Carrasquilla: “Realmente se supone que un niño que va a estar afuera debe tomar una taza de agua antes de ir a jugar, una taza de agua cada quince o veinte minutos durante el juego, y una taza y media de agua después de jugar para reemplazar los fluidos perdidos”.
Dennis Carrasquilla, educador de nutrición de Extensión Cooperativa de la Universidad de California recalca que los niños deben tener agua a su disposición en todo momento, y evitar las sodas y bebidas deportivas que contienen demasiada azúcar y cafeína.
Carrasquilla: “No existe ninguna otra bebida más que el agua que realmente quite la sed; usted puede tomar toda la soda que quiera y siempre va a tener sed”.
Carrasquilla nos recuerda que hay alimentos que contienen bastante agua, como la sandía, manzana, naranja y apio. De la Universidad de California, Myriam Grajales-Hall.