Para las 11 de la mañana, Susila Prasab y su familia habían pizcado ya alrededor de cien libras de guisantes crowder. Saltaron de la carreta jalada por un tractor que los trajo de regreso del campo de cultivo, cargando cinco costales llenos, listos para ser pesados y pagar a la Granja Kelley 78 centavos por libra. Los frijoles frescos (crowder, frijoles de castilla y frijoles regulares) serían desenvainados, lavados, escaldados y congelados, quedando listos para usarse como el principal ingrediente de las comidas indias con salsa curry, durante varios meses. Prasab me dio la versión rápida de su receta de curry.
Curry indio rápido de preparar: Como muchas recetas, empieza con la cebolla, y chile sofrito en un sartén con un poco de aceite. Agregue el polvo de curry y el marsala. Lave los guisantes frescos con vaina y agréguelos al sartén. Puede agregarle papa o berenjena, o también tomates y cilantro, o todos ellos si así lo desea. Agregue un poco de agua, cocine lentamente y sirva con arroz.
La familia Prasab, como la mayoría de los otros pizcadores de guisantes frescos de castilla, crowder y morados, que encontré esa mañana eran originarios de Fiyi. Los fiyianos llegan desde sus casas en Sacramento, Elk Grove y hasta de Hayward para pizcar en la granja de 40 acres de Ron y Ella Kelley. Esta granja les recuerda a muchos de ellos su tierra natal Fiyi donde solían tener pequeñas granjas y hortalizas en su patios en las que cultivaban sus propios guisantes crowder y otros vegetales.
Nath Sam, oriundo de Fiyi pero con residencia en Elk Grove, dejó de pizcar los guisantes morados por unos minutos para explicar la mejor manera de preservarlos durante tres temporadas en el congelador.
Cómo preparar los guisantes para congelarlos: Retire la vaina a los guisantes. Hierva mucha agua. Échelos al agua hirviendo por unos segundos. Sáquelos rápidamente y enfríelos con hielo. Cuando alcancen la temperatura ambiente, colóquelos en bolsas plásticas ziploc y ciérrelas muy bien. Meta las bolsas al congelador.
Las Granjas R. Kelly están abiertas para pizcar o comprar productos frescos ya cosechados de miércoles a domingo, entre julio y octubre, de 8 a.m. a 6 p.m.
El día de mi visita, Lynette Hall, la hija de los Kelleys, estaba atendiendo la caja registradora. Hall me dijo que le sorprendió, al principio, enterarse que tanta gente en todo el mundo tuviera recetas para los frijoles o guisantes de castilla y crowder y la okra, así como otros ingredientes que se usan en las comidas tradicionales afroamericanas. Hall estaba más familiarizada con los frijoles estilo sureste de su mamá y nos ofreció sus propias recetas para calabacitas o pimientos rellenos y el sucatosh.
Los frijoles frescos con pavo de Ella Kelley: Cocine un poco de pavo ahumado (pescuezos o piernas, o lo que tenga a la mano) hasta que la carne se desprenda del hueso con el tenedor. Sofría cebolla, ajo y pimiento. Agregue el jugo del pavo a la mezcla y cualquier tipo de guisantes frescos con vaina, ya sean frijoles de castilla o guisantes crowder o morados. Cocine durante 20 minutos. Sirva sobre arroz.
La calabacita zucchini rellena de Lynette Hall: Corte las calabacitas por la mitad. Quíteles las semillas. Sofría cebollas, ajo y pimientos con algún tipo de salchicha o carne molida. Agréguele arroz amarillo con azafrán sin cocer y un par de huevos para unir todo. Llene el hueco de la calabacita con la mezcla. Cúbralas con queso mozzarella y migas de pan. Hornee entre 375 a 400 grados durante alrededor de 45 minutes.
El succotash de Lynette Hall: Empiece por freír carne en el sartén. Cuando la carne esté blanda, agregue las verduras, usando cualquier combinación de cebollas, ajos, okra, pimientos, calabaza, berenjena, tomates, guisantes frescos y maíz. Desgrane el maíz fresco de una mazorca, cortando los granos a la mitad. Enseguida ralle el resto de los granos para sacarles el jugo o leche. El jugo de maíz se le agrega a la salsa de tomate para darle sabor a este platillo. Sazone al gusto. Sirva sobre arroz.
Para más recetas e información sobre los frijoles de castilla.
Cuando fui a pagar por mis guisantes en la Granja R. Kelley, recogí un volante en el mostrador que hablaba sobre peras frescas en la Granja Maggi justo al otro lado. Así que, por supuesto que tenía que darme una vuelta por Maggi para hacerme de unas peras en camino a mi casa. Pero esa es otra historia.