BERKELEY-(UC)— Uno de los accidentes más comunes en la agricultura son las
caídas desde una escalera. La cosecha de los cítricos, al igual que de otros
árboles frutales, requiere del uso constante de escaleras. La época de la
cosecha de cítricos es el momento propicio para buscar maneras de aumentar la
seguridad de los trabajadores.
“Si los
trabajadores que laboran en la cosecha saben cómo protegerse y comprenden la
importancia de trabajar con seguridad, el riesgo de lesiones durante esta época
de tanto trabajo puede reducirse mucho”, precisa Melanie Zavala, coordinadora de
entrenamiento de seguridad laboral para el Programa de Seguridad Agrícola de la
Universidad de California.
Quizá los dos
riesgos principales al cosechar limones, naranjas y toronjas son el peligro de
caer de una escalera y la posibilidad de lesionarse la espalda al cargar las
bolsas pesadas llenas de fruta.
Es fácil ver
por qué subir y bajar escaleras todo el día cargando bolsas pesadas de fruta
requiere que se tomen medidas de seguridad. La labor de la cosecha siempre se
hace aprisa y los trabajadores con frecuencia olvidan trabajar con cautela,
particularmente si su sueldo depende de la cantidad de fruta que cosechen.
En California,
la cosecha de los cítricos coincide con la temporada de lluvia, por lo que el
suelo de los huertos con frecuencia está enlodado.
“Cuando el
piso del huerto está mojado, el lodo se pega a las suelas de los zapatos de los
trabajadores, haciéndolos resbalosos”, observa Zavala. “Subir escaleras con
zapatos enlodados y resbalosos aumenta mucho el riesgo de que se caiga el
trabajador”.
Para complicar
el asunto, la escalera puede sumirse bajo el peso del trabajador de manera
desnivelada en el suelo mojado del huerto. “Entretanto, los cosechadores llevan
cargas pesadas por la fruta que cosechan. Esto afecta su equilibrio y como usan
las manos para cosechar en vez de agarrarse de la escalera, aumenta aun más el
riesgo de que se caigan”, apunta Zavala.
Hay varias
medidas que los trabajadores pueden tomar para evitar caerse de una
escalera.
Lo más
importante es el tipo de zapatos que usen. Aquellos cuya suela es lisa son de
los más resbalosos cuando hay lodo en el huerto. Los cosechadores de cítricos
siempre deben usar zapatos con suelas que tengan tacos, como los de los
jugadores de fútbol. Cuando llueve, los tacos se llenan de lodo; por lo tanto,
los trabajadores deben tomar un momento de vez en cuando para quitar el lodo de
la suela de sus zapatos. Zavala recomienda que lleven consigo alguna herramienta
para quitar el lodo, como un cuchillo sin filo.
Los
trabajadores deben revisar cada vez antes de subirse a la escalera de que
descansa de manera nivelada en el suelo del huerto. Si alguna de las patas se ha
hundido en el lodo, deben ajustar la escalera para que quede balanceada antes de
volver a subirse a ella. Al subir a la escalera, la regla a seguir es nunca
subirse más arriba del tercer escalón de arriba hacia abajo. Hacerlo vuelve
inestable la escalera y aumenta la probabilidad de que se
vuelque.
“Al cosechar la fruta, se debe empezar
desde la punta del árbol y seguir hacia abajo, con los trabajadores bajando en
la escalera a medida que llenan sus bolsas y aumenta el peso de éstas”, explica
Zavala.
Los
supervisores deben recomendar que sus trabajadores no se estiren demasiado lejos
de la escalera para cosechar fruta. Cuando hayan terminado de cosechar la fruta
cercana, deben bajar de la escalera y moverla en vez de tratar de ahorrar tiempo
al estirarse de manera precaria y exponerse a una caída. Se debe recordar a los
trabajadores que perderán mucho menos tiempo moviendo la escalera que si se caen
y sufren alguna lesión.
Los
trabajadores también deben tener cuidado al levantar las bolsas con la fruta
recogida. Una bolsa llena de cítricos puede pesar hasta 80 libras. Quienes
trabajan en la cosecha llevan constantemente estas pesadas cargas al subir y
bajar escaleras, así como al llevar las bolsas llenas para vaciarlas en
contenedores más grandes. Todo esto lo hacen deprisa para poder cosechar la
mayor cantidad de fruta. Los trabajadores deben recibir entrenamiento al inicio
de la temporada acerca de la mejor manera de llevar cargas
pesadas.
“Se les debe
alentar a que usen las piernas para ayudarse a levantar, en vez de sólo usar la
espalda”, precisa Zavala. “La carga en las bolsas debe ser distribuida de manera
pareja; las bolsas no deben colgar de un lado del cuerpo, y el peso debe
llevarse lo más cerca posible al cuerpo. Los contenedores dentro de los cuales
los trabajadores vacían sus bolsas deben quedar muy por debajo de la altura de
sus hombros”.
Estas
sencillas normas de seguridad pueden disminuir mucho el riesgo de que los
trabajadores sufran lesiones durante la cosecha.
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