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Las tiendas de la esquina abundan en las comunidades de bajos recursos, pero los residentes aún compran la mayoría de sus mandados en los supermercados. Desafortunadamente, las tiendas de comestibles más grandes también obligan a los consumidores a adquirir artículos poco saludables.
“Las papitas fritas se encuentran cerca de la ensalada. Están en los exhibidores junto a los cajeros. Alrededor de 25 veces durante el recorrido para hacer las compras, las bebidas azucaradas, te empujan, te incitan, te pinchan y te engatusan para que las compres”, dijo Wootan. “Si las opciones saludables no están disponibles, a un precio razonable y presentadas y promovidas de manera atractiva, será difícil para la gente seleccionar alimentos saludables”.
Sridharshi Hewawitharana, analista de datos del UC Nutrition Policy Institute(Instituto de Políticas sobre Nutrición de UC), abrió la sesión acerca de las compras minoristas con las experiencias sobre la compra de alimentos de los consumidores elegibles al programa SNAP, las cuales compartieron durante grupos de enfoque (SNAP es el Programa de Asistencia Nutritiva Suplementaria, conocido anteriormente como cupones o estampillas de alimentos). Hewawitharana también informó sobre una encuesta en la que participaron establecimientos de venta minorista y la revisión de literatura sobre el tema.
“Los participantes de SNAP quieren comer de manera saludable, pero reportan que resulta muy costoso”, manifestó la experta.
Para los participantes de SNAP que desean hacer sus compras en sus propios vecindarios, los precios son particularmente un obstáculo. Los precios de muchos de los productos de abarrotes en las tiendas de conveniencia de los vecindarios de bajos recursos, son más del doble del precio promedio de los supermercados del país.
“Es mucho más costoso si deseas obtener una buena fruta”, indicó uno de los participantes en un grupo de enfoque. “Quiero decir, esto es California, muchas de ellas crecen aquí. No deberíamos tener ese problema de comprar fruta fresca y deliciosa. Pero si no puedes pagar por ella, entonces si tienes problemas”.
Los participantes dijeron que usaron una variedad de estrategias para hacer rendir su dinero y beneficios, pero con frecuencia no fue suficiente.
“Cuando obtengo mis cupones de alimentos, trato de surtirme de todo. Surtirme de todas las carnes, comida enlatada. Pero de las verduras que sé que se echan a perder en un par de días, trato de comprar lo necesario para esa semana y ahorrar, pero aun así, al final del mes, me quedo sin nada”.
Los participantes en el grupo de enfoque también expresaron sentir estrés y culpa por no poder proveer a sus hijos con cantidades adecuadas de alimentos de alta calidad.
Un equipo de investigadores de NPI llevaron a cabo la evaluación de la literatura sobre tiendas minoristas saludables. Hewawitharana señaló que identificaron modos prometedores para ayudar a los participantes de SNAP a hacer elecciones saludables cuando van al mandado. Sorprendentemente, la apertura de nuevos supermercados resultó como algo inefectivo. Abordar los precios de los alimentos es la estrategia más efectiva. Aplicar impuestos a los alimentos no saludables desanima este tipo de compras. Reducir el precio de los alimentos saludables mediante la oferta de cupones y vales es la mejor manera de motivar la elección de alimentos saludables en el supermercado.
“Las poblaciones de bajos recursos están realmente batallando”, mencionó Hewawitharana. “El alto costo de la vivienda en California lo dificulta más. Esto les causa estrés emocional y mental”.
Wootan sugirió cambiar el diseño y las promociones de las tiendas de comestibles para facilitar que el consumidor elija opciones saludables. Actualmente, los vendedores de alimentos, muchos de los que venden alimentos procesados altos en azúcar, sal y grasa, les pagan a las tiendas de abarrotes por colocar sus productos en ubicaciones privilegiadas, incluyendo las repisas que quedan a nivel de los ojos y al final de los pasillos.
“Las tiendas de comestibles obtienen muchos ingresos al darle a las grandes compañías de alimentos un trato preferencial”, dijo Gail Woodward-Lopez, directora asociada de investigación del UC Nutrition Policy Institute (Instituto de Políticas sobre Nutrición), quien moderó la sesión. “Una compañía realmente grande puede entrar con pérdidas, pero un pequeño fabricante, no”.
La actual condición de los supermercados de Estados Unidos deja espacio para que las agencias de salud pública, protección del consumidor y gubernamentales tengan un impacto sustancial.
“Necesitamos investigar”, indicó Wootan. “¿Cómo se ve una tienda de comestibles lucrativa y saludable?”
Con respecto a la implementación de cambios, existen otros obstáculos.
“No creo que los cambios voluntarios funcionen. Estamos trabajando en una política”, agregó Wootan.
Algunas tiendas están adoptando medidas voluntariaspara que la experiencia de ir de compras sea más saludable. Yvette Waters, estratega en nutrición en los supermercados Raley's, también habló durante la conferencia.
La tienda ofrece fruta gratis para los niños en la sección de frutas y verduras y no coloca refrescos gaseosos en los exhibidores de los cajeros. Raley's también cambió la distribución en la sección de cereales, dando un espacio preferencial en los estantes a productos con menos azúcar. Los cereales con un 25 por ciento o más del total de las calorías se encuentran ahora en la parte baja de los estantes.
“Y no nos detenemos en el pasillo de los cereales”, manifestó Waters.
Pies de grabado
Las papitas fritas se encuentran en muchas ubicaciones dentro de las tiendas de comestibles.
Sridharshi Hewawitharana presentó los resultados de la investigación de NPI sobre las tiendas de comestibles minoristas.
Author - Broadcast Communications Specialist II