AUBURN (UC) - El agua, que constituye un 60 por ciento de nuestro cuerpo, no sólo nos ayuda a saciar la sed, sino también a transportar sustancias y nutrientes a través de nuestros cuerpos que nos ayudan a mantenernos saludables.
El agua actúa como un termómetro que ayuda a mantener la temperatura ideal en nuestros cuerpos, a hidratar la piel, a darnos energía y a regular la digestión, entre muchos otros beneficios. También es recomendable beber agua cuando se está tratando de perder peso.
Sin embargo, todavía hay quienes no le dan la importancia que se merece a beber suficiente agua diariamente. El no hacerlo, puede provocar malestares en el organismo que pocas veces asociamos con la falta de agua, como dolores de cabeza y músculos, fatiga, calambres y hasta cambios de humor. En casos severos, se puede sufrir de una deshidratación con consecuencias más graves.
Por ello, Rosemary Carter, educadora de nutrición con el Programa UC-CalFresh de Extensión Cooperativa de la Universidad de California, recomienda, especialmente en esta temporada de calor, beber agua en lugar de bebidas endulzadas con azúcar.
“Las estadísticas muestran que el consumo de bebidas endulzadas con azúcar está superando en muchos sectores de la sociedad al consumo de agua natural. Un 41 por ciento de los niños de California de entre 2 y 11 años y un 62 por ciento de adolescentes de entre 12 y 17 años beben por lo menos un refresco gaseoso u otra bebida endulzada al día. El riesgo de que un niño sufra de obesidad se incrementa en un 60 por ciento con cada porción diaria de refresco gaseoso que consuma”, indica Carter.
Las estadísticas también muestran que los adultos californianos que beben una soda o más por día aumentan en un 27 por ciento las probabilidades de sufrir de sobrepeso u obesidad. El estadounidense promedio consume 50 galones de sodas y otras bebidas endulzadas al año.
La educadora hace notar que beber una soda al día no suena como mucho. Pero la situación cambia si se considera de otra manera: “si usted bebe un refresco gaseoso al día durante un mes, estará ingiriendo 1,200 gramos o 100 cucharadas o el equivalente a 6¼ tazas de azúcar”, explica la educadora. ¿Pero que pasa si en lugar de un refresco al día son varios o se sirve varias veces en un restaurante donde ofrecen bebidas ilimitadas por el mismo precio?
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades brindan las siguientes recomendaciones a la hora de elegir qué beber:
- Escoja agua, refrescos de dieta o bebidas bajas en calorías, en vez de bebidas endulzadas con azúcar.
- Un método sencillo, rápido y barato es llevar consigo una botella de agua que puede volver a llenar durante el día.
- No "llene el refrigerador" con bebidas endulzadas con azúcar. En su lugar, tenga siempre una jarra o botellas de agua fría.
- Sirva agua con las comidas.
- Agregue sabor al agua con rodajas de limón, lima, pepino o sandía, o beba agua con gas.
- Añada un chorrito de jugo 100% de fruta al agua con gas para tener una bebida refrescante y baja en calorías.
- Cuando opte por tomar una bebida endulzada con azúcar, elija el tamaño pequeño. Algunas compañías ahora venden latas y botellas de soda de 8 onzas, que contienen aproximadamente 100 calorías.
Agua con cítricos y pepino
1 limón grande en rodajas
1 lima grande en rodajas
1 naranja grande en rodajas
1 pepino en rodajas
1 galón de agua
Lave y corte en rodajas las frutas y el pepino. Colóquelas en una jarra de cristal. Agregue el agua. Deje que las frutas y pepino le den sabor al agua durante dos horas, antes de servirla con hielo.
Pruebe con otras frutas y verduras como: sandía, melón, bayas, mango, piña.