SAN FRANCISCO (UC) - La temporada de calor está a la vuelta de la esquina y con ella, el regreso de las molestas hormigas, que buscan cualquier recoveco en las edificaciones para introducirse en busca de alimento y un ambiente más fresco.
Algunos de los lugares en los que estos insectos y otros, como las cucarachas, por seguro encuentran un manjar son las guarderías y centros preescolares, en cuyos suelos, por lo general, quedan rastros de los alimentos que se sirven a los menores.
Según un sondeo del Departamento de Regulación de Pesticidas de California (DPR, por sus siglas en inglés) en el 2010, muchos de estos centros escolares responden al problema de invasión de hormigas y otros insectos mediante la aplicación de insecticidas o el uso de nebulizadores de insecticidas, una práctica que puede exponer a niños y empleados a residuos que se quedan en las superficies y el aire.
El sondeo reveló que un 55 por ciento de los centros infantiles usan pesticidas y otro 47 por ciento nebulizadores.
La Ley de Escuelas Saludables de California requiere al DPR recopilar información sobre el uso y manejo de pesticidas en los centros de cuidado infantil y elaborar programas que alienten a estos lugares a adoptar voluntariamente prácticas de control integrado de plagas (IPM, por sus siglas en inglés), las cuales ponen énfasis en el monitoreo, exclusión y tratamiento seguro.
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Para ayudarles a cumplir con este requisito, el DPR estableció una Alianza para el Manejo de Pesticidas --conformada por la facultad de enfermería de la Universidad de California en San Francisco, el Centro de Investigación para el Medio Ambiente Infantil de UC Berkeley y el Programa Estatal para el Manejo Integrado de Plagas de la UC, con el fin de elaborar un currículo en inglés y español para el control de plagas y materiales para educar al público. Esta información tiene como objetivo ayudar a los centros a minimizar el riesgo de exposición a los pesticidas e incrementar el uso de alternativas más seguras en la lucha contra las plagas.
La estrategia IPM contra las hormigas, una de las principales plagas a las que se enfrentan las guarderías, empieza con las consigna de ¡“no rocíe insecticidas”!
“Rociar insecticidas puede matar a las hormigas, pero expone a empleados y niños a químicos dañinos y no eliminan a las hormigas en sus hormigueros”, explica el documento. “Los residuos de pesticidas pueden acumularse en el interior donde los niños pasan mucho tiempo”.
En su lugar, los expertos aconsejan:
Rellenar con masilla las hendiduras alrededor de la base de los edificios
Retirar las plantas y mantillos que se encuentren a 12 pulgadas de la base de edificios, y
No dejar alimento, agua y refugio dentro del edificio que puedan usar las hormigas.
Si es necesario tomar otras medidas para controlar las plagas de hormigas, IPM sugiere que se usen cebos, no insecticidas en rocío, y como último recurso, contratar a un profesional en control de plagas.
El currículo puede ser descargado gratuitamente en sitio Web del Programa de Salud de Guarderías de California de la Universidad de California en San Francisco, en http://www.ucsfchildcarehealth.org.