DAVIS-(UC)—Desde
hace tiempo, la ley ha exigido pruebas de sangre para vigilar la salud de
trabajadores en contacto con los pesticidas diazinon y carbofuran, entre otros.
Sin embargo, la falta de calidad de las pruebas y la variabilidad de resultados
de un laboratorio a otro atrajeron la atención de los especialistas.
“Las pruebas en uso en laboratorios clínicos en California con frecuencia no eran óptimas y los resultados no podían compararse de un laboratorio a otro”, observa Barry Wilson, profesor especialista en toxicología ambiental con Extensión Cooperativa de la Universidad de California, refiriéndose a los resultados de estudios que realizó junto con sus colegas y estudiantes.
Las
observaciones de Wilson y su equipo provocaron cambios a los reglamentos
estatales, por lo que diseñaron, en colaboración con el Departamento de
Reglamentación de Pesticidas de la Agencia de Protección Ambiental (siglas EPA)
de California, un procedimiento de prueba óptimo que ahora sirve de punto de
comparación a los laboratorios clínicos.
En
consecuencia, hubo cambios a los procedimientos a seguir para hacer las pruebas
de sangre de trabajadores agrícola expuesto a pesticidas del tipo OP y CB, como
se conocen por sus siglas en inglés. Esto incluye a los responsables de cargar
los mezcladores de pesticidas y aplicarlos, así como de todo trabajador que
entre en contacto con estas sustancias.
Estas pruebas más precisas y la estandarización de los resultados de muchos laboratorios en cuanto a las mismas ayudan a proteger mejor la seguridad del personal agrícola, así como a mantener a California al frente de la producción de alimentos nutritivos que no presenten riesgos al consumidor.