Mar 3, 2006
Hasta hace unos cuantos años, el agua era la bebida favorita para calmar la sed de los niños. Pero ahora la gran mayoría de ellos beben gaseosas y otras bebidas con demasiada azúcar y otras sustancias nocivas, aun cuando no tienen sed. Por eso la nutricionista Gloria Espinoza-Hall, de Extensión Cooperativa de la Universidad de California, urge que los padres de familia incentiven a sus niños a beber agua en vez de gaseosas y otras bebidas.Espinoza-Hall: “Es muy posible acostumbrar a nuestros hijos a no tomar ninguna agua de sabor; de que a los niños les guste, y les pidan el agua pura, eso sería lo ideal”.
Además de contribuir a la epidemia de sobrepeso infantil, el alto consumo de gaseosas y otras bebidas con un alto contenido de azúcar se ha asociado con la incidencia de diabetes entre la niñez.
Espinoza-Hall: “Si los niños quieren tomar algo con dulce, lo máximo que yo diría es un vasito. Y el resto del tiempo simplemente siempre sugerirles a los niños que tomen agua”.
De la Universidad de California, Myriam Grajales-Hall.