Jul 1, 2011
Lavarse bien las manos y hacer lo mismo con cualquier utensilio empleado al preparar alimentos es una regla que puede salvarle la vida en cualquier época del año. Y es mucho más importante durante el verano, cuando las bacterias peligrosas se reproducen más rápidamente a causa del calor.
Los alimentos que requieren de refrigeración deben estar bajo temperaturas inferiores a 40 grados. Y los que se sirven calientes a más de 140 grados.
Mensaje de la Universidad de California.