Cómo mejorar la participación de votantes latinos en California

Sep 8, 2015

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Parte 3.

Entender las características de la población latina elegible para votar en California, será determinante para incrementar la participación electoral de este grupo, no solo en este estado, sino en el resto de la nación. Esto se aplica particularmente a los jóvenes, en edad de votar, que conforman una parte importante de este grupo de población.

Lo anterior, es parte de las conclusiones de un reporte reciente (California’s Latino and Asian American Vote: Dramatic Underrepresentation in 2014 and Expected Impact in 2016) escrito por Mindy Romero, directora fundadora del Proyecto de Participación Cívica de California de la Universidad de California en Davis.

“Si enfocamos nuestros esfuerzos en los jóvenes latinos y asiático-americanos que cuentan con pocas oportunidades educativas y hacemos que sus perspectivas sean parte del sistema electoral, ello tiene el potencial de tener un impacto significativo en el cambio de políticas y mejorar las tasas de participación electoral de estos grupos”, señala Romero.

La experta agrega que los latinos y asiático-americanos comparten algunas de las mismas barreras a la hora de votar, como el hecho de que ambos grupos se enfrentan a una desventaja desproporcionada ante las estructuras de “nuestro sistema electoral”, que van desde los requisitos para inscribirse en el padrón electoral, hasta el acceso a información en su propio idioma.

De acuerdo con la Encuesta Post Electoral del 2012 entre votantes asiático-americanos e isleños del Pacífico, la participación de los votantes de estos grupos con cierta dificultad en el inglés fue 9 por ciento más baja durante estos comicios. En el caso de los latinos que hablan poco inglés, se ha demostrado que el tener acceso a balotas en su idioma y asistencia en español a la hora de votar ha incrementado su participación en las urnas e influido en el resultado de las elecciones.

“Por lo general, tanto latinos como asiático-americanos son movilizados en menor escala y reciben menos esfuerzos de alcance comunitario que los blancos no latinos, especialmente durante las elecciones de mitad de mandato, lo cual tiene un gran impacto en las tasas de participación”, escribe Romero, agregando que un ejemplo de ello fueron las elecciones del 2014.

“Cuando se contacta a los latinos y se les alienta a votar, sus posibilidades de participar son mayores”, explica Romero. “Por ejemplo, experimentos que se han hecho en torno a campañas para sacar el voto han revelado que los esfuerzos de movilización correctamente conducidos de puerta a puerta o mediante llamadas telefónicas han tenido éxito entre los votantes latinos”.

Pero la experta de la UC advierte que el creciente número de votantes latinos y asiático-americanos de California que deciden no afiliarse a ninguno de los partidos políticos podría afectar adversamente la participación de estos grupos en futuras elecciones.

“Es crítico que los partidos y candidatos busquen nuevas formas de llegar a los latinos y asiático-americanos no afiliados a partidos cuya falta de conexión partidista y la ausencia de una movilización (para atraer su voto) se unen a otras barreras que les impiden votar”, señala Romero, quien hace notar que muchos de los latinos y asiático-americanos pertenecen a grupos demográficos con menor inclinación a votar, como los jóvenes, sectores de bajos ingresos y poca educación o con menor conocimiento del inglés.

Según una investigación del Center for Information and Research on Civic Learning and Engagement de la Universidad Tufts (CIRCLE, por sus siglas en inglés), los jóvenes de color y de bajo nivel económico tienden a votar en menor número que los miembros de su mismo grupo de mayor edad e ingresos.

Para el 2040 el estado incrementará en 7.5 millones su número de residentes elegibles para votar, de los cuales 7.2 millones pertenecerán a las minorías; por ello, Romero recomienda a las instituciones políticas que “creen estrategias nuevas y más agresivas para alcanzar al segmento de votantes no blanco”.

“Estas nuevas estrategias deben tomar en cuenta las diferentes barreras que experimentan los latinos y asiático-americanos al votar en el estado”, dice Romero. “Si los nuevos votantes potenciales no son movilizados para que acudan a las urnas, entonces el electorado estatal será menos representativo y las tazas generales de votación se reducirán aún más”.


By Myriam Grajales-Hall
Author - Communications Manager