Cesar Andrés González, 15 años de edad nació en los Estados Unidos, pero conoce más Michoacán que su país de nacimiento. El hijo de padres campesinos migrantes, deportados creció cuidado por unos tíos en la sierra michoacana, donde sus padres desaparecieron, dejándolo con una huella profunda.
Al joven de ojos semi rasgados y tez apiñonada no le gusta hurgar en el pasado, en cambio está listo para hablar de sus sueños. Quiere convertirse en hombre de bien, quizás un policía con estudios en criminalística, pero sabe bien, que lo primero es dominar el idioma inglés para ir a la universidad.
English Summary 4-H Juntos Summer Academy brought together Latino students from 7 different counties to learn about college life by submerging them in a weekend full of group activities. They experience what life is like living on campus, getting help on mapping out their road towards a university. The teens hear from successful Latinos about the obstacles they had to overcome in order to achieve their goals. |
“Yo soy mexicano y le estoy echando ganas al estudio y mis compañeros también todos nosotros nos estamos superando como grupo,” dijo González.
El adolescente fue uno de 45 estudiantes latinos, entre 13 y 17 años, que participaron en California Juntos 4-H, la primera academia de verano organizada por la División de Agricultura y Recursos Naturales de la Universidad de California UC ANR. Tiene el propósito de guiar a jóvenes de bajos ingresos y en riesgo académico por la ruta de la universidad.
Es un programa de inmersión que se ejecutó en tres días, en un ambiente amigable, divertido, con talleres en inglés y español. Aprendieron sobre requisitos de admisión a la universidad, cómo escribir un ensayo, ayuda financiera, identidad cultural, STEM. Hicieron amigos con niños de otros condados y establecieron una red de apoyo para navegar en la compleja transición a la universidad.
STEM, es una combinación de diferentes disciplinas como ciencias, tecnología, ingeniería, artes y matemáticas, y es importante adiestrar a los estudiantes en estos campos porque lo acelerado de nuestro mundo exige que no solo posean las necesidades técnicas que deben saber sino además obtengan habilidades para resolver problemas e innovar.
“Este puede ser el fin de semana que determine su futuro”, dijo Lupita Fábregas, directora adjunta de Diversidad y Expansión del Programa 4-H durante la ceremonia de inauguración en el auditorio universitario. “Siempre he pensado que lo único que nos puede cambiar es la educación que recibimos.”
Fábregas dijo que a pesar que la mayoría de los estudiantes en las escuelas públicas de California, Kinder-12th grado, son latinos pero solo 10 por ciento llega a la universidad y se gradúa de alguna licenciatura. “No estamos haciéndolo muy bien,” dijo la directora tras pedirles que se comprometieran a terminar una carrera universitaria.
Enseguida se ejecutó una encuesta informal sobre una pizarra de papel. ¿Tienes planes para ir a la universidad? Con puntitos de colores respondieron a la pregunta que les daba tres opciones: si, no; no lo sé. En las líneas de NO y NO LO SE aparecieron varios puntos, alrededor del 20 por ciento de cuarenta y cinco estudiantes.
Aumentar el número de latinos profesionistas es imprescindible. California es la quinta economía del mundo y requiere expertos en todos los campos. Los latinos son mayoría y se espera que se conviertan en los profesionistas que reemplacen a los niños de la posguerra o Baby Boomers.
En respuesta al cambio demográfico UC ANR inició la iniciativa latina, hace dos años, con programas educativos juveniles orientados a familias de bajos ingresos e implementados a través del club 4-H que tiene más de cien 100 años ayudando a la juventud a adquirir habilidades para tener éxito en la vida.
CA 4-H Juntos es parte de ese esfuerzo, empezó en siete condados, Riverside, Sonoma, Kern, Orange, Merced, Santa Clara y Monterey. Es un programa piloto que se ampliará por todo el estado en los próximos años.
En esta primera academia, los adolescentes provenían de diferentes entornos. La mayoría eran bilingües, inglés español, algunos hablaban solo inglés y unos cuantos llegaron sintiéndose un poco fuera de lugar, por no dominar el inglés, sin embargo, aterrizaron en el sitio correcto.
No solo aprendieron cómo funciona el pase de la preparatoria a la universidad, también conocieron a varios adultos profesionistas que les hablaron en inglés y español y les confiaron que un día también sintieron temor de navegar en ámbitos desconocidos y con un idioma diferente.
“Yo no sabía que era buena para las ciencias”
Estar inmerso por tres días en el ambiente de disciplina y dedicación que exigen los estudios universitarios es una experiencia única. Dormir en los dormitorios, disfrutar los almuerzos en la cafetería y permanecer despierto hasta tarde trabajando en equipo, en proyectos académicos es algo muy valioso. Sin embargo; nada mejor que conocer a un mentor que hable tu idioma y entienda tus emociones.
“¡Eh! Quiero que se den cuenta, yo vengo de la misma cultura. Tengo experiencias similares como primera generación mexicoamericana. Quiero que se den cuenta que si yo la hice también tú puedes hacerla, solo requiere mucho trabajo, " dijo Jessica Bautista, coordinadora académica del Programa 4-H a nivel estatal.
Bautista dijo que no tuvo un mentor, la mamá pagó la colegiatura con una tarjeta de crédito pues desconocían el complejo laberinto de la ayuda financiera, pero ya en la universidad obtuvo una “A” ¡excelente calificación en ciencias! y una maestra latina la ayudó. “Nunca pensé que sería una científica y que podía estudiar hasta el doctorado,” dijo la líder académica de 4-H.
“¿Es la vida justa?”, algunas veces lo es y otras veces no”, dijo Victor Hugo Manríquez, quien fue el orador de apertura y también contó su historia personal. Les dijo que experimentó discriminación por no hablar bien inglés, y un día, en su escuela cuando era chico, alguien le dijo que no era candidato para la universidad, Sin embargo, estudio kinesiología, tiene un doctorado y es el creador un programa de liderazgo juvenil.
”En todo el país hay más de 300 universidades listas para servir a los latinos, entonces hay un sitio para ti, pero primero tienes que creer que tú puedes hacerlo”, dijo Manríquez.
Durante el tiempo de ocio también hubo aprendizaje, los adolescentes aprendieron a socializar, a no sentir temor de preguntar, incluso se ejecutaron juegos de actividad física y actividad mental. Todos se divirtieron y escucharon reiteradamente mensajes como: no te rindas, si fallas trata de nuevo, tú puedes, si no sabes pide ayuda.
“¡Yo sabía que ir a la universidad era importante pero cuando explicaron todos los beneficios que esto significa me di cuenta que es algo muy importante y que debo esforzarme por alcanzar,! dijo Irene Rodríguez, una joven de 13 años del condado de Kern al cierre de la academia.
Concluyó con la misma encuesta: ¿Tienes planes para ir a la universidad?, “Al principio eran 20 por ciento los que no sabían si iban a la universidad, pero al final solo uno de 45 participantes respondió NO”, dijo Yolva Gil, del programa 4-H en Riverside.
Fue un fin de semana intenso, todos, expertos y estudiantes terminaron rendidos, pero también todos volvieron a casa con una lucecita de esperanza. ¡Más latinos irán a la universidad!