La agricultura siempre ha sido una empresa precaria, vulnerable al clima, plagas, enfermedades y mercados inconstantes. Pero para los granjeros y rancheros de los países en vías de desarrollo, esa incertidumbre inherente se convierte en un asunto no sólo de éxito o fracaso, sino también de vida o muerte.
Con el objeto de disminuir ese riesgo y aliviar la pobreza y hambruna globales, la Agencia para el Desarrollo Internacional de Estados Unidos (USAID, por sus siglas en inglés), estableció un programa de subsidios, de 25 millones de dólares, dirigido por un economista agrícola de la Universidad de California en Davis. El programa desarrollará y pondrá a prueba sistemas financieros que puedan estimular la productividad agrícola y seguridad alimentaria en países en vías de desarrollo.
El programa de cinco años financiará proyectos de investigación que diseñen y pongan a prueba tecnologías financieras, como los contratos que vinculan crédito y seguro, los cuales reducen la vulnerabilidad de los hogares pobres ante eventos adversos, haciéndoles más fácil la inversión en nuevas tecnologías agrícolas y romper el círculo de pobreza.
“Muchos de los granjeros de países en vías de desarrollo se encuentran estancados en bajos niveles de productividad y nuevas semillas y mercados por si solos no pueden ir muy lejos en resolver estos problemas”, dijo Michael Carter, profesor de agricultura y economía de recursos y director del recién fundado Programa de Apoyo a la Investigación Colaborativa BASIS de Acceso a Bienes y Mercados (BASIS Assets and Market Access Collaborative Research Support Program) de UC Davis.
“Estrechar esa brecha productiva ahora, requiere que abordemos las restricciones financieras, de gestión de riesgo y bienes que están obstaculizando a los hogares pobres de zonas rurales”, señaló Carter. “En un mundo en el que más de mil millones de personas sufren de hambruna crónica, este es un esfuerzo de investigación en el que no cabe el fracaso”.
Carter, toda una autoridad en economías de desarrollo y dinámicas de la pobreza, ha enfocado su más reciente investigación en la administración de riesgos en la agricultura y economía de la seguridad alimentaria sostenible. Mientras fue parte del profesorado en la Universidad de Wisconsin, Madison, administró dos programas de investigación, de cinco años cada uno, financiados por USAID.
El recién fundado programa con base en UC Davis está diseñado para trabajar con otros socios de investigación a nivel mundial y muy pronto hará su primera convocatoria en busca de propuestas de investigación con el fin de implementar sus ambiciosas agendas.
Seguros basados en índices protegen contra riesgos que son compartidos por una comunidad entera. En este caso, el índice o la medida estadística de riesgo, es la disponibilidad de forraje basada en imágenes de satélite. Cuando el índice de forraje predice la mortalidad de ganado en un exceso del 15 por ciento, el pago de seguro se produce a favor de todos los clientes localizados en una área geográfica definida.