La investigación en Kearney está diseñada para expandir las opciones de la industria vitivinícola en el Valle de San Joaquín, el cual es actualmente la principal área productora en términos de producción de uva, pero la región menos importante en cuanto a precios.
“La mayoría de la variedades populares de vinos – Merlot, Cabernet Sauvignon, Chardonnay – se desarrollan mejor en climas un tanto más fríos. Así que estamos buscando uvas que den frutos superiores en climas cálidos”, dijo Matthew Fidelibus, especialista de Extensión Cooperativa de UC para el Departamento de Viticultura y Enología en UC Davis.
Fidelibus supervisa la producción en Kearney de las variedades de uva de vino que fueron traídas de países como España, Grecia e Italia, donde el clima se asemeja a los día calientes y noches tibias del valle. En la parcela de investigación, los vinos exhiben un gran rango de vigor, productividad y calidad frutal.
Mientras que Fidelibus recopila información sobre el potencial de producción de cada variedad, la formación de los racimos, adaptabilidad a la mecanización y otras características viticulturales, el vinicultor Constellation Brands monitorea el potencial de las uvas de vino para producir vinos californianos distintivos y llenos de sabor.
“Necesitamos una variedad sobresaliente”, señaló Oren Kaye, vinicultor investigativo y de desarrollo en Constellation Brands. “Muchos de los vinos que produjimos muestran promesas significativas”.
Actualmente, un 80 por ciento de los vinos de California están hechos con menos de 10 tipos de uvas de mesa, siendo el Chardonnay el vino blanco más popular, y el Cabernet Sauvignon el vino tinto más popular.
Kaye dice que el mercado está listo para algo nuevo, quizás un Fianio, un vino blanco con un estilo fresco y joven que evoca los sabores de melón y toronja, o el estilísticamente único Marselan Noir, un vino tinto con un sabor de cereza que resalta.
“La generación ‘Y’ es dueña del mañana”, dijo Kaye. “Acepta más las cosas que son nuevas, siempre y cuando sean buenas. En un restaurante, ellos no ven nada de malo en sacar su teléfono inteligente para informarse sobre un vino del que no han oído hablar antes”.