Farfán-Ramírez: “Nosotros estamos acostumbrados. En casi todos los países latinoamericanos este concepto de markets públics es algo muy común. Yo soy de Perú. Y cuando fui a Perú el año pasado, vi que en cada esquina había un frutero”.
Aunque podría costar relativamente un poco más caro comprar en los mercados de granjeros, los expertos en nutrición y salud confían en que eso ayude a reducir el consumo de alimentos procesados y a comer menos en restaurantes que ofrecen comidas con demasiada grasa, sal y azúcar; y que se recupere la costumbre de cocinar en casa lo que se compra en los mercados al aire libre.
Farfán-Ramírez: “Yo pienso que nuestra gente, especialmente los inmigrantes están acostumbrados a eso; pienso que es una muy buena oportunidad para nuestra comunidad”.
De la Universidad de California, Myriam Grajales-Hall.