Al final de un largo año, a veces ayuda a reconectarse con aquello que motiva tu trabajo.
Para Karin Albornoz, estudiante de doctorado quien trabaja en biología molecular relacionada al daño que sufren, por frío, los tomates después de la cosecha, en el laboratorio Diane Beckles de UC Davis, esto significa salir al mundo a trabajar directamente con pequeños granjeros.
"Paso tanto tiempo en el laboratorio", dijo Albornoz. "Algunas veces paso todo el día en el laboratorio extrayendo ARN o escribiendo un reporte. Esto me recuerda la razón por la que estoy hacienda este trabajo: para tener un impacto real en el mundo".
Justo hace una semana, Albornoz regresó de un viaje a Uganda donde hizo exactamente eso. En cooperación con una organización local llamada Proyecto Ndibwami para un Rescate Integrado (Ndibwami Integrated Rescue Project) o NIRP, por sus siglas en inglés, compartió su experiencia con un grupo de granjeros a través de varios talleres prácticos sobre cómo mejorar las prácticas sobre el manejo de la piña, maracuyá y tomate durante la cosecha y post cosecha. Su trabajo fue apoyado por el Laboratorio de Innovación Hortícola (Horticulture Innovation Lab), un programa de investigación internacional dirigido por UC Davis con fondos de la Agencia para el Desarrollo Universal de EUA, como parte de Alimentemos al Futuro (Feed the Future), la iniciativa de EUA sobre la hambruna global y seguridad alimentaria.
Aunque Albornoz había trabajado con granjeros rurales antes, esta era la primera vez que lo hacía en África.
"Para dondequiera que miraba, había cosas creciendo. Había gente trabajando en el campo, mujeres cocinando y todos estaban trabajando con alimentos", mencionó la estudiante. "Sé que existe un gran estigma – cuando se habla sobre África, se ve el cambio en las caras de las personas y están pensando sobre cosas como la sequía y hambruna y niños hambrientos. Pero lo que vi no coincide con este estereotipo. Los retos a los que se enfrentan parece que tienen que ver con la falta de acceso a las oportunidades".
Los talleres que Albornoz dirigió son parte de los esfuerzos de la organización NIRP para conectar a los granjeros con más mercados lucrativos que pagan mejores precios por frutas y verduras de calidad.
Albornoz estuvo en contacto con NIRP durante meses y haciendo planes para los talleres para granjeros. Se preparó con manuales para el manejo post cosecha para cada cultivo — piña, maracuyá y tomate — e hizo preguntas para entender mejor los recursos locales y el conocimiento existente entre los granjeros.
Durante las dos semanas en Uganda, Albornoz visitó los campos agrícolas y llevó a cabo tres talleres de todo un día. El primer taller para cerca de 50 granjeros se enfocó en la piña — empezando por entender los parámetros locales de calidad para esta fruta, luego las mejores prácticas para la cosecha, saneamiento, almacenamiento y transportación. El segundo taller se enfocó en el tomate, con una estructura similar y el tercero en el maracuyá.
¿Su momento favorito? La primera oportunidad que tuvieron los granjeros de usar un refractómetro, para medir sólidos solubles y aprender sobre los niveles de azúcar en la fruta. Los refractómetros fueron parte de un pequeño estuche de herramientas que la organización seguirá usando.
"Estaban muy entusiasmados de usar este artefacto y ver, en números, cómo cambian los niveles de azúcar en la fruta dependiendo del estado de maduración", manifestó Albornoz. "Todos en la habitación tuvieron la oportunidad de usarlo".
La experiencia reforzó su compromiso de trabajar con granjeros y resolver problemas de agricultura.
"Un gran error es pensar que vas solo a capacitar o enseñar a otras personas porque esa gente siempre terminará ensenándole a uno”, indicó Albornoz. "Me hice una promesa a mí misma hace unos años, un compromiso personal para trabajar con personas en situaciones vulnerables. Tengo que hacerlo. Trabajar en agricultura puede ser una herramienta muy poderosa para tener un impacto en el mundo".
Como mentor de Karin y profesora asociada del Departamento de Botánica y la Estación de Experimentos Agrícolas de UC Davis, Diane Beckles apoyó el trabajo de Karin fuera del laboratorio y percibe esa experiencia como un importante desarrollo académico.
"Algo mágico sucede cuando enseñamos y participamos en la divulgación (de información)", manifestó Beckles. "Con frecuencia profundizamos en nuestro entendimiento de lo que enseñamos e interactuar y participar con otros nos cambia en ese proceso. Altera la forma en la que vemos y pensamos sobre la ciencia en una forma positiva y gratificante, aun cuando no se puede cuantificar fácilmente".
Más información:
- Proyectos del Fondo Trellis (Trellis Fund) del Laboratorio de Innovación Hortícola (Horticulture Innovation Lab)
- Recomendación sobre la piña por parte del Centro de Post Cosecha de UC (Pineapple recommendations from the UC Postharvest Center)
Author - Broadcast Communications Specialist II