- Dejar libre de vegetación de 30 a 100 pies alrededor, según la
inclinación del terreno:
- Quitar la hojarasca, incluso las agujas de los
pinos.
- Cortar toda rama que quede a menos de 30 pies del suelo o dejar sin
cortar sólo 2/3 de las ramas superiores.
- Quitar desechos leñosos y maleza
combustible.
- Quitar toda rama muerta a menos de 10 pies de la chimenea o que
cuelgue por encima de la casa o garaje.
- Poner un techo resistente al fuego.
- Quitar hojas resecas del techo y canalones y cubrir estos últimos con
malla metálica.
- Tapar con malla metálica los respiraderos en el desván y cimientos para
evitar que caiga dentro alguna chispa.
- Poner malla de metal de ½ pulgada resistente al fuego en la entrada de
la chimenea
- Almacenar materiales combustibles fuera del
hogar.
- Asegurarse que el número de la casa y nombre de la calle se ven
fácilmente por si tuvieran que encontrarlos los servicios de
emergencia.
- Sembrar plantas resistentes al fuego cerca de casas y edificaciones,
como la escarchada ice plant o la jeringuilla, conocida también como
celinda.
Por último, se
pueden tomar medidas para evitar iniciar un incendio inadvertidamente por alguna
chispa que se produzca al hacer el mantenimiento rutinario de la casa y jardín;
algunas de estas medidas son:
- Poner interruptores de chispas en equipo y herramientas eléctricas,
incluso en sierras, tractores y cortadoras de
césped.
- Evitar conducir sobre césped seco y agujas de pino que puedan prenderse
con el calor del motor.
- Respetar leyes locales que prohíben la quema de maleza durante épocas
sin lluvia.
- Tener a la mano equipo básico para combatir incendios, incluso palas, hachas y rastrillos.
- Identificar fuentes de agua y tener listas mangueras para poder combatir un incendio.