A medida que aumenta la proporción de niños de origen latinoamericano en las escuelas de Estados Unidos, siguen aumentando las tasas de sobrepeso y obesidad en esos niños, lo que los predispone a una serie de enfermedades como la diabetes y problemas cardiovasculares.Por eso la asesora de nutrición Margie Álvarez, de Extensión Cooperativa de la Universidad de California, aconseja evitar los alimentos ricos en grasas y azúcar en la alimentación de los niños.
Álvarez: “Los padres hispanos tienen una gran responsabilidad al seleccionar los alimentos que le van a ofrecer a los niños. Y muy en especial ahora que estamos a la vuelta del comienzo del año escolar”.
Alvarez recomienda seleccionar bien los alimentos que los niños llevan para comer en la escuela, como hacerles sándwiches con pollo o carnes preparadas en casa, en vez de jamón, mortadela y otros fiambres que contienen demasiado sodio.
Álvarez: “Poner tomates o rodajas de pimiento o lechuga. Si hacemos sándwiches de atún, añadir apio, pedacitos de manzana o pasas; estamos añadiendo vitaminas y minerales y haciendo que ese sándwich sea más nutritivo”.
De la Universidad de California, Myriam Grajales-Hall.