Suzanne Rauzon desarrolló técnicas que ayudan a identificar programas públicos efectivos
Cuando Suzanne Rauzon y May Wang cursaban la maestría en salud publica en la Universidad de California en Berkeley durante la década de 1980, Wang supo desde entonces que su compañera contaba con una brillantez única para aportar a este campo.
“¿Si tenías que votar por la persona que tiene mayores posibilidades de triunfar? Esa persona era Suzanne”, manifestó May Wang, profesora de ciencias de la salud comunitaria de la Facultad Fielding de Salud Pública de UCLA. “Suzanne iba siempre adelante de todos nosotros; era tan visionaria y con un pensamiento progresista y creo que todos – para ser honesta – nos sorprendíamos de ello”.
Décadas después, cuando Rauzon se preparaba para jubilarse el pasado mes de enero, la directora de salud comunitaria del Instituto de Políticas sobre Nutrición (NPI, por sus siglas en inglés), ya había cumplido con esa promesa excepcional. Sus muchas contribuciones han ayudado a las comunidades a identificar los programas más efectivos para beneficio de la salud pública.
Lorrene Ritchie, directora del NPI (un instituto de la División de Agricultura y Recursos Naturales de UC), señaló que Rauzon ha jugado un papel fundamental en transformar los resultados de las investigaciones en acciones comunitarias y cambios políticos. Agregó que, Rauzon ha aportado una extraordinaria combinación de visión estratégica para la dirección general de estudios sobre nutrición e inteligencia táctica para anticipar las necesidades de quienes financian los proyectos y las comunidades.
“Pocas personas pueden aportar ambas habilidades – completar eficientemente las tareas diarias y ser a la vez y pensar a gran escala”, dijo Ritchie. “Ha sido tan instrumental en contribuir al impacto del NPI”.
Un conjunto único de destrezas para afrontar retos complejos
Parte de lo que hace a Rauzon única en su campo es su extensa experiencia en el sector privado. Después de obtener su grado de maestría, Rauzon desarrolló una iniciativa integral para el bienestar de los empleados en el sitio de trabajo en una compañía de telecomunicaciones– un nuevo conjunto de programas que lideraron el sector en la década de los 1990.
“Suzanne fue, es y siempre ha sido muy visionaria”, expresó Wang.
Sin embargo, después de pasar varios años en el sector corporativo, en el 2001 Rauzon aprovechó la oportunidad de regresar al mundo académico (y reunirse de nuevo con Wang) en el Centro para Peso y Salud de UC Berkeley's, un precursor del NPI. Al trabajar con la co directora del centro, Patricia Crawford, Rauzon indicó que, el proyecto para investigar los efectos de las bebidas azucaradas en la salud, fue “perfecto” para ella.
Preocupados por la creciente tasa de obesidad infantil, los investigadores estudiaron las diferencias significativas en los resultados sobre salud entre los estudiantes de preparatoria que limitaban el acceso a bebidas como las gaseosas, comparados con escuelas que no tenían esta restricción.
“Ese campo en general – tratar de limitar bebidas endulzadas con azúcar – empezó con un enfoque en escuelas y se expandió a otros ambientes (como los campus universitarios) al paso de los años y ha continuado enfocándose en la salud pública”, mencionó Rauzon, “hasta trabajar ahora para limitar el acceso a bebidas azucaradas en otras instituciones públicas”.
La gestión de cambio y la capacidad de comunicación de Rauzon también fueron cruciales al estudiar la revolucionaria Iniciativa de Almuerzos Escolares en el Distrito Escolar Unificado de Berkeley – una colaboración con la Fundación Chez Panisse de la chef Alice Waters y el Centro de Alfabetización Ecológica para hacer partícipes a los jóvenes en el cultivo y preparación de alimentos. Asignadas a la evaluación de la eficiencia del programa, Wang y Rauzon se dieron cuenta que había que alterar su mentalidad y métodos al trabajar con colaboradores que respondían a circunstancias a menudo cambiantes.
La perspectiva transectorial, los conocimientos prácticos y las habilidades interpersonales para cultivar relaciones positivas con personal y educadores del distrito de Rauzon, fueron algo instrumental en poder llevar a cabo estudios con mayor rigor posible en entornos reales como las escuelas.
“La mayoría de los investigadores, para ser honestos, siguen esforzándose por hacer eso con las comunidades”, mencionó Wang. “Es una tarea increíblemente retadora porque las comunidades harán lo que desean hacer – y lo que necesitan hacer – para responder a las necesidades de la gente”.
Wang, quien ahora capacita a académicos en investigaciones de participación comunitaria, dijo que el paradigma "de base" ha sido moldeado por el pensamiento de Rauzon. “Muchas de las ideas que tengo ahora llegaron por el trabajo conjunto en la Iniciativa de los Almuerzos Escolares”, expresó Wang.
Un legado de nuevos métodos y de mentoría jóvenes profesionales
Uno de los proyectos más largos -y complejos- de Rauzon ha sido la evaluación de las intervenciones sanitarias de la comunidad en todo el país, incluyendo una variedad de iniciativas de Kaiser Permanente para promover la alimentación saludable y actividad física.
“Lo verdaderamente interesante de ese trabajo fue que tratamos de entender los efectos combinados de realizar muchas cosas diferentes que están relacionadas – ver el efecto general que puede tener en la comunidad”, dijo Rauzon, destacando que las intervenciones oscilaron desde clases de nutrición hasta cambios en las políticas para mejorar la seguridad para que las personas pudieran estacionar el coche y montar en bicicleta.
Wang indicó que algunos de sus hallazgos, particularmente en uno de los estudios en el condado de Los Ángeles, sugiere que los programas efectivos son los de intervenciones en la primera infancia (incluyendo un énfasis en la lactancia materna), las visitas de enfermeras y trabajadoras sociales a hogares vulnerables y la colaboración con minoristas para hacer que los alimentos saludables sean más accesibles.
En el proceso, los investigadores ayudaron a crear nuevas herramientas de investigación – incluyendo enfoques con “mapeos de sistemas” interdisciplinarios en los cuales los científicos informáticos disciernen los vínculos entre varios programas y sus efectos y el altamente influenciable concepto del “índice de dosis de intervención comunitaria” que puede usarse para evaluar múltiples estrategias de intervención dentro de la comunidad.
Además, las contribuciones de Rauzon en la investigación y evaluación, Ritchie también destacó su papel como supervisora y mentora de estudiantes y personal del NPI e investigadores durante sus más de veinte años con UC – papel del cual Rauzon se siente más orgullosa.
“Aunque contribuí a la salud comunitaria en intervenciones efectivas y cómo medirlas”, manifestó Rauzon, “yo diría que personalmente la parte más gratificante del trabajo que he llevado a cabo durante las últimas dos décadas es ver el crecimiento, desarrollo y progreso de las personas que han trabajado para mí las cuales realmente han despegado en sus propias carreras – eso para mí ha sido inmensamente satisfactorio”.
Como investigadora emérita, Rauzon continuará apoyando a los profesionales del NPI y su investigación y agregó que siente muy entusiasmada de embarcarse en una nueva colaboración – con su esposo, un geógrafo – para mitigar el impacto del cambio climático en los humanos y la salud del medio ambiente en todo el mundo.
Las personas interesadas en apoyar el legado de Rauzon y el continuo trabajo en salud y nutrición y pueden hacer una donación al fondo de becas del NPI el cual proporciona a los estudiantes de grupos subrepresentados la oportunidad de trabajar en investigaciones del NPI y recibir la orientación de investigadores de este instituto.
Adaptado al español por Leticia Irigoyen del artículo en inglés. Editado para su publicación por Diana Cervantes