BERKELEY (UC) - Aunque más personas están conscientes de que el exceso de calor anualmente cobra miles de vidas durante el verano, muchas ignoran o no prestan atención a los avisos que el cuerpo da cuando se encuentra en peligro a causa de las altas temperaturas, sobre todo al trabajar bajo el sol.
"Muchas personas piensan que no tienen por qué preocuparse, a menos que comiencen a sentir demasiado calor y sientan sed", lamenta Howard Rosenberg, especialista (emérito) en administración laboral agrícola de Extensión Cooperativa de la Universidad de California. "Pero, para entonces, sus cuerpos han perdido quizás un 2 por ciento de sus fluidos, aun antes de que comiencen a sentir sed".
Rosenberg es coautor de un estudio que indica que por lo menos 68 trabajadores agrícolas murieron a causa del calor entre 1992 y el 2006. Calcula que ese riesgo es 20 veces mayor que en otros sectores laborales en Estados Unidos. Entre las muertes en accidentes laborales ocurridas entre el 2003 y el 2008, 196 fueron a causa del calor; 32 por ciento de las víctimas eran trabajadores hispanos.
"Esta es la primera temporada veraniega en que veremos una mayor atención a las medidas de seguridad que se han adoptado", dijo el especialista de la UC con respecto a los esfuerzos realizados este año en California.
Urgen precaución a quienes trabajan bajo el sol
La labor investigativa de Rosenberg ha influenciado considerablemente las medidas que las agencias gubernamentales y del sector privado están tomando en años recientes para prevenir los accidentes laborales relacionados con el calor.
Como resultado de 12 muertes ocurridas en el 2005 entre trabajadores agrícolas al trabajar bajo el sol en días demasiado calurosos, la agencia de Seguridad y Salud Laboral de California (Occupational Safety and Health), mejor conocida como Cal/OSHA exige medidas para protegerlos de la insolación:
Los patrones y supervisores deben tener un plan para hacer frente a ese tipo de emergencias y proveer entrenamiento a sus trabajadores para protegerlos de las altas temperaturas.
Los trabajadores deben tener a su alcance suficiente agua, dos galones por cada trabajador, para que puedan beberla a lo largo de la jornada; se recomienda beber por lo menos un litro por cada hora laborada.
Deben proveerles sitios con sombra y ventilación para que puedan descansar y recuperarse del agotamiento si la temperatura pasa de 85 grados Fahrenheit. El sitio sombreado debe estar a no más de 2.5 minutos de distancia y debe ser lo suficientemente amplio para acomodar al 25 por ciento de los trabajadores, sentados sin tocarse entre sí.
El patrón debe permitir, y recomendar, que los trabajadores tomen descansos bajo sombra de no menos de 5 minutos cuando ellos lo deseen para protegerse de la insolación.
A la fecha, Cal/OSHA ha impuesto por lo menos 284 multas por un total de $133,000 por violar esos reglamentos. Al mismo tiempo, continúa impartiendo seminarios, en inglés, español y otros idiomas, para concientizar a empleados y trabajadores del peligro que representa el calor excesivo.
El año pasado, cerca de 1,600 agricultores, supervisores y contratistas agrícolas tomaron parte en esos entrenamientos. La campaña se ha extendido a otros sectores laborales, como mantenimiento de jardinería, servicios de lavado de automóviles, talleres, construcción y cualquier actividad que requiere trabajar expuesto al calor.
La campaña de Cal-OSHA, cuyo lema es "Agua, sombra, descansos", incluye carteleras publicitarias a lo largo de carreteras y otros sitios de gran visibilidad. Una de ellas, con la imagen de una trabajadora campesina, pregona: "Si quiere durar, no olvide descansar".
Cal/OSHA pide que los patrones y supervisores usen termómetros y otras medidas para mantenerse al tanto de los niveles elevados de la temperatura y humedad ambiental, y así poder proteger a sus trabajadores.
Nadie escapa del peligro del calor
"Yo creo que es importante que la gente tome precauciones y trate de enterarse cómo funciona su cuerpo y cómo responde al efecto del calor", enfatiza Rosenberg.
Por ejemplo, que el cuerpo constantemente genera calor, aun en estado de reposo. Cuando el calor interno sobrepasa el nivel normal, que suele ser 98.6 grados Fahrenheit, el calor se disipa de manera natural mediante el sudor a través de los poros. Pero al no disiparlo, porque le falta agua para transpirarlo o estar expuesto al calor excesivo de la temperatura ambiental, el cuerpo puede sucumbir a la deshidratación y los ataques de insolación.
"El sudor reduce los fluidos del sistema y eso, junto con el aumento de temperatura que resulta de ello, presenta riesgos para la salud", indica Rosenberg. "Uno debe prestar atención a ese efecto y tomar medidas para protegerse".
Las medidas más básicas para mantener al cuerpo bien hidratado son beber más agua que de costumbre en días calurosos y controlar su temperatura interna reduciendo la actividad física.
"Entre más caliente y más húmeda sea la temperatura ambiental, más difícil le será al cuerpo desechar su calor interno, el calor exterior tiende a penetrar al cuerpo, que tiene que trabajar mucho más para controlarlo", explica Rosenberg. "Pero al tratar de producir más sudor el ritmo cardíaco se acelera mucho más para que la sangre ayude a enfriar todo el organismo".
Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, entre 1979 y 2003 murieron 8,015 personas a causa del exceso de calor en todo el país. Por eso las autoridades de salud y seguridad laboral urgen beber agua y tomar descansos bajo la sombra con mayor frecuencia, especialmente al trabajar en días calurosos.
Las personas de edad avanzada, niños pequeños, y quienes padecen de problemas crónicos de salud están en mayor riesgo. Pero también lo están quienes gozan de buena salud, al participar en actividades que requieren de esfuerzo físico en días calurosos.
Al ignorarse la sed como el síntoma más notorio de la deshidratación suelen presentarse otros típicos de la insolación: resequedad de la piel, sarpullido o picazón; calambres y cansancio extremo.
Al no controlarse el exceso de calor puede presentarse un síncope a causa del calor que puede resultar en desmayo cuando el cerebro no recibe suficiente sangre y oxígeno. Sin atención médica oportuna, puede ocurrir un paro cardíaco. En la mayoría de los casos, todo eso puede prevenirse.
"Una persona siempre tiene la opción de decidir a qué grado de actividad expone su cuerpo", dijo Rosenberg. "Debe aprender a reducir esa exposición al calor, alejándose a un sitio más fresco y permitir que su cuerpo se recupere.
Pero lo más importante es reabastecer el agua que el cuerpo pierde a causa del calor, recalcó el especialista. "Y hacerlo aun antes de que la pierda". Rosenberg aconseja beber un vaso de agua cada 15 minutos al trabajar bajo el sol en días demasiado calurosos.
Entérese más del impacto del exceso de calor en la salud y cómo protegerse en el sitio del Servicio de Información en Español de la Universidad de California. En la sección de Temas Especiales, consulte la categoría "Protéjase del Calor". Allí encontrará información práctica como puntos que recordar para prevenir malestares causados por el calor, síntomas de insolación y recomendaciones de primeros auxilios, entre otros.
Visite también los sitios del Departamento de Relaciones Industriales de California, y los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades.