DAVIS (UC) - El desplazamiento o movimiento de personas dentro de una comunidad donde se ha reportado brotes de dengue es un aspecto clave en la transmisión de esta enfermedad, reveló un estudio de un equipo de entomólogos médicos de la Universidad de California en Davis.
Los científicos llegaron a la conclusión de que para poder detener la propagación del dengue, una enfermedad que amenaza a cuatro mil millones de personas mundialmente, es crucial que los esfuerzos de prevención se enfoquen en el movimiento de las personas, y no sólo en los métodos tradicionales de control y prevención del mosquito transmisor.
Una investigación de dos años efectuada por un grupo de 13 investigadores encabezado por el profesor Thomas Scott, del Departamento de Entomología de UC Davis, descubrió que cuando las personas infectadas con dengue visitan las casas de amigos y familiares en sus comunidades, contribuyen a la transmisión del virus más allá de sus entornos.
El dengue es una enfermedad viral aguda que puede afectar a personas de cualquier edad. La enfermedad se propaga por la picadura de mosquitos Aedes aegypti hembras que han adquirido el virus al picar personas infectadas. Pican en la mañana o al caer la tarde y lo hacen en las extremidades inferiores o manos de las personas y animales domésticos. El dengue se presenta en dos formas: fiebre del dengue, la cual rara vez causa la muerte, y fiebre hemorrágica del dengue, una enfermedad más grave que puede ocasionar hemorragias y hasta la muerte.
Los científicos mencionan que esta enfermedad es difícil de controlar “especialmente porque se tienen herramientas limitadas para hacerlo”.
“Estas (herramientas) en gran parte incluyen la reducción de la población de mosquitos mediante el uso de insecticidas o la eliminación de contenedores con agua, que sirven como hábitat para las larvas”, señala el autor principal Steven Stoddard, entomólogo médico en el laboratorio de Scott y parte del grupo de investigación. “Las medidas tradicionales para el control del mosquito que causa el dengue se enfocan en el área alrededor de las casas en las que se han detectado casos de dengue, basadas esencialmente en la observación de que el mosquito Aedes aegypti, no se traslada muy lejos”.
“La pregunta a responder en el estudio”, menciona Stoddard, “era si el movimiento de la gente podría explicar una relación bastante pobre entre la abundancia de mosquitos en una casa y el riesgo de nuevas infecciones de dengue. Así que, tocamos a las puertas en busca de cualquiera que tuviera fiebre. Si encontrábamos a alguien, le preguntábamos dónde habían estado recientemente y si había visitado otras casas y nos dirigíamos allí. Y en las casas donde había gente enferma de dengue encontramos muchas más personas infectadas con el virus que en casas visitadas por gente que no tenía dengue”.
“De manera interesante, no importaba la distancia a la que se encontraban las casas visitadas. El mosquito que transmite el virus del dengue prefiere permanecer en áreas pequeñas, digamos que en un perímetro de menos de 100 metros, pero la distancia entre las casas era con frecuencia mayor. Así que tiene sentido que los humanos estén con frecuencia propagando el virus a su alrededor al ir y venir de sus casas a las de sus amigos y familiares”, agrega Stoddard.
El dengue, conocido como una enfermedad del trópico y sub trópico, ha comenzado a surgir a lo largo de la frontera del sur de los Estados Unidos, inclusive en el estado de Texas. La Florida también ha reportado casos de dengue. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, cada año son hospitalizadas unas 500,000 personas con casos severos de dengue y alrededor del 2.5 por ciento de ellas muere a causa de la enfermedad. Cada año también se reportan 400 millones de nuevas infecciones a nivel mundial.